Enlace Judío – Un policía disparó al aire este domingo luego de que alborotadores ultraortodoxos lo rodearon y lo empujaron mientras las autoridades hacían cumplir las normas del confinamiento en Bnei Brak, informó The Times of Israel.

El incidente tuvo lugar en medio de disturbios ocurridos en al menos tres ciudades de Israel mientras la policía intentaba hacer cumplir las normas en varias comunidades ultraortodoxas.

La Policía de Israel dijo en un comunicado que el agente disparó luego de que “residentes locales rodearon a los policías y lanzaron explosivos y piedras”.

Los disturbios en Bnei Brak comenzaron a primera hora del domingo, luego de que la policía intentó cerrar las escuelas vinculadas a la dinastía jasídica Vizhnitz, cuyo rabino principal ordenó abrir los centros educativos a pesar del confinamiento nacional.

Los disturbios continuaron en la ciudad sureña de Ashdod, donde la policía cerró una escuela primaria ultraortodoxa que abrió sus puertas en violación de las normas de los ministerios de Salud y Educación que prohíben estudios presenciales.

Cientos de residentes miembros de la facción extremista de Jerusalén se concentraron en un cruce principal de Jerusalén para protestar por la aplicación de la ley.

Afirmaron que las autoridades habían “decidido obstaculizar al público ultraortodoxo de cualquier manera posible mediante métodos violentos e incivilizados utilizados por regímenes que creíamos desaparecidos”.

Durante la noche, jóvenes ultraortodoxos atacaron un autobús en las calles de Bnei Brak, rompieron los cristales y se enfrentaron a los pasajeros. El conductor fue trasladado al hospital con heridas leves. Luego de que el autobús fue evacuado, los alborotadores le prendieron fuego, de acuerdo a la cadena pública israelí Kan.

Según testigos presenciales, la policía no estaba presente en el lugar y el equipo de bomberos que fue llamado al lugar esperó a una escolta de la policía para comenzar la extinción del incendio. El fuego se acercó a los edificios residenciales cercanos, dañó cables eléctricos y provocó un corte de electricidad temporal. Los inquilinos fueron evacuados.

Aproximadamente una hora después del incendio, fuerzas especiales de la policía arribaron al sitio y arrojaron granadas paralizantes a los alborotadores en un intento por dispersarlos. Un sospechoso fue arrestado.

Anteriormente, el alcalde de Bnei Brak, Abraham Rubinstein, fue atacado por residentes de la ciudad. Al término de una reunión celebrada en el municipio de Bnei Brak, Rubinstein arribó al foco de los disturbios. Los manifestantes recibieron al alcalde con gritos despectivos, se apiñaron alrededor de su vehículo y lo golpearon hasta que se vio obligado a huir del lugar.

Además, extremistas ultraortodoxos vandalizaron una estación del tren ligero de Jerusalén y pintaron el parabrisas de uno de los vagones con aerosol negro en protesta a las obras de infraestructura para ampliar la ruta del ferrocarril. En la Plaza Shabat, la policía arrestó a dos sospechosos por perturbar el orden público, dañar semáforos y un autobús.

Mientras tanto, una fuente policial dijo a Kan que los participantes en los disturbios no son solo miembros de la facción extremista de Jerusalén, y agregó que “el uso de explosivos y fuegos artificiales contra oficiales de policía es una escalada”.

David Tzur, excomandante de la policía del distrito de Tel Aviv, dijo a la cadena pública que “el coronavirus ha debilitado a la policía y la ha convertido en el enemigo del público”.

“El caos y las decisiones políticas hacen imposible hacer cumplir las normas. En mi experiencia, la comunicación y el diálogo con los líderes de la comunidad ultraortodoxa resuelven los problemas sin violencia”, acotó.

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