Enlace Judío – La nominada del presidente estadounidense Joe Biden para ser embajadora en la ONU, Linda Thomas-Greenfield, se comprometió este miércoles a luchar contra el sesgo hacia Israel en el organismo internacional.

“Espero apoyar a Israel, oponerme al ataque injusto de Israel, las implacables resoluciones propuestas contra Israel injustamente”, dijo Linda Thomas-Greenfield en su audiencia de confirmación en el Senado, de acuerdo con The Times of Israel. Agregó que también planeaba trabajar con sus homólogos israelíes para reforzar la seguridad del Estado judío y “ampliar el círculo de la paz”.

Se le pidió que comentara sobre los recientes acuerdos de normalización entre Israel y países árabes. “Tengo la esperanza de que aquellos países que han reconocido a Israel bajo los Acuerdos de Abraham también vean algunas oportunidades para ser más cooperativos en la ONU y apoyar más la presencia de Israel allí”, dijo.

“Espero trabajar con Israel para desarrollar una estrategia… para comprometerse con países que agradecerían tener la experiencia de Israel para apoyar sus esfuerzos de desarrollo”, agregó.

Sobre el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel (BDS), Linda Thomas-Greenfield dijo que considera que las “acciones y el enfoque” adoptado por sus partidarios son “inaceptables”.

“Está al borde de ser antisemita, y es importante que no se les permita tener una voz en la ONU, y tengo la intención de trabajar en contra de eso”, dijo.

Sin embargo, también señaló que Biden “ha indicado que correremos para volver a unirnos al Consejo de Derechos Humanos”, del que Donald Trump sacó a EE. UU. por acusarlo de tener un sesgo contra Israel.

Linda Thomas-Greenfield argumentó que cuando EE. UU. abandona esos foros, pierde su capacidad para influir en ellos, y agregó que esa misma filosofía es lo que motiva a la administración de Biden a unirse a la UNESCO y restaurar la financiación a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA.

La administración Trump dejó la UNESCO en 2017 y detuvo sus millones de dólares en ayuda a la UNRWA en 2018, argumentando que ambos tienen un sesgo anti-israelí y ayudaron efectivamente a perpetuar el conflicto.

Linda Thomas-Greenfield se unió al Departamento de Estado hace más de tres décadas, cuando las mujeres afroamericanas eran aún más raras en el cuerpo diplomático de EE. UU. de lo que son hoy.

En sus 35 años como diplomática, ocupó cargos como subsecretaria adjunta en la Oficina de Población, Refugiados y Migración, embajadora de EE. UU. en Liberia y, más recientemente, subsecretaria de estado para asuntos africanos durante el mandato del expresidente Barak Obama.

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