Enlace Judío México e Israel – El Software. ¿Qué nos motiva?, ¿Cómo aparece el deseo?

La sexualidad evolucionó junto con la mentalidad del ser humano.

Comenzó en la prehistoria como una simple satisfacción del impulso reproductivo, luego ocupó un sitio en las creencias religiosas y más tarde fue perseguida y reprimida por la sociedad.

En la actualidad, la civilización intenta desarrollarla de una manera plena y racional. La manifestación de la sexualidad ocupa un lugar importante de nuestras vidas. Por esto es muy importante que se desarrolle en forma libre y plena.

Los seres humanos somos seres sexuados y expresamos la sexualidad de diferentes formas en cada etapa de nuestra existencia.

La sexualidad humana se manifiesta desde el inicio de la vida, en diferentes formas.

Desde niños descubrimos las similitudes y diferencias entre nuestros cuerpos y aprendemos que tocarnos y acariciarnos produce placer. Tomamos conciencia de la pertenencia a un determinado sexo, vamos incorporando roles y comportamientos relacionados con el género e imitamos los comportamientos de las personas que nos rodean.

Las motivaciones de la sexualidad infantil no tienen nada que ver con la sexualidad que empieza a manifestarse en la pubertad y la adolescencia, ni con la sexualidad adulta

La sexualidad, como todas las capacidades humanas, se desarrolla a lo largo del tiempo, paso a paso, y requiere de un entorno de afecto y respeto que facilite la maduración y el aprendizaje y ayude al niño a conocer y valorar su cuerpo, la intimidad, el afecto y el respeto.

Las actitudes de reproche o los castigos cuando el niño manifiesta curiosidad o ganas de reproducir sensaciones de placer pueden tener una influencia negativa en el desarrollo psicosexual.

La evolución de la sexualidad en los niños se da, por regla general, de acuerdo con las siguientes etapas:

De 0 a 3 años

·         La anatomía y fisiología sexual están definidas.

·         La fisiología del placer sexual está desarrollada. Algunos niños descubren estas capacidades y se auto estimulan.

·         Se inicia el descubrimiento del propio cuerpo y del entorno a través de los sentidos. Las sensaciones se reconocen como agradables o desagradables y se relacionan con sentimientos de seguridad o inseguridad.

de 3 a 6 años

·         Se muestra interés por el propio cuerpo y por el de los otros. Suelen exhibir abiertamente su cuerpo (se levantan la ropa o quieren estar desnudos), quieren mirar el cuerpo de otras personas.

·         Descubren el cuerpo como fuente de placer. La masturbación es una conducta natural (tocarse, restregarse con objetos…); ocasionalmente lo hacen en presencia de otras personas, con la familia, en la escuela, etc. Juegan a tocarse y a explorar el cuerpo de otros (tocan los pechos de su madre u otras mujeres…).

·         Se llevan a cabo conductas sexuales de imitación. Suelen imitar aquello que observan: las conductas de los adultos, familiares, animales…

·         Aparecen los celos, tanto hacia las figuras materna y paterna como hacia otros familiares.

·         La curiosidad y el deseo de saber y de interpretar aumentanFormulan muchas preguntas acerca de las diferencias anatómicas, el origen de los bebés, las formas de vestir, el significado de las conductas sexuales que observan y desarrollan sus propias teorías.

·         Se consolida la identidad sexual y de género.

De 6 a 10 años

·         Siguen demostrando interés por el propio cuerpo y por el de los otros como fuente de placer. Intentan mirar cuando una persona está desnuda y exploran los genitales jugando con niños de su misma edad; a ser novios, al papá y la mamá, al doctor, a yo te enseño y tú me enseñas, a hacerse cosquillas, a luchar). Se masturban (tocándose, restregándose con objetos…), generalmente en privado.

·         Continúan con la curiosidad y el deseo de saber y de interpretar. Si se ha percibido que la sexualidad es un tema tabú, las expresiones de sexualidad se reprimen y las preguntas disminuyen o no se hacen. Se interesan por el material de contenido sexual de los medios de comunicación.

·         Hablan sobre los genitales y otras partes del cuerpo que se consideran privadas. Dicen y repiten palabras relacionadas con las partes íntimas y las asocian a risitas, porque han comenzado a aprender que forman parte de un lenguaje “prohibido”.

·         Se agrupan en función del sexo (niños y niñas), empiezan a sentir atracción y surgen los primeros “enamoramientos”. Pueden experimentar con caricias y tocamientos.

·         Imitan lo que observan en las personas adultas; besarse, darse la mano, etc.

La pubertad va aproximadamente de los 10 y as 13 años y de ahí, la adolescencia llega hasta los 18 o 19 años
Al fin de la infancia y como preparación para la edad adulta aparecen la adolescencia y la pubertad.

En este momento se inicia el proceso de cambios físicos y hormonales que permiten la transformación del cuerpo infantil en un cuerpo adulto. Estos cambios preparan el organismo para la reproducción y para disfrutar del placer sexual adulto.

Los cambios que se experimentan son:
  • Aparece pelo en el pubis y en las axilas.
  • Aparece el acné en cara y espalda.
  • Los genitales internos y externos se desarrollan.
  • En las mujeres empieza el ciclo menstrual.
  • A las niñas les crecen los pechos y se les ensanchan las caderas.
  • En los hombres se producen las primeras eyaculaciones.
  • A los niños les cambia la voz y se les ensanchan los hombros.

Como en cualquier etapa de la vida, es muy importante aprender a relacionarse con el cuerpo sin vergüenza ni miedo, con naturalidad y respeto.

Los cambios en esta etapa producen desconcierto y tanto niños como niñas hacen valoraciones de su propio cuerpo, considerando diferentes criterios:

La vivencia de la sexualidad en estos momentos es intensa, apasionada y abrumadora y se caracteriza por:

Después de la adolescencia, vienen la juventud y la madurez. Sus rangos no son absolutos y dependen de muchos factores, sociales, genéticos y culturales, pero en promedio, la Organización Mundial de la Salud los ubica entre los 20 y los 25, la juventud y hasta los 65 – 70 la madurez, cuando empieza la vejez.

En estas etapas, si la persona ha alcanzado un buen nivel de maduración psicosexual y tiene los conocimientos y habilidades precisos, la sexualidad se manifiesta en toda su plenitud.

La vida sexual es un elemento más del estilo de vida, en constante evolución e incluye los siguientes elementos:

Tener o no tener pareja sexual.

Las buenas relaciones sexuales provocan la liberación de hormonas que producen un estado de bienestar que produce alegría y eleva la autoestima.

Se considera que tener una pareja estable es la situación idónea para una buena relación sexual, pero esto no es siempre así. Lo más importante, con o sin pareja estable es:

  • Darse permiso para disfrutar del placer.
  • Elegir bien con quién se quiere tener una relación sexual.
  • Utilizar la asertividad sexual para evitar relaciones o prácticas sexuales no deseadas.
  • Utilizar correctamente los métodos anticonceptivos y de prevención de infecciones de transmisión sexual.

En una relación sexual se involucra toda nuestra persona. Es una relación de intimidad que supone respeto hacia nosotros y hacia el otro. Cuando se comparte una relación sexual están implicados:

  • El cuerpo.
  • Los pensamientos.
  • Los sentimientos y las sensaciones.
  • La forma como hemos aprendido a comunicarnos.
  • Nuestra salud.

Por esto es de la mayor importancia escoger bien a la persona con la que queremos compartir una relación sexual, ya que es imprescindible que esta se comporte de forma respetuosa, nos haga sentir bien y no ponga en peligro nuestra salud.

Es imprescindible saber comunicar lo que nos gusta y lo que no, lo que queremos hacer y lo que no, y poner límites o dejar de tener una relación sexual cuando no nos sentimos a gusto, es imprescindible. Esta asertividad sexual, nos ayuda a evitar relaciones o prácticas sexuales no deseadas y situaciones de frustración y alejamiento, así como situaciones de abuso y violencia.

  • Vivir una situación de pareja estable.
  • La maternidad y la paternidad.
  • La menopausia y la andropausia.
Tener o no tener pareja estable

La relación de pareja implica compartir tiempo y energía y poder adaptarse a los requerimientos de esta situación, como:

  • Organizar el tiempo para que cada uno pueda dedicar la atención necesaria a la pareja y disfrutar de un espacio propio para el estudio, trabajo y relaciones familiares y con amistades.
  • Escoger el momento ideal para comenzar a convivir y decidir cómo lo van a hacer, por ejemplo, si va a ser en la misma casa.
  • Decidir sobre la forma de organizar la economía de la pareja.
  • Acordar la manera cómo se establecerá la relación con las familias de cada uno, respecto a festividades, visitas, creencias, etc.
  • Decidir si desean tener hijos y escoger el mejor momento, así como los métodos anticonceptivos que van a utilizar, en su caso.

Las situaciones de tensión por falta de acuerdos o incumplimiento de estos pueden ocasionar falta de deseo e insatisfacción en las relaciones sexuales. Si esto no se resuelve bien y a tiempo, la relación puede peligrar.

Algunas recomendaciones para evitar llegar a esto son:
  • Evitar la rutina.
  • Mantener una buena comunicación y complicidad.
  • Tolerar las diferencias.
  • Mantener espacios y tiempos propios.
  • Evitar renuncias que produzcan resentimientos que se cobren más tarde.
  • Compartir tiempo y responsabilidades.
  • Valorar las cualidades de la pareja

Desde la infancia, las creencias que tiene cada persona sobre la sexualidad y la forma de vivirla son muy importantes a la hora de expresarse sexualmente.

La vida sexual tiene una influencia muy grande en nuestra salud y en nuestra calidad de vida. Por esto resulta de la mayor importancia una buena educación sexual, desde los primeros días de vida. Este debe ser un proceso de aprendizaje continuo a lo largo de toda nuestra vida. Diario debemos reencontrarnos con nuestro cuerpo, nuestras sensaciones y nuestros sentimientos. El resultado será vivir más y más placenteros años.


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