Enlace Judío – Este viernes, el ministro de Salud de Israel, Yuli Edelstein, advirtió que una negativa a extender el confinamiento nacional por COVID-19 debido a disputas políticas, esto podría terminar mal para el país en cuanto a la pandemia.

“Algo peligroso puede suceder aquí a la medianoche del domingo”, dijo Edelstein en un comunicado, recogió The Times of Israel. “El confinamiento terminará debido a juegos políticos, se eliminarán las restricciones y reinará la imprudencia. Israel se convertirá en una incubadora incontrolable de coronavirus”.

Hizo un llamado al público para que “sean responsables y continúen imponiéndose las restricciones, incluso si no están obligados a hacerlo. Manténganse a salvo, a sus familias y amigos. Los políticos imprudentes no te obligan a ser imprudente”.

El presidente de la Knéset, Yariv Levin, anunció que el parlamento se reunirá el domingo por la tarde para votar la iniciativa de ley que busca aumentar las multas a los infractores de las restricciones sanitarias, una propuesta que está causando conflicto entre los socios del gobierno israelí y que tiene en vilo la posible extensión del confinamiento, que llegará a su fin el domingo.

El confinamiento está programado para finalizar durante la noche de domingo a lunes y el gobierno israelí planea extenderlo, aunque el partido Kajol Lavan del ministro de Defensa Benny Gantz ha dicho que no respaldará la idea hasta que la iniciativa de ley sea aprobada. Kajol Lavan afirma que la medida es necesaria para frenar de manera eficaz la propagación del coronavirus.

En caso de que la Knéset no apruebe la legislación y una extensión del confinamiento el domingo, habrá un período durante el cual no habrá ninguna restricción hasta que el gabinete pueda reunirse para ordenar uno nuevo.

Gantz había exigido que la Knéset se convocara el jueves para aprobar la iniciativa de ley sobre el aumento de las multas antes de una reunión de gabinete que iba a analizar la extensión del confinamiento.

El primer ministro Benjamín Netanyahu dijo durante una visita a un centro de vacunas en la ciudad beduina de Arara que apoya la aprobación de la legislación “tal como está redactada” lo antes posible y que la Knéset debería reunirse ayer para votarla. Sin embargo, no se celebró ninguna sesión de la Knéset y, como resultado, tampoco una reunión del gabinete.

Netanyahu y Gantz, aunque teóricamente alineados con la necesidad de que continúe el confinamiento, están divididos sobre el tema de aumentar las multas para quienes violen el cierre.

Gantz ha prometido que Kajol Lavan no aceptará extender el confinamiento a menos que se aumenten las multas y la aplicación de la ley sea uniforme en todos los sectores de la sociedad.

Sin embargo, los aliados ultraortodoxos de Netanyahu se oponen a la medida para aumentar las multas, ya que instituciones de la sociedad ultraortodoxa han continuado operando durante todo el confinamiento y críticos acusan que las fuerzas del orden se han mostrado por meses condescendientes con el sector religioso.

Aunque la violación de las restricciones sanitarias ha ocurrido desde toda la población israelí, en algunos sectores de la comunidad ultraortodoxa ha sido de manera notoria y constante, lo que también posiciona a esta como una de las más afectadas por la pandemia. El miércoles y el jueves se reportaron eventos masivos a puerta cerrada en comunidades ultraortodoxas para conmemorar la festividad de Tu Bishvat.

Reportes indican que el Ministerio de Salud buscaría una semana más de confinamiento, algunos ministros prefieren una extensión de solo unos días. Además, la dependencia se opondría a las sugerencias de que se levanten algunas restricciones del confinamiento, en particular reabriendo partes del sistema educativo y ciertas actividades comerciales.

El confinamiento, ahora en su tercera semana, no ha producido una caída significativa en el número de contagios, pese a que paralelo a ello corre ya una campaña masiva nacional de vacunación contra COVID-19. A miles de israelíes se les diagnostica el coronavirus todos los días y la tasa de pruebas positivas se ha mantenido en alrededor del nueve por ciento.

Los funcionarios del Ministerio de Salud, además del propio Netanyahu, han culpado del fuerte rebrote a nuevas variantes del coronavirus que se cree que son más infecciosas. Se cree que la denominada variante británica representa alrededor del 50 por ciento de todos los casos nuevos en Israel.

A lo largo de esta semana, más de 7,000 nuevos contagios diarios se han presentado en Israel en promedio, que ha acumulado hasta el momento 633,991 casos. La cifra de muertes llegó a 4,700, lo que ha dejado a enero como el mes más mortal para Israel en lo que va de la pandemia con más de un millar de decesos y los pacientes graves se mantienen en 1,200, de los que 424 están en condición crítica y 327 están intubados a ventilación mecánica.

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