Aranza Gleason – Este último año ha sido verdaderamente difícil para las comunidades religiosas. Funerales y bodas ocurrieron sin asistentes y en casi todo el mundo se prohibió reunirse. Pareciera una metáfora del declive que viene ocurriendo en el mundo desde hace varias décadas en donde cada vez se vuelve más difícil hacer florecer la fe.

Sin embargo, para estos momentos y años pasados siempre existieron figuras que nos recordaron la importancia de mantenernos en el camino religioso que hemos escogido; que nos dan ánimo y fuerza para vivir conforme a los ideales y exigencias que cualquier credo profesa. Hace dos meses falleció uno de los más grandes hombres que la ortodoxia moderna ha tenido y anteayer desafortunadamente escuché que otro gran rabino había fallecido. Rab Abraham Twerski a lo largo de su carrera como líder religioso, médico y psicólogo impactó en la vida de cientos de miles. La calidez de su persona, la sabiduría de sus palabras y la energía de su trabajo hicieron que se volviera una persona sumamente importante para el mundo dentro y fuera de la ortodoxia.

La primera vez que escuché de él, fue a través de un video de Youtube. Me lo enseñó un amigo que nada tiene que ver con el judaísmo, pero que le había maravillado su perspectiva de la autoestima y estaba poniendo en práctica los consejos que daba sobre el manejo de estrés. Me sorprendió la paz que trasmitía al hablar y la sencillez con que trasmitía conceptos tan profundos. Me encantó y empecé a buscar escritos y videos suyos. Pienso que fue una de las personas que impactó fuertemente en mi crecimiento espiritual. Me gustaría delinear algunas de las características que más llegué a admirar de él.

La habilidad de integrar la Torá al mundo

Existe una enorme diferencia entre conocimiento y sabiduría. El primero se adquiere a través de la reflexión y el trabajo intelectual y no necesariamente impacta en la vida de quien lo estudia. Sin embargo, la segunda se adquiere sólo a través de la experiencia personal y el desarrollo de una sensibilidad específica a lo largo de la vida. La Torá nunca fue pensada para ser un conocimiento frío desconectado de la persona y el entorno. Fue hecha para impactar en la vida de la gente que la estudia y la sigue.

Una de las cosas que siempre admire más de Rab. Twerski era su habilidad para hablar de la vida cotidiana con inmensa profundidad e infundir valores judíos y principios toraicos sin siquiera tener que mencionar el origen de los mismos. Sus palabras eran leídas y escuchadas por gente de todos los contextos posibles precisamente porque sabía distinguir entre lo esencial y lo prescindible y comunicarlo a la gente. Además era un hombre que vivía profundamente las enseñanzas que profesaba.

No se limitaba a estudiar y hacer videos sino ejerció como psiquiatra y psicólogo en numerosos institutos y ayudando a muchas personas a enfrentar problemas de adicción, autoestima y maltrato. Sabía que la Torá fue hecha para infundir y compartir sabiduría al hombre sin discriminar el origen del mismo y lo vivía con ímpetu y energía. Pues finalmente no distinguía entre la Torá y el mundo, sabía y expresaba que D-os se manifiesta a través de ambas y mutuamente se retroalimentan.

La importancia de la empatía

Otra de las características que resaltan en sus escritos es la importancia que le da al desarrollo del carácter y las emociones en el hombre. Cuando le preguntaron sobre los libros que había escrito el respondió que hablaba sólo de un tema: “autoestima.” Para él la forma en que uno responde al mundo, en que se ve a sí mismo, en que mira a D-os y trata a los demás es finalmente lo que nos conforma y todo ello está impregnado del control que tenemos sobre nuestras emociones y la perspectiva que hemos formado de nosotros mismos a lo largo de la vida.

Gran parte de sus videos y escritos se centran en cómo responder frente a determinadas situaciones. Sin embargo, su aproximación no es punitiva ni estricta se basa en entender las emociones propias y saber darles cabida en la vida para poder controlarlas. Cuando uno mira su expresión corporal y facial, se percibe una gran paz de su parte y un gran control interno. Promovía en gran medida la empatía y la compasión tanto con uno mimo como con los demás. La base de dicha empatía en muchas formas representa entender las emociones.

La importancia del perdón

Otra gran virtud que se puede aprender del legado y el ejemplo que rab Twerski dejó es la importancia que tiene aceptar los errores de uno mismo y crecer a través de ellos. Todo su trabajo se dirigía hacia el crecimiento constante en la espiritualidad y el conocimiento personal. Sin embargo, donde tuvo mayor acción fue en el ámbito de las adicciones fundando él mismo dos centros de rehabilitación en los cuales trabajaba como médico emérito.

Por eso cuando leí un artículo donde él mismo hablaba de su adicción me sorprendió mucho, nada en su persona mostraba haber pasado por ella. Sin embargo, como el explicaba haber salido de la adicción lo llevó a conocerse profundamente y a hacer las paces con sus defectos. En cierto sentido, logró hacer que sus defecto se convirtiera en su fortaleza, pues a través del conocimiento de sí mismo pudo desarrollar toda una filosofía y una forma de vida que lo llevarían a ser uno de los rabinos más grandes y conocidos de nuestros días y uno de los médicos más importantes en el tema de adicción. En muchos de sus videos habla de cómo el perdón y el conocimiento de uno mismo es lo que finalmente guían a la persona a un crecimiento espiritual constante. En muchos de sus escritos menciona los 12 pasos de AA para hablar del desarrollo personal.