Enlace Judío – El médico que desarrolló un tratamiento experimental israelí que ha mostrado alta efectividad contra el COVID-19 en ensayos clínicos preliminares, dice que este podría brindar esperanza a los países pobres que aún no tienen acceso a las vacunas.

El profesor Nadir Arber le dijo este martes a The Times of Israel que, con el ensayo de fase 1 recién completado, ha solicitado al Ministerio de Salud comenzar un ensayo de fase 2. Esto dará una imagen más confiable de la eficacia, ya que la fase 1 es pequeña, se ocupa principalmente de verificar la seguridad y carece de un grupo de placebo.

Netanyahu ya ha ayudado a allanar el camino hacia una prueba en varios países. Después de reunirse con Arber el lunes, el mandatario recibió a su homólogo de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, quien se ofreció a que un hospital griego de relevancia participara en las pruebas en el marco de la cooperación bilateral. Durante el encuentro entre ambos líderes, Netanyahu calificó de “fármaco milagroso” al EXO-CD24.

Arber dijo que Netanyahu también dejó en claro que ayudará a eliminar retrasos burocráticos innecesarios. El médico enfatizó que esto no vendrá a costa de pruebas escrupulosas y seguras.

Las noticias alentadoras sobre EXO-CD24 se producen a medida que aumentan las preocupaciones a nivel mundial por la falta de acceso de los países pobres a las vacunas.

Sin intervenir en los debates sobre la distribución de vacunas, Arber dijo que cree que su medicamento puede brindar una esperanza significativa a los países en desarrollo de África y otros lugares que aún no tienen acceso a las vacunas.

“Podemos producir este medicamento de manera eficaz, eficiente y económica, por lo que esta podría ser una solución parcial para los países que actualmente no pueden pagar una vacuna”, dijo. “Este es nuestro deber, llevar el mensaje de esperanza al mundo entero”.

El medicamento combate la tormenta de citocinas, una agresiva reacción inmune del cuerpo humano potencialmente letal que ocurre como resultado de la infección por coronavirus, considerada el origen directo de muchas de las muertes asociadas con el COVID-19.

Utiliza exosomas (pequeños sacos portadores que transportan materiales entre las células) para llevar una proteína llamada CD24 a los pulmones, y se cree que esta proteína ayuda a calmar el sistema inmunológico y frenar la tormenta.

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