Jojmá, tenuvá y da’at. La creación del mundo según el judaísmo

Rab Shlomo Katz – El rey Shlomo escribe en Mishlei (3:19-20): “Hashem fundó la tierra con jojmá / sabiduría; estableció los cielos con tevuná / entendimiento; a través de Su da’at / conocimiento, las profundidades fueron hendidas y los cielos gotearon rocío”. Rabbeinu Yonah z “l (España; 1180-1263) relaciona estos versos con nuestra parashá. El mundo, escribe, fue creado con – es decir, con el propósito de – jojmá, tevuná y da’at. Todos ellos se refieren al estudio de la Torá.

Cada uno de los tres términos utilizados tiene un significado distinto, y su ubicación en los versículos no es una coincidencia, continúa Rabbeinu Yonah. Jojmá es la forma más baja de aprendizaje, ya que se refiere a la información que uno recibe de otro. Tevuná se refiere a la información que uno obtiene al analizar la jojmá que le fue enseñada. Por último, da’at se refiere a las ideas fundamentales que una persona descubre por sí misma una vez que ha desarrollado sus propias capacidades intelectuales. Los versículos toman prestados estos tres niveles para referirse a la creación de la tierra, los cielos y el funcionamiento de los distintos elementos del universo, respectivamente. Esto indica la importancia relativa de estas tres creaciones. La tierra es la menos importante, los cielos la segunda, y el funcionamiento real del universo, el más importante.

Rabbeinu Yonah continúa: Encontramos otro trío en los tres términos que la Torá utiliza para describir la creación: briyah / crear, yetzirah / formar y asiyah / hacer.

Otro trío son los tres tipos de contenido que se encuentran en la Torá: leyes, promesas de recompensa y amenazas de castigo, e historias. El propósito de las dos primeras es obvio, mientras que el propósito de la tercera es que sigamos el ejemplo de los tzadikim mencionados en la Torá. (Drashot U’perushei Rabbeinu Yonah Al Ha’Torah)

Fuente: torah.org

Sefora: Séfora es una mujer adulta con corazón de niña, cree fuertemente en que el único sentido del hombre es ético y como tal tiene una misión en la vida. Quiere recuperar una tradición perdida y agradece a Dios todos los días haber nacido como mujer. Le gustaría llegar a ser excelente ama de casa un día. Recuerda que la raíz de su nombre es hebrea (Tzipora) y quiere decir pájaro, símbolo de la libertad; para ella, el bien más preciado. Ve en el judaísmo una fuente de vida muy valiosa y se acerca a rabinos, escritores y personajes judíos para interpretar su mundo. Busca traducir palabras bellas para que más personas puedan encontrase en este mar.