Enlace Judío México – Uno de los eventos más misteriosos de la Torá es el momento en que Moisés rompe la Tablas de la Ley. Más interesante aún es el hecho que D-os mismo aceptará su acción como natural; Moisés jamás escucha una represalia, ni recibe castigo por romper las tablas. Es más, D-os acepta su acto como bueno.

¿Por qué? Las Tablas de la Ley representan lo más sagrado que ha habido en el planeta Tierra; fueron hechas por D-os mismo y gravadas por Su mano. ¿Por qué entonces destruirlas fue bueno? ¿Por qué D-os le otorga dicho poder a Moisés?

El Talmud no tiene una sola respuesta a estas preguntas. A través de él podemos ver muchas historias y reflexiones que hablan de este evento. Los siguientes fragmentos, son tan sólo una selección, de distintas perspectivas.

Midrash Rabá. Se rompieron naturalmente.

Cuando El Santo Bendito Sea dio a Moisés las Tablas, éstas eran capaces de cargargarse a sí mismas [como si no tuvieran peso]. Pero cuando Moisés descendió y se acercó al campamento, y vieron al becerro, las letras de las Tablas volaron y las Tablas se volvieron pesadas en las manos de Moisés. Como está dicho “Cuando la ira de Moisés hirvió, tuvo que soltar las Tablas de sus manos” (Éxodo 32:19)

Rashi. Moisés las rompe para salvar al pueblo judío.

Ello puede ser comparado con un rey que sale de viaje y deja a su prometida con las doncellas. Gracias al mal comportamiento de las doncellas, ella adquiere mala reputación. Su “chambelán” (el hombre encargado de defenderla) se levantó y rompió el contrato de matrimonio. Dijo “Si el rey decide matarla, le diré: ‘Ella no es aún tu esposa’.”

Meshej Jojmá. Moisés las rompe como una enseñanza

Cuando vieron que Moisés se retrasaba (al bajar de la montaña) perdieron su fe, y buscaron un dios extraño para usar como un conducto divino… y esa es la razón por la cual Moisés se enfadó: “¿Acaso piensan que yo importo? ¿Qué santidad existe más allá que D-os mismo? ¡Llegaron al extremo de hacer un becerro en mi ausencia! El Cielo lo prohíba, yo soy una persona como ustedes, y la Torá no recae sobre mí, incluso si yo no hubiera nacido la Torá permanecería igual.”

Artículos relacionados: Las Tablas Rotas