Cambios de Presidencia en KKL México

Enlace Judío México e Israel- El pasado 14 de febrero, en una ceremonia en la que estuvieron presente el Embajador de Israel, Zvi Tal, la agregada cultural y de diplomacia pública de la Embajada, Tal Ithzhakov, y el Vice Presidente Mundial de KKL, Hernán Felman, se presentó el informe del bienio 2019-2020 de KKL México y se presentaron los nuevos titulares del Consejo Directivo y de la Mesa Ejecutiva.

Las siglas KKL son de uno de los pilares del Estado judío. Keren Kayemet LeIsrael, el fondo Nacional Judío, fue creado en el año 1901 en Basilea, Suiza, para actuar como un fondo económico del movimiento sionista, destinado a la adquisición de tierras en la patria ancestral del Pueblo Judío. KKL hizo partícipe a los judíos del mundo de la compra de terrenos en la entonces Palestina, a través de la “alcancía azul” (o pushke) que repartió por millones.

En dicha ceremonia, Nathan Shteremberg, quien preside Enlace Judío, recibió título de Presidente Honorario de KKL México “hasta los 120 años” y pasó la estafeta al Dr. Samuel Bukrinsky, quien encabezará el Consejo Directivo de KKL México.

A su vez, Rebeca Mischne entregó el cargo de Presidente de la Mesa Ejecutiva KKL México al Sr. Andrés Slovik.

Con unas sentidas palabras, Nathan Shteremberg agradeció la oportunidad de servir al KKL, diciendo que con la experiencia, se lleva “una gran enseñanza de sionismo y de amor al estado de Israel”.

“Son indescriptibles las experiencias que tuve al frente de esta gran institución” dijo el flamante Presidente Honorario: “La credencial del KKL me abrió las puertas a un judaísmo maravilloso; conocí a grandes personajes que hoy son mis amigos y lamentablemente muchos de ellos ya se nos adelantaron”.

Recordó a dos grandes personajes: “Manuel Levinsky que me introdujo al mundo del sionismo y a mi muy querido Mordejai Dayan, expresidente mundial del KKL, que me enseñó a amar a Medinat Israel”.

Enfatizó que “el KKL es una institución de 120 años, pero moderna y con ideas vanguardistas, que se adelantó por muchas décadas a proyectos ecológicos mundiales, que actualmente comparte con muchos países del mundo”.

“No es un activista más, sino un hombre que se pone al frente. No alguien que dice “debemos hacer”, sino “voy a hacer, acompáñenme”: así describió Hernán Felman a Shteremberg, aseverando que “México está a la cabeza de la labor del KKL”.

Al despedirse de su cargo, Rebeca Mischne enfatizó la importancia de de la continuidad: “Justo ahí, en las futuras generaciones, está la clave; será el reto de todos mantener encendida en los jóvenes su identidad judeo sionista”.

Este concepto se hizo patente al entregar Elvira Bicaci de Grezemkovsky, presidenta saliente del Comité de Educación, su informe. En el mismo, se reflejó la importancia que otorga KKL a la educación.

Enlace judío da la bienvenida al Dr. Samuel Bukrinsky, presidente del Consejo Directivo de KKL México y a Andrés Slovik, Presidente de la Mesa Ejecutiva.

“¡Yo odiaba esta alcancía azul!”

Al ser convocado a decir unas palabras, Hernán Felman, vice presidente mundial de KKL, prefirió dejar a un lado lo escrito y relatar un emotivo recuerdo.

Alguna vez Felman estaba encabezando un evento del KKL cuando una anciana pidió autorización de dirigirse a la audiencia.

Apoyándose en un bastón, logró abrirse camino hacia donde se encontraba el podio y reveló que este era su primer viaje a Israel.

Relató que, de niña, estuvo en el ghetto de Varsovia. Y allí, en medio de la hambruna y la muerte, cada tarde de viernes, su padre obligaba a sus hijos a colocar una moneda en la famosa pushke, la alcancía azul del Keren Kayemet.

Cada moneda era equivalente a un pedazo de pan y los niños famélicos la veían desaparecer en la ranura de la caja.

“Yo odiaba esta alcancía azul” dijo la mujer “Para mí, ponía en peligro nuestra supervivencia”.

“Hoy, después de dos día recorriendo el Estado de Israel, me sorprende notar que todo lo que veo es obra del Keren Kayemet”.

“Por ello, quiero pedir públicamente perdón a mi padre, pues cada noche en que fui a dormir con hambre no fue en vano: permitió la creación del Estado de Israel”.