Enlace Judío México e Israel – “No hay nada en tu destino, nada en tu futuro, que no puedas lograr”.
Larry King

Hoy se cumple un mes del fallecimiento de una de las más grandes figuras del periodismo. Con más de 40,000 entrevistas realizadas, es difícil olvidar la gran trayectoria de este personaje de corbata, anteojos y esos tirantes que siempre lo caracterizaron.

Lawrence Harvey Zeiger, conocido como Larry King, nació en noviembre de 1933 en Brooklyn, NY, de padres judíos ortodoxos emigrantes de Ucrania y Lituania. A los nueve años, Larry perdió a su padre cuando éste sufrió un ataque al corazón. Durante su niñez  sufrió una situación económica precaria.

Desde los 5 años anhelaba estar en la radio y siempre  sintió una gran curiosidad de indagar acerca de las personas. Su carrera comenzó a los 22 años cuando decidió convertirse en locutor. Después de tocar varias puertas se le abrió una en WAHR, una pequeña estación de radio en Miami  donde aceptó un trabajo de barrendero con la condición que si se abría alguna posición lo contratarían, y así fue.

Comenzó a escribir para periódicos y fue el pionero en realizar  “llamadas en vivo” a la gente que entrevistaba. En 1985 Ted Turner lo invitó a trabajar a CNN en el programa Larry King Live, convirtiéndose éste en el programa con mayor rating al aire.

A pesar de que muchas veces su trabajo fue criticado por no hacer preguntas agresivas el respondía “No me interesa humillarlos, no me interesa adularlos, solamente soy curioso.” Es por eso que diferentes figuras entre los cuales destacan músicos, deportistas, mafiosos y criminales, siempre se sintieron cómodos al ser entrevistados por Larry.

Diferentes personalidades como Yasser Arafat, Isaac Rabín, Bill Clinton, George W. Bush, Vladimir Putin, Martin Luther King Jr. y Barbra Streisand fueron entrevistados con el estilo tan peculiar que solo Larry King tenía. Su entrevista favorita fue la que le realizó al cantante Frank Sinatra aunque también confesó que por más que lo intentó, nunca logró entrevistar al Príncipe Carlos, Osama bin Laden ni al Papa.

Contrajo matrimonio 7 veces y tuvo 2 hijos hijos con su última esposa que pertenece a la  religión mormona y la acompañaba a sus servicios. A pesar de considerarse un agnóstico y de no ser un judío practicante siempre sintió un gran orgullo de  sus raíces. Siempre iba al templo en Rosh Hashaná y Yom Kipur por respeto a sus padres y curiosamente algo que nunca hizo fue mezclar la carne con la leche. Lo que más le gustaba del  judaísmo era el humor y que ésta fe siempre lleva a las personas a cuestionarse.

Su nombre judío era Leibel que significa león y siempre sintió que su personalidad tenía gran afinidad con su nombre hebreo. Si para algo utilizó su fama fue para ayudar. Fue un gran filántropo y siempre apoyó a las comunidades judías. “Amo ser judío, estoy orgulloso de mi judaísmo y amo a Israel” expresó King en una entrevista para The Jerusalem Post.

A lo largo de su carrera obtuvo varios premios Emmy y 2 premios Peabody. Las numerosas entrevistas que realizó, así como los distintos reconocimientos que obtuvo a lo largo de 60 años de carrera, son un testimonio de su gran talento y de un impecable trabajo periodístico. Dijo que nunca se iba a retirar y así fue. Es uno de los periodistas más destacados de nuestra época y sin duda alguna, lo recordaremos por siempre.


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