Enlace judío México e Israel – México y el mundo enfrentan una crisis económica tanto o más preocupante que la crisis sanitaria. Así lo considera Carlos Rahmane, director general de Exitus Capital, quien conversó en exclusiva con nosotros sobre cómo su empresa puede impulsar tu proyecto de emprendimiento.

“Creo que ya ahorita es momento de pasar de la emergencia sanitaria a atender la emergencia económica”, dijo en entrevista el empresario Carlos Rahmane, cuya empresa, Exitus Capital, ha ayudado a numerosos emprendedores a ver sus ideas convertidas en negocios rentables.

“Si bien todavía el tema de la pandemia no está resuelto”, el inicio de la vacunación nos ha permitido “empezar a ver la luz al final del túnel”, agregó. Pero ante el vislumbre de un repliegue de la pandemia, surge la inquietud de una emergencia económica cuyas consecuencias todavía no podemos prever.

La emergencia económica “nos preocupa inclusive un poquito más que la pandemia”, dijo, “porque si bien la pandemia ataca directamente a la salud, la emergencia económica ataca a la salud de las empresas y a la salud del patrimonio de las familias.”

La pandemia ha frenado la actividad de empresas en “diferentes sectores y en diferentes nichos”, y estos “van a empezar a caminar a diferentes velocidades unos que otros. No es lo mismo una maquiladora en Aguascalientes que un hotel en la Riviera Maya”, explicó.

“Otro efecto que está teniendo a nivel económico son las decisiones que está tomando el gobierno”, lamentó Rahmane, y añadió que estas decisiones “están sacudiendo al entorno económico de una manera bastante agresiva.”

Añadió: “Me preocupa el entorno económico comunitario. Creo que ahí sí, la comunidad (judía de México), teniendo tanta dependencia de negocios familiares, teniendo tantos emprendedores (porque nuestra comunidad está llena de emprendedores)… creo que es momento de unir fuerzas y ver de qué manera los que estamos en esto vamos a poder contribuir para paliar o ayudar a transitar esta tormenta que viene.”

El otro Oxígeno

“El efectivo, la liquidez, el dinero es el oxígeno de las empresas”, dijo Rahmane. “Entonces, nosotros estamos poniendo a disposición de todas las empresas mexicanas, inclusive de la comunidad (judía), estas ofertas de financiamiento, de crédito, de facilitar el acceso al financiamiento para que puedan continuar con vida estas empresas y sobre todo continuar con estas fuentes de empleo, que eso es lo que, a final de cuentas, tenemos que tratar de preservar.”

Exitus Capital es una SOFOM dedicada a otorgar financiamiento a PyMES en el mercado mexicano. Pero a diferencia de otras empresas del rubro, la cercanía, el contacto humano y la empatía son, en palabras de su director, el sello distintivo que convierte a esta empresa en una de las consentidas de la comunidad.

“Exitus lo que hace es ayudar y acompañar a las empresas con opciones de financiamiento, de acuerdo a la necesidad de cada una de esas empresas, para poder navegar por esta turbulencia.”

Pero no sólo a las empresas. “Para efectos de la economía familiar (…) lo que tenemos en Exitus para apoyar a las familias en este tema, es poder mejorar las inversiones que estas familias o estas personas tienen en cualquier instrumento de inversión, para poder ofrecerles mejores soluciones, más flexibles, con mejores rendimientos, para que puedan tener un mejor ingreso, y eso permita ayudarlos a transitar esta situación.”

La misión de Exitus es acompañar a las empresas y a las personas. Y la confianza es fundamental para una relación de este tipo fructifique.

“Es muy sensible todo esto porque hay que tener mucha confianza cuando hablamos de dinero, cuando hablamos de patrimonio, cuando hablamos de inversiones… hay que hacerlo en un tono de mucha confianza, de mucha cercanía y, sobre todo, de mucha empatía. Eso, los banco no lo hacen.”

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La pasión de Rahmane es “escuchar las necesidades de la gente, entenderlas y ayudarles a resolverlas.” Y es en esa cercanía en donde descansa el éxito de la empresa.

“No somos una empresa gigantesca. Somos muy cercanos, nos gusta escuchar, nos gusta entender y nos gusta ser empáticos con la gente que está del otro lado. Tratar de, justo eso, estar del mismo lado para apoyarlos en lo que necesiten y en lo que nosotros sabemos hacer. La mejor manera de transitar por una crisis es sumar sobre las fortalezas de cada quien.”

Casos de éxito

Reluce, aunque con cierta timidez, la satisfacción en la mirada de Rahmane cuando se le pide recordar algunos casos de éxito que pueda ofrecer a nuestros usuarios como ejemplo de lo que Exitus puede conseguir para los emprendedores.

“Nosotros acompañamos a David Samra en el proyecto de Hero, nosotros algo tuvimos que ver con eso y justo cuando David se acercó conmigo dije ‘¿cómo puedo hacer para que un emprendedor de este calibre… pues transmitirle capital, el aprendizaje o la experiencia y que pueda convertirse en un caso de éxito?’. Hoy en día puedo decirte que he aprendido más yo de él que él de mí.”

También nos cuenta la historia de “una chica de Monterrey (que) se acercó con nosotros. Tiene una línea de cosméticos artesanales. Te quiero decir que gracias al apoyo que le dimos, hoy ya es uno de las principales proveedores de Sephora a nivel internacional.”

Y como el emprendimiento abarca territorios muy diversos, “estamos por financiar una película que va a salir el año que entra. Ese tipo de flexibilidad y ese tipo de creatividad” son lo que distingue a esta empresa, que busca hacer realidad las ideas de los emprendedores.

Ahora, mientras la crisis sanitaria y económica tiene en vilo a muchísimas personas, Rahmane recuerda un caso análogo:

“Tenemos un cliente, buen amigo de nosotros… Cuando fue la epidemia de la influenza H1N1, en 2009, ellos tenían una fábrica de gel antibacterial. Y la verdad es que en ese entonces nadie ni lo conocíamos ni lo usábamos. Y en ese entonces se acercó con nosotros, le ayudamos a adquirir máquinas en Europa, en Alemania, logró un éxito inmenso, y hoy esa empresa ya se vendió a una multinacional y es el principal proveedor de gel antibacterial a nivel nacional.”

Las épocas de crisis, suele decirse, son épocas de oportunidades. Pero para una empresa como Exitus, acompañar a un emprendedor o a una emprendedora hasta la cima requiere de un oído atento, de una inteligencia afinada para valorar las ideas en su contexto.

“Tienes que entender qué es lo que hay detrás, tienes que validar esas ideas, saber que detrás de cada idea hay un proyecto, hay horas, hay mucho trabajo y mucha intensidad, y la fortaleza de nosotros es hacer viables financiera y económicamente esas ideas para que puedan convertirse en caso de éxito.”

Al final, lo que determina el éxito es una sinergia: “creo que es una combinación tanto del empuje y la determinación del emprendedor como de nuestra experiencia en temas económicos y financieros.”

Sobre qué ve Carlos Rahmane en un emprendedor, que le haga intuir o suponer que tendrá éxito, el empresario dice que “hay un par de comunes denominadores en emprendedores que generalmente tienen éxito. Uno, tener una idea clara, una idea firme y tener la resiliencia para hacer que se convierta en una realidad.”

Pero hay algo todavía más importante. “Hay un concepto que nosotros usamos mucho que es el sweet spot. Cuál es el común denominador que hay entre la gente que tiene éxito —y no nada más me refiero a éxito económico, me refiero a tener una vida exitosa, plena, con desarrollo—, pues cuando haces lo que te gusta, cuando eres bueno para eso y cuando logras generar un ingreso con esa actividad. Cuando combinas esas tres, estás en tu espacio ideal.”

Exitus también comenzó como un emprendimiento

Con esa determinación comenzó Exitus. “En 2008 yo decidí arrancar con esto para poder traducir esta visión de lo que me gusta hacer y sobre todo, de poder acompañar y ayudar a más emprendedores y a más empresarios a convertir su idea en realidad. Logramos convencer a algunos fondos, a algunos inversionistas, confiaron en nosotros y pues eso es justo la definición del sweet spot.”

A los jóvenes emprendedores de la comunidad judía de México, Rahmane les dice:

“Necesitamos que se arriesguen, necesitamos que se acerquen a gente como nosotros, sin miedo y con toda la voluntad del mundo para aterrizar sus ideas y sus planes.” Pero también aprovecha el viaje para mandar un mensaje a las sociedades financieras y empresas afines:

“Necesitamos abrirles el espacio (a los jóvenes emprendedores), escucharlos, acompañarlos para que esas ideas y esos proyectos y esos planes se conviertan en realidad. Creo que tenemos un capital inmenso en la comunidad, de gente con mucha experiencia, con valores, con éxito, que si lo ponemos al servicio de los emprendedores jóvenes, de chavos emprendedores, vamos a llenarnos de casos de éxito como hasta ahora ha sido. Creo que esa es nuestra obligación y nuestra responsabilidad de los que ya estamos un poquito más allá del bien y del mal.”

Aunque el emprendimiento es una característica muy ligada a la comunidad judía, Rahmane considera que todavía hay mucho trabajo por hacer, “desde las escuelas. Tuve el honor y el privilegio de presidir el Consejo de Educación hace algunos años, creo que hay mucho trabajo que hacer ahí. Creo que hay que desarrollar esa mentalidad emprendedora, la verdad es que somos una comunidad llena de emprendedores, pero creo que hay mucho más potencial para tener casos de éxito y sobre todo, insisto, no en el tema económico, sino en una vida balanceada, equilibrada, donde se balancee la familia, el éxito empresarial, el desarrollo personal… creo que todo eso sí tenemos que lograr transmitirlo, balancearlo para ver qué tipo de futuro queremos tanto en la comunidad como en el país.”

El compromiso con México

Para Rahmane, el éxito está relacionado con los vínculos, con la responsabilidad, con el entorno. Opina que “tenemos que fortalecer ese vínculo tanto con la comunidad como con el país desde la escuela y desde la casa, ir construyendo y fortaleciendo ese vínculo (…). Ya que tengamos eso entendido pues poder abrirles espacios en empresas como Exitus y en muchas otras empresas que hay dentro de la comunidad, para que puedan desarrollarse”

En la visión de este impulsor de emprendedores, los proyectos no solo deben ser económicamente rentables y exitosos, sino que “sean satisfactorios para mucha gente, que impacten sobre todo al país. Yo considero que tenemos una deuda importante con el país, y tenemos que formar empresarios responsables, íntegros, que se comprometan con este país.”

 

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