Enlace Judío – El gobierno de Israel responsabilizó este miércoles a un barco de propiedad libia de ser el culpable del derrame de petróleo de hace dos semanas que afectó decenas de kilómetros de sus costas.

La ministra de Protección Ambiental de Israel, Guila Gamliel, aseguró en una rueda de prensa que a lo largo de los últimos días se han hecho labores intensivas para dar con el navío que generó el desastre ambiental, considerado uno de los mayores en la materia en Israel, recogió Ynet.

La información también fue compartida por la funcionaria por medio de su cuenta de Twitter.

“Después de que redujimos el número de sospechosos en el incidente, descubrimos que no se trata de un delito ambiental, sino de terrorismo ambiental”, afirmó la funcionaria, sugiriendo una intencionalidad nociva contra Israel tras la contaminación y detallando al buque responsable como “un barco pirata propiedad de una empresa libia que salió de Irán“.

Irán está operando actividades terroristas no solo por medio [de su intención de obtener] armas nucleares o tratando de establecerse en nuestras fronteras. Irán está generando terrorismo al dañar el medio ambiente”, agregó Gamliel.

De acuerdo con la funcionaria, antes de acercarse a los mares de Israel, el barco libio de casi 20 años de antigüedad apagó su transmisor y generó la contaminación entre el día 1 y 2 de febrero.

Luego de ello, precisó, el barco continuó su curso hasta llegar a un puerto de Siria para descargar su cargamento de petróleo al país aliado de Irán antes de emprender el viaje de regreso. Gamliel afirmó que el gobierno de Israel buscará exigir una compensación por los daños ambientales generados en su costa.

También se reveló que el barco, de nombre Emerald, ingresó en dicha ruta al mar Mediterráneo por primera vez en ocho años.

Pese a las declaraciones de Gamliel, la responsabilidad directa e intencional de Irán es puesta en duda por otros funcionarios, lo que no descartaría un accidente. Un alto funcionario de seguridad de Israel, citado por la cadena pública israelí Kan, afirmó que se desconoce la existencia de una participación directa del régimen de Teherán en cuanto lo sucedido con el barco.

Los informes sobre la contaminación surgieron por primera vez a mediados de febrero cuando una ballena de 17 metros apareció muerta en la costa sur de Israel, junto con otros animales salvajes.

Se lanzó una operación de limpieza masiva después del derrame, con miles de israelíes que se ofrecieron como voluntarios para ayudar a limpiar la costa, junto con trabajadores de la Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel e incluso soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel.

El Ministerio de Protección Ambiental informó el martes que ya había retirado unas 120 toneladas de arena, desechos y otros materiales contaminados de las playas costeras del norte de Jisr az-Zarqa, Herzliya, Atlit y Palmajim en el centro de Israel, de acuerdo con The Times of Israel.

La dependencia señaló que se estaban realizando preparativos para recoger los desechos de Haifa, Rishon Lezion, Netanya, Tel Aviv, Nahariya y todas las playas bajo resguardo de la Autoridad de Naturaleza y Parques de Israel.

Las 120 toneladas de residuos recogidas hasta el momento son una décima parte del total estimado.

Según estimaciones de las autoridades locales, las cinco playas de Haifa han acumulado 152 toneladas de desechos contaminados, con 100 toneladas en Atlit, 40 en el norte de Nahariya, 12 en Tel Baruj y diez en las playas de Rishon Lezion y Sironit en Netanya.

Un total de 13.8 millones de dólares fueron aprobados hace una semana por el gobierno para limpiar el desastre.

La semana pasada, cuando la limpieza se aceleró, el Ministerio de Salud ordenó una prohibición preventiva de la venta de pescado y otros mariscos del mar Mediterráneo.

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