Enlace Judío.- Una enfermera del Centro Médico Hadassah de Jerusalén se ganó el agradecimiento de una familia de Jerusalén Este por amamantar a la bebé de una mujer que resultó gravemente herida en un accidente automovilístico el sábado, publicó The Times of Israel en su sitio web.

El bebé de 4 meses no aceptaba el biberón y lloró en voz alta durante horas; la enfermera Yael Cohen se ofreció a ayudar: “Como madre, me rompió verla sufrir”

La familia de cinco personas resultó herida en la colisión del automóvil con un camión en el área de Hebrón.

El bebé de cuatro meses no aceptaba el biberón y estuvo llorando en voz alta durante horas. El personal estuvo considerando alimentarla por vía intravenosa, pero cuando llegó la enfermera Yael Cohen, se ofreció a darle el pecho.

“No me resultó extraño ofrecerlo, aunque nunca he amamantado al bebé de otra persona”, dijo Cohen, madre de dos hijos del asentamiento de Nokdim.

“Le pregunté a la tía que la cuidaba si le parecía bien que amamantara a la bebé, quería oír que le parecía bien. Inmediatamente se entusiasmó y me agradeció con alegría”, relató Cohen. “Estaba indefensa, no sabía qué hacer.

“Como madre, me rompió ver [al bebé] sufrir. Tenía hambre, su madre no estaba a su lado y lo único que podía calmarla no estaba disponible”, dijo.

“Me senté, la llevé, la tranquilicé y la alimenté. Y de repente se quedó en silencio, se calmó y comió con apetito”.

Cohen dijo que estaba muy conmovida por la cálida respuesta de la familia de la bebé hacia ella.

“Lo pude entender enseguida. Tengo dos niñas que de bebé rechazaron el biberón y solo amamantaron y para mí estaba muy claro que cuando tienes que amamantar, no piensas en nada, solo en el bebé llorando de hambre”.

Un tío del bebé dijo: “No todas las mujeres lo habrían hecho. No es fácil de hacer por un bebé que no es tuyo … La salvó después de pasar hambre mucho tiempo y rechazar alimentarse de cualquier otra cosa”.

Un caso muy similar tuvo lugar en la sala de emergencias en Hadassah en el Hospital Ein Kerem. La enfermera Ola Ostrovsky-Zak amamantó al pequeño Yaaman, un bebé cuya madre estaba en la unidad de cuidados intensivos del Hadassah.

Otro acto humanitario de esta naturaleza ocurrió recientemente en el Centro Médico Haemek en el que un enfermero musulmán recitó el Shemá Israel con un ultraortodoxo religioso hospitalizado con coronavirus, gesto que muy apreciado por la familia.

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