Enlace Judío – El fundador de ZAKA y galardonado con el Premio Israel, Yehuda Meshi-Zahav, renunció este viernes a su cargo al frente de la organización de respuesta de emergencia, así como al galardón, con el inicio de una investigación policial sobre acusaciones de abuso sexual contra mujeres y niños durante décadas.

De acuerdo a un reporte de Haaretz publicado por primera vez este jueves, la policía abrió una investigación sobre el caso en 2011 que se cerró por falta de pruebas.

En una carta dirigida a los miembros y voluntarios de ZAKA, Meshi-Zahav explicó que renuncia al premio “por una profunda preocupación por esta organización sagrada que he construido con mis propias manos. He sacado la conclusión obvia de esta tormenta, aunque las acusaciones en mi contra son infundadas, lo más probable es que sean calumnias y un ajuste de cuentas contra mí”.

“Como primer paso, pido renunciar al honor que se me concedió con la decisión de otorgarme el Premio Israel. En segundo lugar, la situación en la que me encuentro requiere que renuncie temporalmente a mi cargo en la organización hasta que pase la tormenta”, agregó.

ZAKA dijo en respuesta que sus miembros y voluntarios están totalmente conmocionados por las revelaciones. “La dirección de la organización confía en que las autoridades investigadoras examinarán, de la manera más profesional, las cuestiones que requieren una investigación”, señaló la organización en un comunicado y agregó que la misión de Zaka “es más fuerte que cualquier consideración o papel, y el grupo continuará realizando su trabajo por el bien de los ciudadanos de Israel, con dedicación y lealtad.”

La investigación publicada en Haaretz proporcionó pruebas de abuso y explotación sexual por parte de Meshi-Zahav que se remontan a la década de 1980.

Seis víctimas declararon al rotativo que el presidente de ZAKA se aprovechó de su estatus, poder, dinero e incluso de la organización que dirige para abusar de adolescentes y niños más pequeños, hombres y mujeres, sin tener en cuenta las edades, el género o el estatus matrimonial de sus víctimas. De acuerdo a la investigación, varios miembros de la comunidad ultra-ortodoxa de Jerusalén sabían de sus acciones, pero nunca las revelaron ni lo denunciaron a la policía.

Según la investigación, Meshi-Zahav ofrecía a sus víctimas dinero y obsequios a cambio de relaciones sexuales.

Un testimonio proporcionado por un hombre que supuestamente sufrió de abuso sexual a los 16 años, detalla cómo Meshi-Zahav lo trataba como a una prostituta.

“Había un almacén en una escuela del barrio de Ramat Eshkol en Jerusalén. Yehuda me dio una llave y allí veía la televisión. Él llegaba y hacía conmigo lo que le venía en gana”.

“De vez en cuando me llevaba a departamentos de Tel Aviv donde nos reuníamos con prostitutas. Yo estaba con una mientras él estaba con otra”, añadió.

En un mensaje de Facebook dirigido a Meshi-Zahav, el joven describió su dolor y dijo que “incluso hoy, más de 20 años después, las heridas no han sanado. Me dejaste herido y sangrando, y sigues con tu vida como si nada hubiera pasado. Sólo ahora, cuando soy padre de hijos a la edad en que abusaste de mí, comprendo el significado”. El mensaje fue leído y aparentemente ignorado.

Otro testimonio de un hombre de 26 años reveló cómo Meshi-Zahav abusaba de él en una sinagoga cuando tenía 5 años.

En respuesta a las acusaciones, Meshi-Zahav afirmó que “desde el anuncio del Premio Israel, he sido objeto de varias amenazas telefónicas. Tras el fallecimiento de mis padres (por COVID-19), algunos me llamaron para alegrarse de su muerte. Otros me escupieron mientras caminaba por la calle. Desafortunadamente, esto es parte del precio que pago por el camino que elegí. La publicación del artículo es un intento de ‘ajustar cuentas’ conmigo y de destruirme”, insistió.

“Mientras mis fuerzas me lo permitan, seguiré sirviendo al pueblo de Israel y al Estado de Israel como lo he hecho toda mi vida”, concluyó Meshi-Zahav.

Anteriormente, la presidenta del partido Avodá, Merav Mijaeli, elogió la rápida respuesta de la policía y subrayó que las autoridades debían responder de la misma forma en todos los casos de abuso sexual.

Señaló que, aunque las pruebas presentadas son difíciles e impactantes, “creemos a las víctimas que denunciaron los abusos con gran valentía”.

Mijaeli pidió al ministro de Educación suspender la concesión del Premio Israel a Meshi-Zahav hasta finalizar la investigación policial sobre el caso”.

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