Enlace Judío.- En su columna de The Jerusalem Post, Seth J. Frantzman dice que durante muchos años, Turquía habló a Moscú y Teherán de una asociación mientras a los halcones de Irán de Washington les decía que Turquía estaba “en contra de Rusia e Irán”.

El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Javad Zarif, fue todo sonrisas durante un viaje a Turquía el viernes. Dijo que fue productivo y sonrió junto a su homólogo turco Mevlut Cavusoglu. Dijo que fue un viaje “maravilloso” en el que habló con su “hermano Cavusoglu”. El viaje señala la creciente alianza que tienen Turquía e Irán en la región.

Zarif dijo “como antes, un compromiso constructivo en asuntos bilaterales y regionales. Objetivo final: Aplicar la experiencia de 400 años de paz de Irán y Turquía en nuestra región. Juntos, todo es posible”.

Mientras tanto, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se puso del lado de Rusia en una creciente disputa con Estados Unidos, criticando al presidente estadounidense Joe Biden, quien es ampliamente odiado por el partido gobernante de Turquía.

Afirmó que los comentarios recientes de Biden sobre el presidente ruso Vladimir Putin eran inaceptables y “no encajaban con un presidente”.

Esto no se debe solo al tono de los comentarios de Biden, en los que llamó a Putin “asesino”. El presidente y el régimen de Turquía a menudo arremeten contra otros países y líderes, menospreciándolos y amenazándolos con insultos.

El mensaje de Ankara es que Rusia y Turquía están creciendo juntos como aliados y socios. Trabajan juntos en Siria, Libia y el Cáucaso. Su objetivo es suplantar la influencia estadounidense y dividir muchas áreas del Medio Oriente entre ellos.

Buscan controlar la violencia en estas áreas. Por ejemplo, Turquía consiguió que los rebeldes sirios, que estaban luchando contra el régimen sirio respaldado por Rusia, cambiaran su curso y luchasen contra los kurdos para que el régimen sirio pudiera prosperar. Luego, Turquía envió a los rebeldes a luchar en otros lugares para debilitar la rebelión. Diez años después del inicio del conflicto sirio, es principalmente Turquía la responsable de marginar la rebelión.

Ahora, entra Irán. Irán, Turquía y Rusia trabajan juntos en el proceso de Astana desde 2017 para gestionar Siria. Excluyen a EE. UU. El viaje de Zarif a Estambul es solo uno de los muchos en los que sus homólogos turcos e iraníes trabajan juntos e ilustran sus cálidas conexiones.

Turquía quiere más comercio con Irán a través de enlaces ferroviarios y quiere trabajar con Teherán de otras formas. De Rusia, Turquía quiere más S-400 y hardware militar.

Los medios turcos ilustraron cómo están creciendo las relaciones. “Hakan Fidan, el jefe de la Organización Nacional de Inteligencia de Turquía, también asistió a la reunión, dijeron fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores bajo condición de anonimato”, informó Hurriyet en Turquía.

Ha habido un acuerdo reciente entre Bagdad, [capital de Irak,] y Erbil [capital de la Región Autónoma Kurda] para la seguridad de la provincia de Sinjar y un diálogo intensificado entre Turquía e Irak,  con el objetivo de frenar la influencia del Partido de los Trabajadores de Kurdistán en Turquía (PKK) en una región más amplia en el norte de Irak y el este de Siria.

Mientras tanto, Turquía, Rusia y Qatar emitieron una declaración conjunta la semana pasada luego de las conversaciones entre sus ministros de Relaciones Exteriores en Doha, prometiendo defender la integridad territorial de Siria de acuerdo con la Carta de la ONU”, señala el informe.

Irán da la bienvenida a “cualquier iniciativa que alivie el dolor del pueblo sirio y logre la estabilidad y la paz en este país [Siria]”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Saeed Khatibzadeh, y enfatizó que las conversaciones de Astana entre Ankara, Moscú y Teherán fueron una de las más exitosas iniciativas para poner fin al conflicto sirio”.

Hace un mes había rumores de que Turquía e Irán podrían chocar respecto a Irak, pero ahora parece que los países también han dejado de lado las diferencias allí. Turquía quiere que Irán lo ayude a luchar contra los kurdos, que alega son parte del Partido de los Trabajadores del Kurdistán.

Turquía está tratando de prohibir a los partidos de la oposición etiquetándolos de “terroristas” vinculados al PKK. Estados Unidos ha expresado su preocupación, pero Turquía espera poder modelar su régimen autoritario en Rusia e Irán. Está aprendiendo de Rusia sobre cómo tratar con los disidentes como Rusia trató con Alexei Navalny.

Durante muchos años, Turquía habló a Moscú y Teherán de una asociación mientras les decía a los halcones de Irán en Washington que Turquía estaba “en contra de Rusia e Irán“.

Turquía movilizaría a sus fuertes cabilderos de [Washington] DC para impulsar las narrativas de Turquía “luchando contra el terrorismo” a cómo Turquía estaba desafiando a Rusia e Irán “geopolíticamente”.

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