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Queridos amigos,

La Hagadá nos dice que, en cada generación, una persona está obligada a verse a sí misma como si también hubiera salido de Egipto.

Este fin de semana, los judíos de todo el mundo cumpliremos con esta obligación al participar en el Seder de Pascua. Para algunos significará finalmente reunirse con sus seres queridos en persona, después de un año de aislamiento provocado por la pandemia.

Para muchos otros, aún puede significar unirse virtualmente.

Pero como quiera que se celebre este año, el Seder concluirá con la misma oración sincera, que expresa un anhelo de paz, redención y esperanza: Leshana Habaa Birushalayim, el próximo año en Jerusalén.

Pasamos casi todo el Seder mirando hacia atrás y contando la historia del viaje del pueblo judío desde la esclavitud a la libertad, luego terminamos con esta oración que mira hacia adelante.

Esta es nuestra oportunidad de detenernos por un momento, considerar el año que tenemos por delante y ofrecer la esperanza de que será mejor que el anterior.

También es una oportunidad para que cada uno de nosotros se comprometa a hacer por nuestra parte, para garantizar que suceda un año mejor.

Esperamos que después de Pascua podamos tener una actividad mas constante en el grupo.

Os deseamos una Pascua llena de salud, paz, felicidad y que se os reciba todo lo bueno, con todo nuestro respeto y cariño.