Enlace Judío México e Israel – Un nuevo estudio descubrió que una variante del coronavirus no detectada previamente se propagó a 15 países, incluido EE. UU, sin saberlo durante meses, según un estudio publicado por la revista Emerging Infectious Diseases de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC).

En las colaboraciones del estudio se incluyen: el Centro Colaborador de la OMS para el Control y la Epidemiología de Enfermedades Infecciosas, Universidad de Hong Kong, Hong Kong, China; Laboratorio de descubrimiento de datos para la salud, Hong Kong; Universidad de Cambridge, Cambridge, Reino Unido; La Universidad de Texas en Austin, Austin, Texas, EE. UU.; Instituto Santa Fe, Santa Fe, Nuevo México, Estados Unidos.

Los investigadores descubrieron que la variante apareció por primera vez en el Reino Unido a principios de diciembre de 2020, y luego se extendió a los EE. UU., Irlanda, Francia, Grecia, España, Alemania, los Países Bajos, Bélgica, Italia, Rumania, Polonia, Turquía, Chipre, Portugal e India. .

“Cuando nos enteramos de la variante del Reino Unido en diciembre, ya se estaba extendiendo silenciosamente por todo el mundo”, dijo Lauren Ancel Meyers, directora del COVID-19 Modeling Consortium en la Universidad de Texas en Austin y profesora de biología integrativa. , en un comunicado a UT News.

“Estimamos que la variante B117 probablemente llegó a EE. UU en octubre de 2020, dos meses antes de que supiéramos que existía”, agregó.

En cuanto al impacto del estudio, Meyers dijo que “este estudio destaca la importancia de la vigilancia de laboratorio”.

“La secuenciación rápida y extensa de muestras de virus es fundamental para la detección temprana y el seguimiento de nuevas variantes de interés”, anotó.

Junto con el documento, el consorcio también desarrolló una herramienta para la secuenciación genética que ayuda a detectar aún más otras variantes del coronavirus, lo que ayudará en los esfuerzos de vigilancia de acuerdo a información de The Jerusalem Post.

“Los funcionarios de salud están buscando mejores formas de manejar la imprevisibilidad de este virus y las variantes futuras”, dijo Spencer Woody, becario postdoctoral del Consorcio de Modelado COVID-19 de UT, a UT News.

“Nuestra nueva calculadora determina cuántas muestras positivas de SARS-CoV-2 deben secuenciarse para garantizar que se identifiquen nuevas amenazas tan pronto como comiencen a propagarse”, concluyó.

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