Enlace Judío – Científicos mexicanos respondieron las preguntas del público respecto al COVID-19 en una transmisión en directo a través de Facebook Live. Las vacunas son el principal motivo de interés de los usuarios. 

Si bien Twitter es una plataforma que a menudo se asocia con los linchamientos instantáneos, las campañas de odio y la desinformación, también sirve para comunicar los más recientes avances de la ciencia, el entendimiento sobre los temas que preocupan y, en concreto, para mantener a la gente al tanto de los mitos y las realidades sobre la pandemia de COVID-19.

Bajo esa premisa, científicos mexicanos crearon la iniciativa @WetweetScienceM, cuenta desde la cual atienden las dudas y las inquietudes de quienes quieren saber más sobre vacunas, tratamientos, medidas de prevención y hasta conspiraciones internacionales.

En una transmisión en directo, celebrada a través de la plataforma Facebook Live de Enlace Judío, seis de los científicos que forman parte de esta iniciativa, coordinados por Carol Perelman (que también forma parte del grupo), respondieron a las preguntas de nuestros usuarios, mayoritariamente relacionadas con el tema de moda: las vacunas contra COVID-19.

Una de las primeras inquietudes en ser abordadas fue respecto a la duración de la inmunidad proporcionada por las vacunas. Al respecto, el doctor Alejandro Sánchez Flores, del Instituto de Biotecnología de la UNAM, habló sobre la vacuna de Pfizer-BioNTech, que presentó los resultados de sus últimos estudios, que muestran que su vacuna tiene una efectividad de por lo menos seis meses, porque ese es el tiempo que ha transcurrido desde la aplicación de la segunda dosis a los sujetos de estudio. La vacuna es efectiva contra diversas variantes del virus, previene todos los casos graves y es posible que la duración de su efectividad sea más larga, dijo, y esperó que futuros estudios lo comprueben.

Por su parte Talia Wegman, médica genetista con posdoctorado en epidemiología, dijo que algunos estudios sugieren que además de prevenir la enfermedad grave, las vacunas contra el SARS-CoV-2 también disminuyen las probabilidades de contagiar a otras personas.

Marco Tapia Maltos, médico por la UNAM y doctor en inmunología, fue el encargado de responder si las vacunas contra COVID-19 pueden ayudar a disminuir los efectos del llamado síndrome post-covid. Al respecto, el médico recordó que muchos de los efectos de largo plazo que se observan en pacientes que superaron el COVID-19, y que pueden incluir alteraciones neuropsiquiátricas como depresión, insomnio y pérdida de memoria, son provocados por alteraciones inmunes.

“Se ha visto que la vacunación podría disminuir estos síntomas a largo plazo. ¿Qué tanto? Pues queda todavía un poco la duda y se está investigando activamente. Recientemente vi un artículo sobre cómo la vacuna en personas que tuvieron COVID-19, disminuye ciertas poblaciones de células que están disfuncionales. Entonces, podría estar modificando la vacuna la respuesta inmune que es mala, que genera estos síntomas, sí”, pero falta hacer más estudios.”

Respecto a la estrategia de combinar distintas vacunas para mejorar su eficacia, Carlos Sanders, médico general con maestría en virología y candidato a doctor en Ciencias, dijo que con la vacunación buscamos “ganar una respuesta inmunológica que nos proteja (…) estará por verse si combinar vacunas dará mayor protección o no. Aún no sabemos el potencial de combinarlas”.

Y si bien se ha comenzado a especular sobre la conveniencia de mezclar distintas vacunas para mejorar su efectividad, “esto no se ha probado. Todas las vacunas se han diseñado para usarse de la misma marca. Esto es como una receta de cocina. Esto quiere decir que en un futuro, que en un año que ya tengamos evidencia para poder combinar Pfizer con AstraZeneca, pues sí, sí puede suceder y puede llegar a tener resultados muy buenos porque ambas tienen diferentes fortalezas, pero hoy por hoy todavía no tenemos nada para asegurar que ese es el caso.”

Roselyn Lemus, especialista en Biología Molecular que investiga tratamientos contra COVID-19, se refirió a la vacunación de la población infantil. “los niños, es muy importante que se vacunen (….). Ya son varios desarrollos que están probando vacunas para niños”, dijo. Dio el ejemplo de la farmacéutica Pfizer, que ya solicitó la aprobación de emergencia para niños de entre 12 y 15 años en Estados Unidos. Dijo que también Moderna está probando con niños y recordó que en Israel ya se está vacunando a menores de 16 años, con buenos resultados. La experta calculó que en los próximos meses probablemente comiencen a aprobarse los esquemas de vacunación de la población infantil.

Efectos indeseables

Una de las preocupaciones más recurrentes de los usuarios que asistieron a la conversación, y de aquellos que han estado enviando sus preguntas a través de Twitter, son las trombosis supuestamente ocasionadas por la vacuna de AstraZeneca. Al respecto, Alejandro Sánchez recordó que las trombosis pueden ser provocadas por múltiples causas, como golpes, el uso de píldoras anticonceptivas o el tabaquismo.

“Es muy difícil detectar la causa de un padecimiento, sobre todo, asociarlo a otro evento es muy difícil. No se puede hacer con casos anecdóticos.” En alusión directa a una usuaria a la que su médico le había dicho que su episodio trombótico había sido provocado por la vacuna, el científico opinó que se trataba de una postura “un poco irresponsable.”

“Puede ser que sí, puede ser que no, pero no lo sabe. Entonces, en lo que sí hay que enfocarse es en el tratamiento de la trombosis. Afortunadamente es en una extremidad. Los eventos de trombosis que preocupan a la gente y que pueden estar relacionados a la vacuna, son más trombosis cerebrales, y estas trombosis cerebrales sí son muy raras y podrían estar ligadas a un efecto autoinmune. Entonces, antes de especular, siempre hay que mantener la calma y no restarle valor a la vacuna, que lo que va a hacer es justo evitar que nos enfermemos de algo que sí tiene mayor probabilidad de causar una trombosis e incluso otros males mucho peores.”

Carlos Sanders ejemplificó la dificultad de establecer correlaciones causales con el caso hipotético de que una persona fuera atropellada justo después de recibir la vacuna. En ese caso, dijo, hay una relación temporal entre ambos eventos, pero no una relación causal. Lo mismo ocurriría con algunos eventos trombóticos o de otro tipo.

En respuesta a otra pregunta, Talia Wegman dijo que no es necesario cambiar la dieta ni dejar de usar medicamentos antes o después de la vacunación. En el caso de pacientes que están recibiendo quimioterapia o tratamientos contra afecciones reumatológicas o autoinmunes, recomendó consultar con el médico sobre qué ajustes hay que hacer a los tratamientos para que la vacuna funcione mejor.

“Y de alcohol se ha hablado muchísimo. Mi recomendación sería: no abusen después de la vacuna, porque justamente, estamos en un periodo en el que queremos que nuestro sistema inmune funcione al máximo, no queremos síntomas extra de resaca, y (por) un par de días de no tomar, a nadie le pasa nada.”

Wegman también habló de cómo la segunda dosis de la vacuna provoca una mayor reacción que la primera. “Con la primera dosis, nuestro cuerpo se empezó a preparar ante la reacción, hizo una respuesta inmune. La segunda vez como que refuerza esa respuesta inmune (…). Los efectos que estamos viendo de fiebre, dolor de cabeza, dolor de brazo es, digamos, una buena noticia porque quiere decir que nuestro cuerpo está haciendo inmunidad.”

Roselyn Lemus dijo que no se puede comparar la eficacia de las diferentes vacunas, pues todas ellas fueron probadas mediante diseños metodológicos distintos, como el número y características de los sujetos, los países donde se probaron, etc. Señaló que incluso las vacunas que han reportado menor eficacia contra la infección y la aparición de síntomas, protegen contra las formas severas de la enfermedad.

Otra pregunta recurrente se refiere a los pacientes con enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide o el lupus, y si la vacunación puede exacerbar dichas afecciones. Al respecto, Marco Tapia Maltos dijo que no hay datos suficientes para saberlo pero se puede hacer analogías con otras vacunas. “No hay ninguna enfermedad autoinmune en la cual no se recomiende vacunar a las personas”. Las personas con inmunosupresión, en cambio, no deben ser vacunadas con vacunas de virus vivos, “pero este no es el caso, ninguna de las vacunas de COVID-19 que ahorita están aprobadas, utilizan virus atenuados.”

Variantes y vacunas

Las variantes del virus son otro tema de preocupación recurrente. ¿Cómo ocurren? ¿Cómo nos afectan? ¿De qué manera se relacionan con las vacunas? Al respecto, Alejandro Sánchez, quien forma parte del equipo de científicos que realizan secuenciación genética del SARS-CoV-2 en México, explicó que “a lo largo de esta pandemia hemos visto que surgen nuevas y nuevas variantes. Algunas no tienen ninguna ventaja y desaparecen, y otras se quedan y empiezan a predominar en la población.”

En Reino Unido y en Brasil, aparecieron algunas mutaciones que volvieron al virus más contagioso e incluso más letal. Sin embargo, “aquí en México, de los últimos resultados que hemos observado, es que hay un incremento de un nuevo linaje que tiene ciertas mutaciones, que se han observado también en alta frecuencia en el sur de Estados Unidos. Entonces, al final de cuentas, Estados Unidos y México comparten esta variante y es muy posible que haya entrado por migración, pero a final de cuentas, lo único que sabemos hasta ahora es que se está representando más en la población, no se ve ningún efecto en la mortalidad, solamente se infiere que se está reproduciendo más.”

Talia Wegman recordó que “cuando comparamos SARS-CoV-2 con otros virus, como VIH o como influenza, no es un virus que sea tan inestable”, es decir, que mute tan drásticamente. Sin embargo, al haber tantos millones de personas infectadas a la vez, el virus tiene muchas más chances de mutar, señaló.

La buena noticia, para Marco TapiaMaltos, es que todas las vacunas disponibles en el mercado, y que cuentan con autorización de uso de emergencia, han mostrado que siguen siendo efectivas para evitar casos graves de COVID-19, incluso con las nuevas variantes del virus.

Todos los expertos coincidieron en que la vacunación es un instrumento de gran utilidad para frenar la pandemia y recomendaron a la población vacunarse tan pronto como sea posible y sin reparar en la marca de la vacuna. También recomendaron conservar las medidas preventivas que se han recomendado insistentemente. En particular, el uso de cubrebocas, la ventilación de espacios cerrados y el distanciamiento social.

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