Enlace Judío México / Aranza Gleason – Mucho de lo que nos define como individuos es conformado por la cultura que nos rodea; la forma en que hablamos, que sentimos y que pensamos la aprendimos desde niños en el entorno que nos rodeaba. Así mismo nuestros sueños y valores por personales que sean fueron heredados a través de la forma de vida en la que fuimos educados. En muchos sentidos son el compendio de cientos de años de trabajo emocional y conocimientos sobre el ser humano que el hombre ha atesorado y trasmitido a través de las distintas tradiciones. Sin el arte, la ética, los cuentos y las narraciones históricas no sabríamos quiénes somos, de dónde venimos y por qué es importante respetarnos. Cada cultura le enseña algo distinto a sus hijos porque cada cultura se desprende de esencia y una religión propia. El respeto al prójimo, el amor a la ley y la búsqueda de una vida con D-os son algunos de los principios básicos que conforman la esencia del judaísmo; la cual se concentra en lo que llamamos Torá, la revelación o enseñanza de D-os al hombre en el transcurso de la historia humana. Ésta existe en dos formas como Torá Oral y Torá Escrita.

Se plantea como un diálogo entre varias esferas: entre las acciones concretas y aquello que las acompañan (sentimientos y pensamientos), lo íntimo y lo público, lo eterno y lo trascendente y primordialmente, lo oral y lo escrito. Esta última dicotomía es la base del estudio de Torá y del judaísmo en general, todo conocimiento, toda práctica se desprende del diálogo que existe entre la Torá Oral y la Torá Escrita, lo revelado por D-os y lo interpretado por el hombre, sin ese balance tan fino el judaísmo no sería posible. En unos días se celebra Lag BaOmer el tema central de dicha festividad es la entrega de la Torá Oral y su importancia. Por lo mismo queremos hablar sobre la dicotomia en la cual el judaísmo se basa, las formas en que la festividad trasmite el mensaje y las enseñanzas que ello nos trae.

La importancia de la Torá Oral

Si tuviera que hablar de la Torá Oral con sólo un par de frases diría que es el aprendizaje del pueblo judío acumulado a través del tiempo. Es lo que nos permite tener una relación individual con D-os y le da vida nueva en cada generación a las enseñanzas divinas, sin ella no habría judaísmo, éste habría sido abandonado hace muchos siglos. La Torá Escrita es el libro revelado por D-os a Moisés y los textos canónicos posteriores que fueron escritos por profetas, la Torá oral son las herramientas de su interpretación y su puesta en práctica; fue pensada para nunca ser escrita, ser trasmitida de maestro a través de los siglos y la tradición. También incluye los significados personales que cada individuo le da a la Torá al tratar de relacionarse con D-os dentro del marco que la Tora Escrita marca.

Hoy el Talmud y su estudio representan el corazón de la Torá Oral, pues con el exilio romano y la destrucción de Jerusalén muchas de las instituciones que mantenían la enseñanza oral viva fueron o destruidas o trasladadas a una provincia lejana y los grandes rabinos de la época fueron torturados y asesinados. Aunque prevalecieron dos grandes yeshivot que mantuvieron viva la enseñanza en el Exilio, la falta de instituciones judías centralizadas hicieron que la Torá Oral se empezara a perder, por lo cual se decidió escribirla y el Talmud fue el resultado. Es el último vestigio y el más preciado de lo que quedó tras el aniquilamiento romano. Fue escrito de cierta forma en que la participación activa sea necesaria para que el que lo estudia pueda y deba involucrarse con lo que estudia. Dista mucho de ser un manual de leyes y morales como usualmente se confunde, pues gran parte de la información que se presenta no es explicita, sino debe ser deducida bajo las técnicas propias del estudio tradicional, y la gran mayoría de sus enseñanzas primero exigen que sean personalizadas y entendidas desde un ámbito individual. Fue la forma que los rabinos encontraron de mantener el carácter vivo y fluctuante de la tradición. Sobra decir que funcionó, pues la Torá Oral hoy no sólo son las enseñanzas talmúdicas, sino las perspectivas y el enriquecimiento que se ha formado a lo largo de los siglos entre los rabinos, los estudiosos y la gente común. Son todos los comentarios del Tanaj, los midrashim, la halajá entera y la cantidad interminable de corrientes filosóficas y éticas con sus respectivas reflexiones que se han desarrollado a lo largo de los siglos. Son las estructuras que mantienen una comunidad con vida y le dan un camino a lo largo del tiempo, básicamente es un legado. Le da al individuo la posibilidad de tener una relación individual con D-os a la vez que esta cobijado por una historia, una fe, un objetivo, una forma de actuar y de comportarse.

La simbiosis entre Torá Oral y Torá Escrita es de las más bellas que existen pues es imagen de la simbiosis que existe entre D-os y el hombre. La Torá Escrita fue revelada por D-os y conservada por escribas a lo largo de los milenios, mientras que la Torá Oral, si bien fue enseñada por D-os es dictaminada día a día por el hombre y conservada a través de él. La Torá Escrita nos muestra los principios eternos del Universo; es la raíz espiritual del mundo, mientras que la Torá Oral puede darle vida a lo momentáneo, nos enseña a actuar en nuestra vida personal y a regir los sentimientos que nos son profundamente individuales. Las dos son eternas, pero la Torá Oral enaltece lo momentáneo, lo particular, lo individual. Lag Baomer en la forma que está planteada la festividad y a través de su simbología honra la simbiosis que existe entre ambas.

Las enseñanzas de Lag Baomer

Lag Baomer literal quiere decir el treinta y tres del omer. Desde la segunda noche de Pésaj, que celebramos el Éxodo de Egipto, hasta Shavuot, donde celebramos la entrega de la Torá, realizamos la cuenta del omer. Esta cuenta es un mandato divino y era la cuenta que se hacía para entregar el sacrificio del omer en el Templo, que a su vez representa la transición que el pueblo de Israel tuvo de ser una nación de esclavos a ser dignos de recibir la Torá de D-os y presenciar una Revelación tan grande como la del Monte Sinaí. Durante cuarenta y nueve días tuvieron que perfeccionar sus defectos para lograr dicho nivel de cercanía con la divinidad. Hoy durante la cuenta del omer imitamos ese comportamiento, nos preparamos para recibir la Torá y perfeccionamos nuestras características internas.

Dentro de esta cuenta existe lo que se llama “el luto del omer”, hay varias razones por las que se hace, tradicionalmente se menciona el exilio romano y la plaga que mató a los alumnos de rabí Akiva; sin embargo, más que como un luto se entiende como restricciones que hacemos para concentrarnos en nuestro crecimiento personal; voluntariamente nos limitamos de ciertas actividades para crecer a través de esa limitación y prepararnos para Shavuot. Lag Baomer es el día en que esas restricciones se rompen para celebrar con cantos, fogatas y juegos; dependiendo de la tradición a la que uno pertenezca se levantan todas las restricciones hasta el siguiente año (o más bien la siguiente época de luto, Av) o se ponen en pausa ese día y se continúan hasta Shavuot; incluso como es una tradición y no un mandato divino, hay comunidades que no celebran Lag Baomer.

Tradicionalmente se nos dan tres razones por las cuales se realiza la celebración en el treinta y tres del omer. Todas están relacionadas con la existencia y preservación de la Torá Oral y traen a la mesa distintas enseñanzas. A continuación hablaremos de ellas, sin embargo, es importante señalar el hecho de que el día al ocurrir casi al final de la cuenta, pocas semanas antes de Shavuot, también marca el peso de la Torá Escrita en el contexto que lo rodea; desde el nombre (Lag Baomer) nos muestra que la festividad es un apoyo a la cuenta y el proceso de crecimiento, incluso una cúspide, más que una ruptura con el mismo.

La plaga que mató a los alumnos de Rabí Akiva

En tiempos romanos hubo una plaga que mató a todos los alumnos (24,000 personas) de rabí Akiva; se nos dice que en Lag Baomer fue el momento en que la plaga cesó y por eso la celebración. Hay quien ve esta plaga como una alusión a la revuelta de Bar Kojbá y una metáfora de la persecución romana a los líderes judíos, bajo esta visión se cree que los alumnos no murieron por una catástrofe natural sino a manos de soldados romanos. En cualquiera de los casos, el Talmud nos dice que esta tragedia ocurrió gracias al odio que se tenían entre sí y la falta de unidad en el pueblo judío. En sí lo que celebramos en Lag Baomer no sólo es que la plaga cesó, sino que rabí Akiva tuvo nuevos alumnos a quienes pudo trasmitir sus conocimientos y que pese a la adversidad la Torá Oral pudo ser enseñada y continuada hasta nuestros días.

La historia trae con ella muchos aprendizajes bellos. Por un lado nos enseña que la relación con D-os es compleja, uno debe luchar para llegar a ella; uno debe estar dispuesto a levantarse incluso después de la pero tragedia. En segundo lugar, nos enseña que la Torá se vive en comunidad, la subsistencia del pueblo judío dependió de que rabí Akiva tuviera alumnos; el énfasis en la unidad y el amor nos muestra que la Torá no puede ser vivida de forma individual, sino es pensada también para irradiar nuestras relaciones humanas, para alimentar la bondad y el amor que tenemos al prójimo. Finalmente la historia nos enseña a prender una llama en el Exilio, incluso en los momentos más oscuros tenemos acceso a la Torá Oral.

El maná

La segunda razón nos dice que en Lag Baomer celebramos el maná que caía del Cielo y alimentaba a los judíos en el desierto. La cuenta entera se basa en este suceso pues el nombre de “omer” no sólo hace alusión al sacrificio en el Templo sino a la medida del maná que D-os nos daba. Durante treinta y tres días los judíos comieron matzá al salir de Egipto; al acabarse los víveres que traían es que el maná empezó a bajar del Cielo y ello ocurrió en el día treinta y tres el día que celebramos Lag Baomer.

El maná representa la guía de D-os en el desierto previo al recibimiento de la Torá Escrita en el Monte Sinaí, es la Torá Oral, la guía que daba D-os a Moisés verbalmente. Este objeto divino tomaba el sabor y la forma deseada de cada uno de los individuos que lo consumían, en ese sentido también se parece en la Torá Oral, pues está también exige que las personas vean sus enseanzas de forma partícular e individual. La muestra del maná (la guía de D-os en el desierto) y la comunicación del pueblo a través de ella, es muestra que esa búsqueda ha estado presente a lo largo de toda la historia judía, estuvo en el desierto, en las épocas de oro y ahora en el Exilio. La Torá Oral finalmente, el diálogo individual con D-os, es la esencia del pueblo judío.

Rab Shimón Bar Yojai y la Cabalá

Finalmente se nos dice que éste fue el día en que el gran rabino rab Shimón Bar Yojai falleció y que él mismo pidió que en vez de hacer luto en este día se hiciera una celebración en su nombre porque sería el día en que finalmente se uniera con D-os. En Lag Baomer festejamos la luz que irradió con sus enseñanzas.

A él se le reconoce como el mejor alumno de rabí Akiva y tradicionalmente se enseña que le fue revelada la Cabalá, son sus enseñanzas las que los grandes cabalistas más adelante desarrollan. Por lo mismo en Lag Baomer es común visitar la tumba de grandes cabalistas, también en recuerdo a rab Shimón Bar Yojai. Finalmente la atención que se le da en Lag Baomer a este personaje del Talmud nos muestra el balance perfecto entre la individualidad y la comunidad, las fogatas que prendemos es en su honor, su cercanía con D-os era tan grande que irradiaba luz a los demás, incluso a través de las generaciones.

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