Enlace Judío – Farxiga (Dapagliflozin), un medicamento utilizado para controlar el azúcar en la sangre de pacientes con diabetes tipo 2 fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para reducir los efectos de la enfermedad renal crónica y la insuficiencia renal.

El fármaco reduce el riesgo de deterioro renal en un 44 por ciento, informó The Jerusalem Post.

Dado que la sangre no puede filtrarse adecuadamente en los riñones dañados, la enfermedad lleva a una mayor acumulación de residuos, desequilibrio de líquidos y electrolitos que ponen en peligro la vida.

A su vez, la enfermedad renal puede afectar a la función cardiovascular y aumentar el riesgo de mortalidad. Aunque la enfermedad renal está vinculada con diabetes no controlada, puede verse agravada por hipertensión arterial, infecciones, obstrucciones de la vía urinaria y el uso excesivo de analgésicos.

Según la organización de mantenimiento de la salud de Israel, uno de cada tres pacientes con diabetes padece enfermedad renal crónica (600 mil personas), lo que supone un costo de 2,500 millones de shekels en tratamiento cada año, incluyendo diálisis y trasplantes.

Una de cada diez personas en todo el mundo padece insuficiencia renal, según la FDA, y se prevé un aumento de casos en los próximos años, debido a una mayor incidencia de hipertensión arterial y diabetes.

“La insuficiencia renal crónica es un importante problema de salud pública, y por lo tanto hay una gran necesidad de terapias para controlar la enfermedad y mejorar los resultados”, explicó la doctora Aliza Thompson, subdirectora de la División de Cardiología y Nefrología del Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA.

Dado que los daños por insuficiencia renal son cada vez más frecuentes, mortales y costosos, Farxiga puede ayudar a salvar la vida de quienes padecen enfermedades renales crónicas. Además, dado que las enfermedades renales y cardiovasculares están interrelacionadas, el fármaco también reduce la insuficiencia cardíaca.

Durante la fase de investigación del fármaco, 3,304 pacientes, el 68% de los cuales padecía diabetes de tipo 2, fueron medicados con 10 mg de Farxiga o con una pastilla de placebo. Tras un seguimiento de los resultados durante 2 años y 4 meses, los investigadores observaron un descenso del 31% en las tasas de mortalidad entre los que tomaron el medicamento. Las muertes por enfermedades cardiovasculares y las hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca se redujeron en un 29%.

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