Enlace Judío – El ataque con arma blanca en Jerusalén este lunes demuestra que la situación en la ciudad sigue siendo tensa a pesar del cese al fuego entre Israel y Hamás, que entró en vigor hace cinco días. Y es que a la Autoridad Palestina y a Hamás les interesa mantener a Jerusalén en los titulares, cada uno por sus propios motivos, explica el periodista árabe israelí Khaled Abu Toameh en una columna publicada en el periódico The Jerusalem Post.

Es poco probable que las tensiones, que comenzaron el primer día del Ramadán, disminuyan rápidamente tras el cese al fuego.

El cese al fuego no significa que la “batalla por Jerusalén” haya terminado, según han dicho los líderes de la Autoridad Palestina y de Hamás en los últimos días.

Incluso han instado a los palestinos de la ciudad a continuar con el “levantamiento popular” hasta que Israel anule la decisión judicial de desalojar a varias familias del barrio de Sheikh Jarrah, en Jerusalén Este, y ponga fin a sus “provocaciones” contra la mezquita de al-Aqsa.

Las “provocaciones” se refieren principalmente a las visitas de judíos a las inmediaciones del Monte del Templo.

Cuando las visitas se reanudaron el domingo, tras una pausa de tres semanas debido a los enfrentamientos entre palestinos y la policía israelí, los dirigentes y las facciones palestinas de Judea y Samaria (Cisjordania) y la Franja de Gaza intensificaron sus condenas contra Israel.

Como en el pasado, los líderes y las facciones describieron las visitas como “incursiones violentas de colonos judíos y extremistas” en la mezquita de al-Aqsa.

Su reanudación refutó los rumores de que Israel había acordado poner fin a las visitas de judíos al Monte del Templo como parte del acuerdo de cese al fuego con Hamás.

Los medios y muchas plataformas de redes sociales palestinas siguen informando sobre las visitas de judíos al Monte del Templo como una “violación” del acuerdo de cese al fuego. Algunos palestinos interpretaron la decisión del gobierno israelí de permitir el retorno de los judíos al sitio sagrado como parte de una acción para “salvar el honor” tras la “derrota” de Israel en la última ronda de combates.

Desde el cese al fuego, los palestinos de Jerusalén se manifiestan a diario en varios barrios y en las afueras del Monte del Templo. Algunos dicen que celebran la “victoria” de Hamás, mientras que otros sostienen que continúan sus protestas contra la política de Israel hacia los palestinos en Jerusalén.

En los últimos días, la policía detuvo a decenas de palestinos de Jerusalén Este implicados en la reciente oleada de violencia, incluidos los ataques a las fuerzas de seguridad y civiles judíos. Las medidas han aumentado las tensiones en la ciudad.

Ahora que la situación en la Franja de Gaza está tranquila, los dirigentes de la Autoridad Palestina y Hamás intentan volver a centrar la atención en Jerusalén, que desencadenó la campaña de 11 días entre Israel y los grupos terroristas de Gaza. Esperan que las actuales tensiones en Jerusalén obliguen al gobierno de EE.UU. a presionar a Israel para que haga concesiones de gran alcance a los palestinos.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, quiere formar parte de cualquier esfuerzo internacional para reconstruir la Franja de Gaza. Pero también quiere negar a Hamás la posibilidad de presentarse como “defensor” de Jerusalén.

Se espera que Abbas intensifique sus críticas a Israel sobre Jerusalén para desviar la atención de su controvertida decisión de cancelar las elecciones generales palestinas. Por lo que respecta a Abbas, todo el mundo debería hablar únicamente de Sheikh Jarrah y de la mezquita de al-Aqsa.

Del mismo modo, se espera que Hamás intensifique sus llamamientos a un levantamiento en Jerusalén y a más violencia como forma de distraer la atención de su fracaso en conseguir logros reales durante el conflicto con Israel.

Hamás también espera que el foco de atención en Jerusalén desvíe la atención de los daños masivos y las grandes bajas que ha sufrido durante los combates.

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