Enlace Judío – El grupo terrorista palestino Hamás amenazó este miércoles con renovar los intensos combates contra Israel si el Estado judío “violenta” la mezquita de Al-Aqsa en el Monte del Templo de Jerusalén.

“Lo que ha sucedido no es más que un simulacro de lo que vendrá si Israel violenta la mezquita de al Aqsa“, dijo el líder de Hamás en Gaza, Yahya Sinwar, días después de que entrara en vigor un alto el fuego, informó The Times of Israel. “La ocupación debe saberlo: al Aqsa tiene hombres que la defenderán”.

Los violentos enfrentamientos entre devotos palestinos y la Policía de Israel en el lugar sagrado de Jerusalén a principios de mayo precedieron los ataques de cohetes de Hamás contra localidades israelíes que inició el conflicto entre Israel y el grupo terrorista.

El líder de Hamás también dijo que agradecería que Israel lo matara en un ataque para eliminarlo personalmente.

“El mayor regalo que Israel puede darme es asesinarme”, dijo. “Prefiero morir mártir de un F-16 que morir de coronavirus u [otra] enfermedad”.

En un discurso, Sinwar también prometió no tocar “un solo centavo” de ayuda internacional para reconstruir Gaza luego de su confrontación con Israel que devastó el enclave palestino. Sinwar prometió una distribución de ayuda “transparente e imparcial”.

Se están realizando esfuerzos diplomáticos para solidificar una frágil tregua negociada por Egipto que detuvo los combates, con planes para reconstruir la Franja de Gaza, donde los ataques aéreos israelíes dañaron la infraestructura y arrasaron edificios.

“Damos la bienvenida a cualquier esfuerzo internacional o árabe para reconstruir la Franja de Gaza“, dijo Sinwar en una conferencia de prensa en la ciudad de Gaza.

“Afirmo nuestro compromiso de no tomar un solo centavo destinado a la reconstrucción y los esfuerzos humanitarios”, dijo. “Nunca hemos tomado un centavo en el pasado”.

Sinwar dijo que Gaza tiene “suficientes recursos financieros… una gran parte de los cuales son de Irán, y que otra parte proviene de donantes árabes y musulmanes y personas libres del mundo que se solidarizan con nuestro pueblo y sus derechos”.

Durante una visita a Israel, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, dijo el miércoles que toda la ayuda sería “administrada de una manera que beneficie al pueblo palestino, no a Hamás“.

Sinwar agregó: “Le digo a Blinken y a todos los demás: basta de jugar con nuestras divisiones internas. Sabemos cómo solucionar nuestros problemas internamente. Basta de cultivar el conflicto interno. Daremos paso a cualquiera que quiera reconstruir Gaza o mejorar la situación económica”.

Un funcionario del Ministerio de Defensa israelí dijo que todos los fondos a Gaza tendrían que fluir a través de un “mecanismo” internacional para llegar a la gente directamente, para evitar que el grupo terrorista reponga su arsenal de cohetes.

El último enfrentamiento militar con Hamás terminó con un alto el fuego la madrugada del viernes.

Comenzó el 10 de mayo cuando Hamás lanzó un ataque con cohetes contra ciudades israelíes, provocando ataques de represalia de las FDI y 11 días de combates, dejando 13 muertos en Israel y más de 240 muertos en Gaza. El Ejército israelí dijo que la mayoría de los muertos en Gaza eran terroristas.

Más de 4,000 cohetes fueron disparados contra ciudades israelíes, según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), enviando a civiles en todo el centro y sur del país bajo la amenaza de los proyectiles y en constantes permanencias en los refugios.

En su discurso, Sinwar también elogió los disturbios en los que los israelíes judíos y sus propiedades fueron atacados por árabes durante el conflicto. Afirmó que hay “10,000 terroristas suicidas en Israel” dispuestos a responder a cualquier “violación” israelí en Jerusalén.

Dijo que los árabes israelíes “han demostrado que la llamada ‘israelificación’, el intento de convertirlos en ciudadanos israelíes en lugar de palestinos,” y la ‘coexistencia’ han caído de una vez por todas”.

Sinwar también menosprecio una operación israelí para bombardear la red subterránea de túneles de Hamás, que sus terroristas utilizan para operaciones militares.

Las declaraciones del Ejército israelí durante los combates llevaron a los periodistas extranjeros a creer que había comenzado una invasión terrestre israelí, al parecer con la esperanza de que los combatientes de Hamás entraran en los túneles para prepararse para la guerra.

Posteriormente, las FDI negaron haber mentido y dijeron que las declaraciones se hicieron erróneamente. Reportes israelíes han dicho que la operación tuvo menos éxito de lo esperado: relativamente pocos combatientes de Hamás habían entrado en los túneles antes de que fueran bombardeados.

“Para nuestra inteligencia militar estaba claro que esto era un engaño y que no hubo invasión terrestre”, dijo Sinwar.

El Ministerio de Obras Públicas de Hamás dijo que 258 edificios, alrededor de 1,042 unidades residenciales y comerciales, fueron destruidos por los bombardeos aéreos israelíes.

Otras 769 unidades resultaron gravemente dañadas, haciéndolas inhabitables, y 14,536 sufrieron daños menores. 17 hospitales resultaron dañados, así como 53 escuelas.

Más de 100,000 personas fueron desplazadas internamente durante las hostilidades, según la ONU. Si bien muchos han podido regresar a sus viviendas desde entonces, otros se han quedado sin hogar.

El ejército israelí dice que no tiene como objetivo estructuras civiles y se esfuerza por minimizar el daño a los no combatientes.

Sostiene que se ve obligado a operar en zonas civiles porque los grupos terroristas palestinos disparan cohetes contra Israel desde el interior de las ciudades densamente pobladas de Gaza.

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