Enlace Judío –  Una vacuna oral contra COVID-19 desarrollada en Israel ha funcionado bien en ratas, y sus inventores esperan tenerla lista como dosis de refuerzo para humanos dentro de 9 meses.

“Todo el mundo habla de que necesitamos refuerzos para las vacunas y, después de un ensayo preclínico exitoso, esperamos poder proporcionarles a muchos de ellos nuestro refuerzo oral”, dijo a The Times of Israel el científico David Zigdon, director ejecutivo de MigVax.

Más de 70 ratas fueron inoculadas con vacunas COVID-19 convencionales y luego se les dio el refuerzo oral de MigVax. Sus sistemas inmunológicos respondieron como se esperaba, dijo Zigdon. “Sus niveles de anticuerpos aumentaron significativamente y no hubo efectos secundarios”, informó.

Los científicos tomaron sangre de algunas ratas y la infectaron en un laboratorio con SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19. “El virus se neutralizó in vitro”, afirmó Zigdon.

Después de este éxito, ahora se planean ensayos en humanos, lo que podría resultar en dosis listas para uso humano a principios de 2022, momento en el que se espera que la demanda de refuerzos sea alta.

Zigdon agregó que la tecnología específica utilizada por su refuerzo permite una fácil adaptación para cubrir nuevas variantes del coronavirus, lo que significa que si surge una que rompa las vacunas existentes, se podría otorgar para extender la protección.

Las reacciones inmunes entre las ratas que recibieron la vacuna oral fueron más fuertes que en un grupo de control de ratas.

Desde que comenzó la pandemia, los científicos del norte de Israel han estado trabajando frenéticamente para adaptar una vacuna contra una cepa de virus que causa la enfermedad bronquial que afecta a las aves de corral, de modo que pueda reutilizarse para combatir el SARS-CoV-2.

El trabajo comenzó en el Instituto de Investigación Migal Galilee, financiado por el Estado, y ahora se concentra en la empresa afiliada MigVax.

A diferencia de la vacuna Pfizer, el producto no utiliza ARN mensajero, sino tecnología de subunidades, que contiene fragmentos purificados del virus, seleccionados por su capacidad para estimular las células inmunitarias.

Cuando quedó claro que otras vacunas inyectadas se estaban moviendo más rápidamente, el equipo de MigVax se centró en producirla como una dosis de refuerzo en lugar de una inoculación inicial y Zigdon dijo que ahora será fundamental para mantener la inmunidad meses después de la vacunación inercial.

“Los refuerzos orales son mucho más fáciles de administrar que las terceras inyecciones, especialmente en países pobres o lugares donde hay escasez de personal médico”, dijo.

La vacuna oral necesita refrigeración, pero no requiere condiciones de “congelación profunda”, lo que facilita la logística, agregó.

El profesor Itamar Shalit, el principal experto en enfermedades infecciosas de MigVax, comentó: “15 meses después de la pandemia, ahora vemos que la lucha para mantener el COVID-19 bajo control es casi tan desafiante como tenerlo bajo control, para empezar.

“Los refuerzos orales como nuestro MigVax-101 serán habilitadores clave que ayudarán a las organizaciones de salud de todo el mundo a pasar del ‘modo de pánico’ a la rutina, debido a su capacidad para reducir el costo y ampliar el alcance de los programas de vacunación en curso”.

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