Auspiciado por la Cámara de Comercio México-Israel

Enlace Judío – Un día después de tomar posesión de manera oficial, los miembros del nuevo gobierno de Israel acudieron a la residencia oficial de Reuven Rivlin para tomarse la tradicional foto grupal al lado del presidente. A lo largo de la jornada, los ministros de la administración entrante fueron parte de las ceremonias simbólicas de traspaso de las dependencias con sus antecesores en el cargo.

Quien evadió ser parte de estas tradicionales ceremonias de discursos con buenos deseos a futuro y poses para las cámaras de televisión fue Benjamín Netanyahu con su sucesor en el cargo de primer ministro, Naftali Bennett, con quien solo sostuvo una muy breve reunión de minutos sobre la transición a puerta cerrada en la Oficina del Primer Ministro. En su primer día en la dependencia, Bennett platicó con el personal y se encontró con el secretario militar de la dependencia y el jefe del Consejo de Seguridad Nacional. Según el Canal 12 israelí, Netanyahu aparentemente aún continuará viviendo en la residencia oficial del primer ministro en Jerusalén por algunas semanas antes de que Bennett se traslade ahí.

Durante la ceremonia en la que recibió el cargo de canciller israelí de manos de Gabi Ashkenazi, Yair Lapid acusó al gobierno de Netanyahu de descuidar el servicio exterior israelí, algo que aseguró buscará cambiar, y prometió resanar las relaciones de Jerusalén con el Partido Demócrata y la comunidad judía de Estados Unidos.

En una reunión con sus aliados políticos de la Knéset, el ahora líder de la oposición Netanyahu los instó a mostrar disciplina y unidad para poder sacar pronto del poder a la coalición de gobierno de Bennett y Lapid. Los comentarios de Netanyahu llegaron poco después de que su copartidario David Bitan acusara al líder del partido de extrema derecha Hatzionut Hadatit, Bezalel Smotrich, de ser el responsable de que el bloque de derecha perdiera el poder.

En vísperas del controversial desfile de banderas en Jerusalén, la tensión se hizo presente. Desde Hamás advirtieron que el evento podría desencadenar una nueva escalada y convocaron mañana a un “día de ira”, lo que ha llevado a las Fuerzas de Defensa de Israel a incrementar las baterías de la Cúpula de Hierro en el sur como precaución. El ministro de Seguridad Pública de Israel, Omer Barlev, se reunió al respecto con el jefe de la Policía de Israel, Kobi Shabtai, y dio su visto bueno para que el desfile se lleve a cabo dentro de los marcos de la ley. La alianza de partidos árabes, la Lista Conjunta, pidió expresamente en una carta a Barlev y a Bennett que cancelaran el desfile por su temor de que estalle una nueva confrontación.

El Ministerio de Salud de Israel confirmó que desde mañana se eliminará en el país el uso obligatorio de cubrebocas en áreas cerradas. Su uso obligatorio solo continuará vigente en unos pocos casos de excepción.

 

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Selección de noticias y guion: Germán Gómez

Locución y realización: David Crespo Neira