Enlace Judío – En uno de sus primeros actos oficiales en el cargo de primer ministro de Israel, Naftali Bennett extendió el martes el mandato del jefe del Servicio de Seguridad General de Israel (Shin Bet), Nadav Argaman, por un mes adicional.

Argaman, quien asumió el cargo en mayo de 2016, ahora permanecerá hasta al menos octubre como jefe de la agencia de inteligencia nacional de Israel, informó The Times of Israel.

Bennett y Argaman se reunieron para su primera reunión de trabajo oficial en la Oficina del Primer Ministro desde que Bennett se convirtió en primer ministro el domingo.

Según la Oficina del Primer Ministro, Argaman le presentó a Bennett una descripción general de las actividades del Shin Bet y el estado de las áreas en las que opera.

En abril, el ex primer ministro Benjamín Netanyahu extendió el mandato de Argaman por 4 meses, hasta septiembre.

El anuncio se produjo después de un informe en el periódico Yedioth Ahronoth de que Netanyahu había planeado nombrar al jefe del Consejo de Seguridad Nacional, Meir Ben-Shabbat, como nuevo director de la agencia, una medida que el ministro de Defensa, Benny Gantz, se negó a aceptar.

Ahora que se ha instalado un nuevo gobierno, se puede nombrar un nuevo sucesor permanente de Argaman, aunque Bennett aparentemente no tendría esa intención por el momento.

A principios de este mes, Argaman emitió una rara advertencia sobre la incitación y el discurso violento que se arremolinó entre los simpatizantes de derecha contra Bennett por su decisión de unirse a un gobierno con partidos de centro e izquierda.

“Recientemente hemos identificado un serio aumento y radicalización en el discurso violento e incitador, específicamente en las redes sociales”, dijo Argaman, advirtiendo que ese discurso en línea podría llevar a algunos grupos o individuos a la violencia.

Las airadas protestas y las amenazas de muerte contra muchos legisladores, en particular los del partido Yamina de Bennett, generaron una mayor protección de seguridad para muchos diputados.

“Este discurso puede ser interpretado entre ciertos grupos o individuos como uno que permite actividades violentas e ilegales e incluso podría conducir a daños a las personas”, dijo Argaman a principios de junio.

“Es nuestro deber hacer un llamado claro y decisivo para el cese inmediato del discurso incitante y violento”, agregó Argaman. “La responsabilidad de restringir el discurso recae sobre todos nosotros”.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío