Enlace Judío – En la tercera y última jornada de la cumbre del G7 en Inglaterra, los jefes de Estado y de gobierno de Alemania, Canadá, EUA, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido, que celebraron su primera cumbre en persona en casi 2 años debido a la pandemia, acordaron proteger el 30% de la tierra y los océanos para el final de esta década.

Este “pacto por la naturaleza” destinado a detener y revertir la pérdida de biodiversidad también los comprometerá a reducir casi la mitad de sus emisiones de carbono para 2030. Esto incluye la obligación de utilizar únicamente, “lo antes posible”, el llamado carbón limpio para la producción de energía, el fin de las ayudas gubernamentales a los combustibles fósiles en el extranjero y la eliminación progresiva de automóviles de gasolina y diésel.

En este ámbito, la canciller alemana, Angela Merkel, celebró los resultados de la cumbre a pesar de que los países ricos industrializados no pudieron acordar una fecha para la eliminación del carbón. Asimismo, el G7 acordó aumentar las contribuciones financieras y cumplir con una promesa de gasto de 100,000 millones de dólares al año para ayudar a los países más pobres, haciendo un llamado a las naciones desarrolladas para que se unan al esfuerzo con recursos de fuentes públicas y privadas hasta el 2025, en el contexto de acciones de mitigación significativas y en la transparencia en su aplicación.

Merkel recalcó que la llegada a la Casa Blanca del demócrata Joe Biden dio un nuevo impulso a las discusiones en el marco del G7 tras los desacuerdos que marcaron el mandato de Donald Trump. Dijo que “no es que el mundo haya dejado de tener problemas por la elección de Joe Biden, como presidente de EE. UU., empero, trabajamos en soluciones a esos problemas con un nuevo impulso”.

Al mismo tiempo, los integrantes del G7 se comprometieron a enviar mil millones de dosis de vacunas contra el Covid-19 “para la vacunación del mundo”, ello podría ser directamente o mediante el mecanismo COVAX”, una innovadora iniciativa de colaboración mundial para acelerar el desarrollo y la producción de pruebas, tratamientos y vacunas contra la COVID-19 y garantizar el acceso equitativo a ello.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que esta es una forma para frenar el impacto que la pandemia del coronavirus está ocasionando en la economía y Salud Pública. Por medio de COVAX se ofrecen dosis de vacunas para al menos 20% de la población de los países; una cartera diversificada y gestión activamente, entrega de vacunas tan pronto como estén disponibles; poner fin a la fase aguda de la pandemia; reconstruir las economías y reafirmar el papel de los líderes mundiales en la vacuna frente al COVID-19.

El mecanismo COVAX ha supuesto para los impulsores de la iniciativa, que ha tenido que reunir a gobiernos, organizaciones mundiales de la salud, científicos, fabricantes, sociedad civil y sector privado para conseguir blindar el acceso a la vacuna frente al nuevo coronavirus. Este mecanismo ha logrado una colaboración global en la que están implicados dos tercios del mundo que busca la mayor cartera de vacunas posible.

También COVAX está actuando como una plataforma de apoyo tanto para la investigación como para el desarrollo y fabricación de varios candidatos a la  vacuna. Además se encargó de negociar su proceso para que todos los países participantes puedan acceder a la vacuna, independientemente de sus ingresos.

El objetivo que se ha marcado COVAX en un periodo inicial es tener 2,000 millones de dosis de vacuna frente al COVID-19 disponibles para finales del 2021, con lo que se pretende proteger, sobre todo, a las personas más vulnerables o que tengan un riesgo más alto, como son los profesionales o sanitarios. Sin COVAX, el riesgo de que la mayoría de las personas se quede sin vacuna es real.

México recibió 1,075,200 dosis de vacunas adquiridas a través de COVAX el 23 de abril pasado y se espera que reciba envíos sucesivos hasta alcanzar 51.5 millones de dosis para inmunizar a más de 25 millones de personas.

No obstante, los compromisos adquiridos por el G7 en materia de cambio climático, miles de ecologistas marcharon en ruidosa y colorida manifestación en Cornualles, condado al suroeste de Inglaterra, donde se celebró la cumbre del G7 para que sus líderes se intensifiquen los esfuerzos contra el cambio climático.

La marcha organizada por el grupo de desobediencia civil Extinction Rebellion, recorrió la ciudad costera de Falmouth, situada a unos 40 kilómetros de la reunión del G7 en Carbis Bay. Este grupo, que en los últimos años ha sembrado el caos en Londres en diversas ocasiones cortando calles, puentes y estaciones, lideró el fin de semana pasada numerosas manifestaciones pacíficas.

Mientras que el Colectivo autodenominado Surfistas contra las Aguas Residuales (SAS, en inglés) fue otro de los que cobró protagonismo, cuando cientos de personas se lanzaron al agua frente a una playa de Falmouth en tablas de surf y kayaks para exigir mayor limpieza en los océanos.

En relación al cambio climático en México cabe destacar que ha sido muy vulnerable a este, observándose los siguientes impactos:

– Se ha vuelto más cálido desde la década de los años sesenta del siglo pasado.

– Las temperaturas medias a nivel nacional aumentan 0.85ºC y las temperaturas invernales 1.3ºC.

– Se ha reducido la cantidad de días más frescos desde los años 60 del siglo pasado y hay más noches cálidas.

– La precipitación pluvial ha disminuido en la región sureste del país desde hace medio siglo.

– Aumento de huracanes, sequías, deslaves, temperaturas extremas y lluvias torrenciales, inundaciones e incendios que hasta hoy han ocasionado altos costos económicos y sociales.

Actualmente hay 2,583 especies que están en peligro o riesgo de extinción, debido a la transformación y degradación de los ecosistemas que afectan a la mayoría de estas, sobre todo, a los bosques tropicales.

Alrededor del 67% de los bosques de México están fragmentados, por lo tanto hay una reducción en la calidad y cantidad de los hábitats silvestres; a partir de evaluaciones globales se estima, que la fragmentación de bosques es más severa en los estados del sur, incluyendo Veracruz, Tabasco, Yucatán, Quintana Roo, Michoacán y Chiapas.

Los manglares mexicanos cubren 742,000 hectáreas 55.0% se ubican en la Península de Yucatán este tipo de ecosistemas ayuda a mitigar efectos del cambio climático. No obstante, se estima que en 2016 la tasa de desforestación de manglares generó alrededor de 10% de las emisiones de carbono por año.

El Instituto Nacional de Cambio Climático ha encontrado que de los 2,456 municipios en los que se divide el país, 480 (20%) tienen un nivel de vulnerabilidad al cambio climático muy alto o alto. Asimismo, de acuerdo con el Banco Mundial y la OECD se estima que alrededor del 68% de la población y el 71% del PIB de México están expuestos a los efectos negativos del cambio climático.

El gas más abundante que se emite en México, es el bióxido de carbono con 71% de las emisiones, seguido del metano con 21%, del total de estas emisiones 64% provienen del consumo de combustibles fósiles; 10% se originan por los sistemas de producción pecuaria; 8% provienen de los procesos industriales; 7% se emiten por el manejo de residuos; 6% por las emisiones fugitivas por extracción de petróleo, gas y minerías; y 5.0% se generan por actividades agrícolas.

El agotamiento y la degradación ambiental durante el proceso productivo genera costos ambientales derivados del agotamiento de los recursos naturales. Estos costos registraron un monto por 1,019,751 mdp en 2018.

En el periodo 2013-2018 el costo promedio por la contaminación del aire aumentó en promedio 4.8% anual, siendo los principales emisores contaminantes las partículas generadas por autos.

En 2018, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicó un informe sobre los impactos del calentamiento global concluyendo mantener una temperatura promedio de 1.5ºC requerirá acciones rápidas, a fin de alcanzar los ODS 2030, particularmente el objetivo B: Acción por el Clima.

En cuanto al marco legal y complementario se encarga de crear políticas para prevenir y enfrentar los efectos del cambio climático a saber:

  • El Plan Nacional de Desarrollo 2019.2024 (PND), que establece el objetivo 3.3, la importancia de impulsar el uso de tecnologías limpias, fomentar esquemas innovadores de producción y consumo como la producción orgánica de alimentos, así como favorecer sistemas de producción que previenen el deterioro ambiental.
  • La  estrategia 3.10.3 menciona la necesidad de “fomentar instrumentos económicos y de mercado que impulsan la reducción de emisiones de gases y compuestos del efecto invernadero en sectores estratégicos”.

En relación a la política energética adoptada por la administración del presidente AMLO a 100 días de su gobierno, la organización Greenpeace la consideró que contraviene de manera radical la lucha contra el cambio climático y los compromisos del Acuerdo de Paris que el mismo ha ratificado.

Las acciones tomadas por el gobierno para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) están siendo borradas por completo para dar paso a energías altamente contaminantes. Es de preverse que la administración de AMLO no modificará fácilmente la infraestructura productiva con base a energías contaminantes, lo que finalmente conducirá a un fuerte enfrentamiento con EE. UU., Canadá, y finalmente México tendrá que cumplir con las disposiciones del T-MEC con un elevado costo para su economía.

 


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