Enlace Judío México e Israel – Este domingo 27 de junio conmemoraremos el 17 Tamuz , un día de ayuno público (תענית ציבור) que también inaugura un periodo de 3 semanas, hasta el 9 del mes de Ab, el cual está dedicado a guardar cierta medida de duelo por la destrucción de nuestro Bet haMiqdash (=Templo de Jerusalem) y otras tragedias ocurridas al pueblo judío.

Cinco tragedias sucedieron en este día.

1. Las tablas de la ley fueron destruidas.
2. Un ídolo fue colocado en el Santuario del Bet haMiqdash.
3. La ofrenda del sacrificio diario fue interrumpida.
4. Apostomus quemó públicamente un Rollo de la Torá (Sefer Torá).
5. Los muros de la ciudad de Jerusalem fueron destruidos.

LAS TABLAS DE LA LEY:

El 17 de Tamuz ocurre cuarenta días después de Shabuot. Moshé ascendió al Monte Sinaí el 6 de Siván, y permaneció allí durante cuarenta días. El pueblo de Israel hizo el becerro de oro en la tarde del 16 de Tamuz, cuando pensaron que Moshé ya no iba a regresar.

Al descender del Monte Sinaí y al ver a los Yehudim adorando al becerro de oro, Moshé rompió las tablas que contenían los Diez Mandamientos.

Hay varios comentarios muy interesantes y originales respecto a este episodio. En primer lugar hay quienes explican que Moshé destruyó las tablas para tratar de proteger al pueblo de Israel.

¿De qué manera? El Segundo Mandamiento dice: «…no harás para ti ninguna imagen [de idolatría]…”. Los Jajamim explican que al romper las tablas, Moshé destruyó el único documento que dejaba en evidencia la terrible “traición” del pueblo judío a HaShem, al adorar a otros dioses.

Los Rabinos presentaron la siguiente metáfora: “Imaginemos a una mujer que se casa y a los pocos días se escuchan cosas no muy buenas sobre su conducta (se sospecha de adulterio) . ¿Qué hizo uno de sus familiares? Tomo la Ketubá , el acta de matrimonio, y la destruyó.

Dijo: mejor que esta mujer sea considerada soltera y no casada. Asimismo Moshé, al romper las tablas dijo: Si yo no destruyo este documento [incriminatorio] el pueblo de Israel no tendrá esperanzas de ser perdonado. Por eso, rompió las tablas y luego le dijo a HaShem, tratando de abogar por el pueblo de Israel: ¡Perdónalos! ¡Nunca llegaron a leer lo que estaba escrito en las tablas!

De cualquier manera la destrucción de las tablas de la Ley significó una gran tragedia. En primer lugar por lo que significaba tener las tablas escritas “directamente” por El Creado que luego fueron reemplazadas por tablas escritas por Moshé. Y en segundo lugar porque la destrucción de las tablas nos recuerda la causa de este infortunio: la adoración del becerro de oro.

Finalmente, los rabinos del Midrash también nos enseñan un aspecto positivo del recordar la destrucción de las tablas de la ley el día 17 de Tamuz. Dijo Ribbí Yehoshúa Ben Leví (Masejet Abodá Zará 4b) que del episodio del becerro de oro aprendemos que HaShem es capaz de perdonar hasta las ofensas más graves.

De manera que uno nunca puede perder la esperanza y decir: “Yo he cometido demasiados pecados. Estoy más allá de cualquier posible redención. HaShem nunca me va a perdonar. » Según Ribbí Yehoshúa Ben Leví ninguna transgresión puede superar la gravedad de la idolatría practicada con el becerro de oro.

Y vemos que, al final, después del arrepentimiento y las Tefilot (plegarias) HaShem perdonó a Am Israel.

Creo que este es un mensaje muy adecuado para el día de ayuno, el cual debe ser dedicado a hacer Teshubá: arrepentirnos de nuestras malas acciones y acercarnos más a HaShem.

MÁS SOBRE EL 17 DE TAMUZ

אֶת-הַכֶּ֥בֶשׂ אֶחָ֖ד תַּעֲשֶׂ֣ה בַבֹּ֑קֶר וְאֵת֙ הַכֶּ֣בֶשׂ הַשֵּׁנִ֔י תַּעֲשֶׂ֖ה בֵּ֥ין הָֽעַרְבָּֽיִם

Uno de los acontecimientos trágicos que recordamos en el día 17 de Tamuz es la interrupción de la ofrenda diaria en el Bet haMiqdash, Gran Templo de Jerusalem (qorbán hatamid).

En el Bet haMiqdash se ofrecían cada día 2 sacrificios, uno por la mañana y otro por la tarde. El sacrifico diario era tan importante que también se hacía en Shabbat y hasta en Yom Kippur.

Esta Mitsvá fue cumplida ininterrumpidamente desde el momento que fue ordenada a Moshé Rabbenu hasta el día 17 de tamuz del año 586 AEC, es decir, por alrededor de 700 años.

En los tiempos del primer Bet haMiqdash, el ejercito de Babilonia invadió Jerusalem. La muralla de contención de la ciudad fue destruida en el día 9 de Tamuz. Pero el Bet haMiqdash, que estaba protegido por otros muros internos, siguió operando, y el sacrifico diario era la mejor prueba de ello.

La Guemará cuenta que el día 13 de Tamuz los Cohanim, los sacerdotes que estaban a cargo de los sacrificios públicos, comenzaron a quedarse sin animales. Trataron de sobornar a los soldaos del ejercito invasor para conseguir animales a cualquier precio.

Esto funcionó por 4 días , hasta el 17 de Tamuz. Ese día, por primera vez en 700 años, el sacrificio diario no fue realizado. Y así, el Bet haMiqdash, aunque todavía siguió en pie por tres semanas más, dejó virtualmente de funcionar como tal.

La Guemará (Yerushalmí Ta’anit Capítulo 4) cuenta que algo similar ocurrió en los tiempos del segundo Bet haMiqdash (año 68 de la era común). Los Cohanim trataban de adquirir animales del ejercito enemigo. Les entregaban a través de la muralla dos baldes llenos de monedas de oro.

Y a cambio los Romanos les entregaban dos animales Kesherim (Kosher) para el sacrifico diario. Hasta que un día, los romanos tomaron el oro y colocaron en los baldes 2 cerdos, que saltaron fuera del balde antes de llegar al oro lado de la muralla. Este evento, de cualquier manera, quedó grabado en nuestra memoria como un trauma nacional.

En el famoso libro «La Guerra de los judíos» (tomo 6) el autor Flavio Josefo escribe lo siguiente: “Tito, el general romano que encabezó la conquista de Jerusalem en el año 68, ordenó a su ejercito abrir una brecha en la muralla de la ciudad para que sus soldados pudieran acceder sin dificultades.

Ese día Tito escuchó que el sacrifico diario no había sido ofrecido [por primera vez desde el año 516 AEC!] y el pueblo judío , al escuchar esta triste noticia quedó completamente desmoralizado. «

Hoy, lamentablemente, no contamos con el Bet haMiqdash. Pero de acuerdo a la indicación de nuestros profetas, los sacrificios son reemplazados (o representados) por las Tefilot (plegarias, rezos).

La primera Tefilá que decimos en la mañana se llama Shajarit, que representa el sacrifico de la mañana (tamid shel shajar), y en segundo lugar la Tefilá de la tarde, Minjá, por el sacrifico del la tarde (tamid shel ben ha’arbayim) .

Y algo más: diariamente recitamos un texto de Tehilim, poemas religiosos escritos por el Rey David, llamado Shir Shel Yom, cada día de la semana recitamos un texto diferente. Y antes de la recitación decimos: “Este era el canto que cantaban los Leviim (los Levitas, que eran los asistentes de los Cohanim, encargados entre otras cosas de la música y los cantos que se entonaban) el el Bet haMiqdash».

Estos poemas de Tehilim eran recitados por un mínimo de doce hombres en el duján, que era como una plataforma de 3 escalones, en el momento que se ofrecía el sacrificio diario, por la mañana y por la tarde.


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