Enlace Judío.- Según el sitio de producción de centrífugas iraní, el objetivo de un ataque con drones el miércoles estaba en una lista que Israel presentó a la administración Trump el año pasado.
El NY Times dice que las instalaciones fabricaban centrifugadoras para reemplazar las destruidas en el ataque de abril a Natanz. El ataque fue llevado a cabo por un dron lanzado desde dentro de la República Islámica, publicó The Times of Israel.
Israel propuso atacar a la Compañía de Tecnología de Centrífugas de Irán, o TESA, al ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, junto con el entonces secretario de Estado Mike Pompeo y Gina Haspel, en ese momento directora de la CIA, dijo una fuente de inteligencia a The New York Times.
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La fuente dijo que Israel también sugirió atacar el sitio de enriquecimiento de uranio de Irán en Natanz y eliminar a Mohsen Fakhrizadeh, un científico que comenzó el programa nuclear militar del país décadas antes.
Fakhrizadeh fue eliminado en noviembre de 2020 en un ataque que Irán atribuyó a Israel, mientras que una misteriosa explosión dañó gran cantidad de centrifugadoras en la planta de Natanz en abril de 2021. El exjefe de la agencia de espionaje Mossad de Israel indicó recientemente en una entrevista concedida después de dejar el cargo que Israel estaba detrás de ese incidente.
La fábrica de TESA se encargó de reemplazar las centrifugadoras dañadas en Natanz y también produce centrifugadoras más avanzadas que pueden enriquecer uranio más rápidamente, según el informe del Times.
La fuente de inteligencia dijo que la campaña de Israel contra el programa nuclear de Irán tuvo la bendición de la administración Trump.
En el ataque a TESA se utilizó un pequeño avión teledirigido cuadricóptero, según el informe, citando a una fuente iraní no identificada.
Aparentemente, el dron fue lanzado desde dentro de Irán, no lejos del sitio, y logró dar en el blanco, según la fuente iraní familiarizada con el incidente, según el informe. Sin embargo, la fuente no supo decir si causó algún daño.
Tras el ataque del miércoles, la autoridad de aviación de Irán dijo que una nueva ley requerirá que todos los drones civiles se registren en un sitio web del gobierno en un plazo de seis meses. Luego, los drones recibirán licencias, según el informe.
Los medios oficiales iraníes dijeron que el objetivo del ataque del miércoles era una instalación que pertenece a la Organización de Energía Atómica de Irán en la ciudad de Karaj, al noroeste de Teherán, conocida como Centro de Investigación Agrícola y Médica de Karaj.
Informes no verificados de medios iraníes alineados con la oposición dijeron que el objetivo específico del ataque era una fábrica que fabrica piezas para centrifugadoras iraníes.
Los medios iraníes sostuvieron que el ataque había fracasado y “no dejó víctimas ni daños y no pudo interrumpir el programa nuclear iraní”.
A pesar de las afirmaciones oficiales iraníes de lo contrario, el ataque causó daños a las instalaciones, según informes sin fuentes en los medios hebreos el miércoles por la noche. No se pudieron confirmar de forma independiente.
Si bien Irán sostiene que la instalación de Karaj se utiliza para fines civiles, ha estado sujeta a sanciones de las Naciones Unidas, la Unión Europea y Estados Unidos desde al menos 2007 por participar en los programas de misiles nucleares y balísticos de Irán. Estados Unidos levantó esas sanciones en virtud del acuerdo nuclear de 2015, pero luego las volvió a imponer en 2018 cuando Trump se retiró unilateralmente del acuerdo.
Irán no identificó quién estaba detrás del ataque, aunque ha acusado a Israel de realizar ataques similares en sus instalaciones nucleares en los últimos años.
En abril, la instalación nuclear subterránea de Natanz en Irán experimentó una misteriosa explosión que dañó algunas de sus centrifugadoras. En julio pasado, incendios inexplicables azotaron la planta de ensamblaje de centrifugadoras avanzadas en Natanz, que las autoridades describieron más tarde como sabotaje. Irán ahora está reconstruyendo esa instalación en el interior de una montaña cercana.
Irán también culpó a Israel por el asesinato de Fakhrizadeh en noviembre.
En una entrevista explosiva a principios de este mes, el exjefe de la agencia de espionaje Mossad casi confirmó que Israel estaba detrás de la explosión de Natanz y del asesinato de Fakhrizadeh.
De manera más general, Cohen dijo: “Le decimos muy claramente [a Irán]: No permitiremos que obtenga armas nucleares. ¿Qué es lo que no entienden?”
En agosto de 2019, un ataque con aviones no tripulados tuvo como objetivo una instalación dirigida por el grupo terrorista Hezbolá respaldado por Irán en la capital libanesa de Beirut. Aunque no asumieron la responsabilidad, los funcionarios israelíes dijeron que el sitio fabricaba piezas vitales para los misiles guiados de precisión de Hezbolá. Hezbolá culpó a Israel por el ataque.
El informe del New York Times del miércoles dijo que el ataque fue llevado a cabo por pequeños drones armados que despegaron de la costa cerca de Beirut y que los operadores de drones fueron recogidos por un submarino.
A principios de esta semana, la planta de energía nuclear de Bushehr en el sur de Irán se cerró temporalmente por una “falla técnica”, según el organismo de energía atómica del país. El comunicado dijo que la planta se volverá a conectar a la red y el problema se resolverá “en unos días”, pero no dio más detalles.
El ataque del miércoles se produjo cuando Estados Unidos e Irán, a través de intermediarios, estaban negociando un retorno mutuo al acuerdo nuclear de 2015, conocido formalmente como el Plan de Acción Integral Conjunto. Cuando Trump derogó el acuerdo en 2018, estableció un régimen de sanciones aplastante, lo que llevó a Irán a abandonar también el acuerdo un año después, enriqueciendo más uranio y con mayores niveles de pureza de lo permitido en el acuerdo, además de participar. en otras formas de investigación nuclear proscritas.
El enriquecimiento de uranio de Irán es un tema clave de conversación en las negociaciones en Viena para reactivar el acuerdo.
Israel se opone firmemente al plan del presidente estadounidense Joe Biden de reingresar al JCPOA, lo que ha dicho que está dispuesto a hacer, siempre que Irán vuelva a cumplir con el acuerdo.
En un aparente esfuerzo por aumentar la presión durante estas negociaciones, Irán aumentó en abril su enriquecimiento de uranio al 60% de pureza, acercándolo al umbral de pureza del 90% para uso militar completo y acortando su potencial “tiempo de ruptura” para construir una bomba atómica. – un gol que la República Islámica niega.
Irán siempre ha negado buscar un arma nuclear, pero cuando abandonó sus compromisos con el acuerdo, comenzó a enriquecer uranio a niveles que, según la Agencia Internacional de Energía Atómica, solo buscan los países que buscan construir un arma.
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