Enlace Judío.- La administración Biden se opone al deseo de Israel de condicionar los proyectos de reconstrucción de posguerra en Gaza a la devolución de los cuerpos de los soldados caídos de las FDI en poder de Hamas, dijeron dos diplomáticos occidentales a The Times of Israel el lunes.
Mientras Israel busca vincular la reconstrucción de la posguerra en la Franja con el intercambio de prisioneros, la demanda preocupada de la administración Biden descarrilará las negociaciones de El Cairo destinadas a mantener el alto el fuego.
En el pasado, Jerusalén había acordado sostener una serie separada de conversaciones indirectas con Hamas, una para un intercambio de prisioneros y otra para la reconstrucción de Gaza y asegurar una tregua a largo plazo.
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Sin embargo, el primer ministro Naftali Bennett tiene la intención de combinar los dos problemas, y un funcionario israelí le dice a The Times of Israel que el nuevo gobierno no permitirá proyectos de rehabilitación a largo plazo mientras Hamas se niegue a devolver los cuerpos de los soldados de las FDI Hadar Goldin y Oron Shaul.
Los cuerpos de los dos militares israelíes han estado retenidos desde la anterior guerra de Gaza en 2014. Dos civiles israelíes, Abera Menginstu e Hisham al-Sayed, también están detenidos en el enclave dirigido por Hamas después de ingresar a Gaza por su propia voluntad. Sus familias dicen que padecen una enfermedad mental.
“Todos los planes para rehabilitar Gaza deben incluir traer de vuelta a nuestros muchachos“, dijo el domingo el embajador de Israel en Estados Unidos y la ONU, Guilad Erdan, en un evento con líderes judíos estadounidenses.
Una delegación de seguridad israelí transmitió este mensaje la semana pasada durante la primera ronda de conversaciones indirectas celebrada en El Cairo desde que el gobierno de Bennett asumió el cargo el 13 de junio, según un diplomático occidental familiarizado con el asunto.
Pero para los mediadores egipcios que conocen bien la posición de Hamas, “esto no era un comienzo”, dijo un diplomático familiarizado con las negociaciones.
Hamas cree que puede recibir mucho más que gestos humanitarios a cambio de los cuerpos y civiles que tiene actualmente, dijo el diplomático, luego del canje de prisioneros de 2011 por el soldado cautivo de las FDI Guilad Shalit. En ese intercambio, el ex primer ministro Benjamin Netanyahu acordó liberar a más de 1.000 prisioneros de seguridad palestinos.
La posición endurecida del nuevo gobierno israelí también se opone a la administración Biden, a la que le preocupa que una ruptura de las conversaciones conduzca a una nueva violencia, algo que Estados Unidos quiere evitar para centrarse en otros temas de política exterior, dijo un diplomático occidental.
El presidente Reuven Rivlin hizo un llamamiento personal al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante su visita del lunes a la Casa Blanca, según un funcionario diplomático presente en la reunión.
La madre de Hadar Goldin, Leah, también estuvo en Washington y Nueva York esta semana para reunirse con altos funcionarios estadounidenses y de la ONU, instándolos a aprovechar la “ventana de oportunidad”, mientras las partes ingresan a las negociaciones de posguerra, para exigir que Hamas cumpla la Resolución 2474 del Consejo de Seguridad de la ONU, que ordena el regreso de las personas desaparecidas después de un conflicto armado.
Hablando el martes al Canal 12, Goldin dijo que la organización terrorista no debe recibir ningún “obsequio humanitario” adicional mientras continúe violando el derecho internacional.
A pesar de sus reservas sobre el vínculo israelí entre la reconstrucción y los cautivos, la administración Biden es comprensiva y planea asegurarse de que el problema se plantee en El Cairo, según una fuente familiarizada con el asunto. Estados Unidos no ha enviado un representante a las negociaciones hasta ahora.
Un funcionario israelí reconoció que las preocupaciones de Estados Unidos sobre la demanda podrían descarrilar las negociaciones. También subrayó que Israel controla varios de los cruces hacia el enclave costero, y que se requiere su aprobación para el avance de muchos de los proyectos de reconstrucción, a menos que Egipto esté planeando permitir que se utilicen exclusivamente sus cruces para ello.
Las agencias de la ONU sobre el terreno todavía estaban evaluando los daños de la guerra del mes pasado, que dejó a miles de habitantes de Gaza desplazados y cientos de edificios destruidos. Al completar la tarea, se coordinarán con EE. UU., la Autoridad Palestina e Israel sobre cómo introducir fondos de donantes en la Franja sin que Hamas se beneficie, un objetivo que las administraciones anteriores no han logrado.
Una fuente familiarizada con el asunto especuló que la posición israelí se suavizará con el tiempo para mantener la calma en su frontera sur, pero admite que este nuevo gobierno está menos dispuesto a tolerar estallidos violentos, ya que el primer ministro Bennett tiene la intención de “cambiar el paradigma” en Gaza.
El Departamento de Estado no respondió a una solicitud de comentarios sobre el asunto.
El episodio de violencia del mes pasado vio a Israel y los grupos terroristas de Gaza luchar durante 11 días, durante los cuales Hamas lanzó cientos de cohetes contra ciudades israelíes. Israel respondió con cientos de ataques aéreos contra objetivos de Hamas.
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