Enlace Judío México e Israel – El busto del décimo presidente de Israel, Reuven Rivlin, fue instalado en la Avenida de los Presidentes en los jardines de Beit HaNasi (la Residencia del Presidente) al final de su mandato esta semana.

El busto, obra de Sigalit Landau, artista multidisciplinar que trabaja en instalaciones, video, fotografía y escultura, es de latón y fue creado a partir de un molde de cera en el que se vertió el metal. Sigalit se graduó de la Academia de Arte y Diseño Bezalel en Jerusalén en 1994.

En la placa pegada a la columna de mármol sobre la que se encuentra el busto, hay una cita del presidente: “En la casa de mi padre y mi madre respire el espíritu de humanidad. Me empapé de la tradición judía, el hadar y el tagar jabotinskista, pero más que nada aprendí a escuchar. Aprendí a respetar la creencia del otro y aprendí a reconocer su dolor. En casa, aprendí que sin la capacidad de escuchar, no hay capacidad de aprender. Sin la capacidad de aprender, no hay capacidad de reparar” de acuerdo al reporte de Arutz Sheva.

El presidente agradeció a Sigalit por su arte y dijo: “Sigalit Landau es una artista notable y de renombre mundial. Nechama me describió su trabajo en detalle, como la instalación de sandías en el Mar Muerto y el vestido de novia hecho de sal exhibido en la Torre de David. Solo puedo expresar mi orgullo por haber tenido el privilegio de que sus manos me hicieran la cara. Gracias, Sigalit, por ser tan amable, amable y de buen humor durante el proceso creativo”.

Sigalit Landau: “Durante el último año he tenido el placer de ser escultor, de ser un artesano con el encargo oficial de plasmar la personalidad de alguien en material físico. Para inmortalizar el rostro del presidente Reuven Rivlin en un retrato oficial”.

Sigalit habló sobre el proceso creativo, diciendo, “al principio, nos conocimos en Beit HaNasi y con mi socio Yotam Faroum, fotografiamos el rostro y los hombros del presidente desde varios ángulos. Después de eso, armado con bocetos e impresiones de las fotos, me dirigí a mi mesa de soldadura, como de costumbre. Ahí es donde empiezo todas mis esculturas. Usando un molde inicial, comencé a esculpir el busto con más detalle con cera y después de un período bastante largo de trabajo, llegamos a Jerusalén para ver el resultado en su contexto en el jardín. Disfruté conocer de cerca al presidente y su equipo. Disfruté del desafiante proceso. Soy un escultor expresionista sin mucha experiencia en el retrato, pero sin abandonar mi propio lenguaje de la escultura, creé un busto que tiene algo de la alegría de vivir y la personalidad radiante y alegre del presidente saliente, el Sr. Reuven (Ruvi) Rivlin”.

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