Enlace Judío – El sistema ferroviario de Irán fue objeto de un ciberataque este viernes, informó una agencia de noticias semioficial, y los hackers publicaron mensajes falsos sobre supuestos retrasos o cancelaciones de trenes, recogió The Times of Israel.

Mensajes dejados en los horarios de trenes decían “retrasado mucho debido a un ciberataque” o “cancelado”, e instaban a los pasajeros a llamar para obtener información al número de teléfono de la oficina del líder supremo del país, Ali Jamenei.

La agencia de noticias semioficial Fars informó que el ataque provocó un “caos sin precedentes” en las estaciones de tren.

Hasta ahora ningún grupo se ha responsabilizado del incidente. Horas antes, Fars dijo que los trenes de Irán habían perdido su sistema de seguimiento electrónico. No quedó claro de inmediato si eso también fue parte del ciberataque.

Más tarde, Fars eliminó su informe y en su lugar citó al portavoz de la empresa estatal de ferrocarriles, Sadegh Sekri, diciendo que “la interrupción” no causó ningún problema para los servicios de trenes.

En 2019, un error en los servidores informáticos de la empresa ferroviaria provocó múltiples retrasos en los servicios ferroviarios.

En diciembre de ese año, el Ministerio de Telecomunicaciones de Irán dijo que el país había frenado un ciberataque masivo contra una “infraestructura electrónica” no especificada, pero no proporcionó detalles sobre el supuesto ataque.

No estaba claro si el ataque reportado causó algún daño o interrupción en los sistemas informáticos e internet de Irán, y si fue el último capítulo de las operaciones cibernéticas de EE. UU. e Irán dirigidas al otro.

Irán desconectó gran parte de su infraestructura de internet después de que el virus informático Stuxnet, que se cree que es una creación conjunta de EE. UU. e Israel, interrumpió miles de centrifugadoras iraníes en los sitios nucleares del país a fines de la década de 2000.

Sin embargo, los ataques atribuidos a Israel se han dirigido con mayor frecuencia al programa nuclear de Irán, como Stuxnet o explosiones recientes en el sitio nuclear de Natanz.

El ciberataque del viernes sigue a una serie de misteriosas explosiones, incendios y contratiempos que han asolado al país en los últimos meses.

El lunes, una explosión en un almacén estatal en las afueras de Teherán provocó un gran incendio en el lugar. Teherán aún tiene que proporcionar detalles sobre la ubicación y la causa de la explosión.

El mes pasado, se desató un incendio masivo en la refinería de petróleo estatal Tondgooyan Petrochemical, que sirve a Teherán. Se cree que una explosión golpeó una tubería de gas licuado de petróleo en la instalación. En ese momento tampoco se proporcionó información adicional.

Si bien muchos de estos se han atribuido a extranjeros, en gran parte se debe a la deficiente infraestructura de Irán, que se ha visto muy afectada por años de mala gestión y agravada por las sanciones.

Sin embargo, también se han informado numerosas explosiones en los últimos años en complejos vitales para el programa nuclear de Irán y sus sectores energético y militar.

El incidente más reciente de este tipo fue un ataque con drones el mes pasado que supuestamente dañó una instalación nuclear iraní en Karaj, que se dice que se utilizó para ensamblar centrifugadoras para el enriquecimiento de uranio.

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