Enlace Judío – La película Agadat Hurban (Leyenda de destrucción) del cineasta israelí Gidi Dar, conocido por la comedia dramática Ushpizin de 2004, se estrenó el 15 de julio en los cines de Israel.

“Una experiencia muy fuerte”, “Emocionante, toca el corazón, recrea el relato histórico”, fueron algunos de los comentarios de personas que la han visto recogidos por el Canal 13 israelí tras una proyección de la cinta.

Agadat Hurban gira alrededor de los hechos en la antigua Judea que culminaron trágicamente con el fatídico sitio de Jerusalén en el año 70 tras la llamada Gran Revuelta Judía contra el Imperio romano.

La trama, que hace un énfasis en la división existente entonces en la sociedad judía, parte desde la perspectiva de Ben Batiaj, un estudiante judío religioso que opta por radicalizarse y aliarse con los zelotas en contra del dominio romano en Judea.

En el filme también aparecen personajes judíos históricos como Simón Bar Giora, el rabino Yehoshua Ben Gamla, el rabino Yohanan Ben Zakai, Juan de Giscala o Berenice de Cilicia.

Cuenta en el reparto de voces con los actores israelíes Shuli Rand en el papel de Batij, Moni Moshonov en el de Ben Zakai, Igal Naor en el de Giscala, Amos Tamam en el de Bar Giora y Yaël Abecassis en el Berenice, entre otros.

Dar, quien pese a ser un judío secular se llenó de interés por realizar una cinta sobre este momento trascendental de la historia del pueblo judío, no optó por una producción con actores de carne y hueso, ni por una animación tradicional.

Su idea fue hacer una producción únicamente mediante ilustraciones estáticas, un arduo proceso que comprendió un desarrollo de 8 años para la película, la mitad de ellos en cimentar el guion y la otra mitad en la composición artística.

El filme está compuesto por alrededor de 1,500 ilustraciones fijas, según estiman sus creadores Michael Faust y David Polonsky, dibujadas a computadora que se suceden una a otra a lo largo de su hora y media de duración, entre diálogos y la banda sonora de Assaf Talmudi y Yonatan Albalak.

Polonsky, de 48 años, un egresado de la Academia de Artes y Diseño Bezalel, es reconocido por su trabajo de animación en la  cinta Vals con Bashir de su connacional Ari Folman, con quien también trabajó para una novela gráfica sobre Ana Frank.

Mientras Dar se encargó de la partea creativa narrativa, con la colaboración de Rand, Polonsky y Faust, también judíos seculares, se responsabilizaron de la parte visual.

Para recrear la antigua Judea, Polonsky y Faust indagaron en diversas fuentes, como la reconstrucción a escala de Jerusalén en el Museo de Israel, el Instituto del Templo, así como libros y artículos.

Una de ellas también fueron los llamados retratos de El Fayum, notables pinturas realistas hechas en sarcófagos de momias del Egipto de hace 2,000 años.

No obstante, a razón de la poca evidencia sobre algunos elementos visuales, como la indumentaria de los judíos que se rebelaron contra Roma, ambos echaron a volar su imaginación.

En otras cuestiones, como en el tema sobre si ilustrar a los judíos de esa época con un tocado religioso o no en la cabeza, tomaron la decisión personal de descartar esta idea.

Asimismo, decidieron omitir representaciones de personas con partes descubiertas del cuerpo, con miras a tener en cuenta al público religioso judío actual. En un caso, optaron por cubrir el cuerpo de Berenice que originalmente planearon mostrar de más.

Faust comentó al periódico Haaretz que ambos están familiarizados con un clásico del cine hecho a base de fotos fijas, La jetée, del francés Chris Marker, pero que aún así, consideran que este proyecto es algo diferente debido al uso de las coloridas y estilizadas ilustraciones.

Gidi tuvo mucho coraje, la idea de hacerlo de esa manera fue suya”, dice Polonsky. “Sintió que funcionaría porque estaba buscando el pathos para esta historia”.

“Soy una persona locamente optimista y, a veces, mis delirios se hacen realidad”, dijo Dar a The Times of Israel. “Todos mis proyectos son así”.

“Creo que, antes que nada, la mayoría de los [judíos] seculares no conocen esta historia. Han oído del Sinat Jinam, como que piensan que hablaban mal uno del otro en ese entonces. Pero no entienden que lo que pasó aquí fue un caos absoluto total y una caída directa al infierno. Esto no lo saben”, expresó Dar al Canal 13.

Además de su interés por mostrar en Agadat Hurban el rescate de un episodio de la historia judía de una manera cinematográfica, Dar también pretende expresar con la cinta una advertencia en el presente contra la polarización dentro del moderno Israel.

“La violencia política ha experimentado un fuerte aumento y existe un peligro real de que seamos abrumados por el caos. Tengo la esperanza de que esta película nos sirva de alarma a todos, advirtiéndonos del peligro inminente que nos traeremos si no nos despertamos y detenemos esta espiral hacia el abismo”, detalló a Variety.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío