«Abre/s Tus manos y satisfaces a todas las
criaturas de acuerdo a Tu voluntad»

¿QUIÉN SE COME A QUIEN?

Hay un pasuq (versículo) muy conocido en Tehilim, el libro de los Salmos, que decimos todos los días del año, 3 veces por día. Y este pasuq tiene una particularidad: debe ser dicho con kavaná, o sea, reflexionando en lo que estamos diciendo para internalizar su mensaje.

En el Salmo 145, Tehilá leDavid (ashré…) el pasuq 16, dice así: «poteaj et yadeja…». La traducción convencional es: «[Tu HaShem] Abres Tus manos y satisfaces a todas las criaturas de acuerdo a Tu voluntad».

La explicación tradicional es que este pasuq habla de «las manos de Dios» –lo cual obviamente es una metáfora — e indica que El Creador «abre permanentemente Sus manos» proveyendo de mil formas diferentes el alimento que todo ser vivo necesita.

¿Y cómo es que HaShem «abre su mano»? En el mundo animal, HaShem ha diseñado un mecanismo milagroso y altamente sofisticado, que los científicos llaman «cadena alimenticia», a través de la cual todos los seres vivos tienen asignado su alimento.

Este mecanismo ecológico permite que cada criatura del bosque, de la selva o del mar, tenga lo que comer.

¿QUIÉN LE DA DE COMER A QUIÉN?

Tal como hacen otros seres vivos, también los seres humanos procuramos nuestro alimento consumiendo plantas u otros seres vivos. Pero hay un elemento particular que corresponde exclusivamente a la raza humana: el que tiene comida, o el que tiene más, le da de comer al que no tiene lo que comer, o al que tiene menos.

Los seres humanos, no solo que no nos comemos unos a otros (literalmente hablando) sino que tenemos la capacidad que ningún otro ser vivo tiene la «solidaridad» y el «altruismo».

Pero, volviendo a nuestro versículo, si bien entendemos que el Todopoderoso estableció con Su infinita sabiduría la cadena alimenticia para que a ningún animal le falte su alimento, ¿cuál es el papel que juega el Creador en la cadena alimenticia humana?

INTERPRETACIÓN LITERAL

Como todos sabemos, la Torá nos permite (o nos exige) múltiples interpretaciones. Hay interpretaciones literales (peshat) e interpretaciones no literales (derash). En este caso voy a presentar una «interpretación» que se ajusta estrictamente al sentido literal de sus palabras y que nos va a proveer la respuesta a nuestro interrogante.

Veamos. En hebreo, los verbos en el tiempo presente se dicen de igual manera para la primera, segunda o tercera persona del singular. En hebreo, por ejemplo, «yo escribo», «tu escribes» o «él escribe», se dice de la misma forma: «KOTEB».

En nuestro caso, la primera palabra de nuestro versículo , POTEAJ, se puede leer entonces como la hemos leído anteriormente: «[Tú, HaShem,] abres Tus manos y satisfaces a todas las criaturas, hasta que colmas su voluntad».

Pero también, las primeras tres palabras de este versículo se pueden leer de una manera distinta, sin violar su sentido literal: «[HaShem] abre tu mano, y así satisface a todas las criaturas según Su voluntad».

En esta segunda lectura, (poteaj, como verbo transitivo). El Creador abre «nuestras manos», las manos humanas, para saciar el hambre de otros seres humanos. HaShem, el Creador, abre NUESTRAS manos para ayudar a los que no tienen lo que comer.

¿CÓMO HACE DIOS PARA ABRIR NUESTRAS MANOS?

La respuesta la encontramos en la Perashá de esta semana, REE. En el capítulo 15:7 la Torá habla de la Mitsvá de Tsedaqá. HaShem nos pide que NO cerremos nuestra mano cuando nuestro hermano nos necesita ( לא תקפוץ את ידך מאחיך האביון). Y en el siguiente pasuq 15:8, la Torá usa unas palabras que es imposible no asociarlas con nuestro versículo en Tehilim.

El pasuq 15:8, dice: «Abrir abrirás tu mano … [a tu hermano necesitado] y le proveerás de todos lo que le haga falta». ( פתוח תפתח את ידך לו). Según esta interpretación, Dios literalmente abre nuestras manos a través de la Mitsvá de Tsedaqá y al abrir nuestras manos, le concede a cada persona el alimento que necesita.

A través de la Tsedaqá, nos transformamos en un instrumento de HaShem. Formamos parte de esa cadena humana de Jesed que HaShem implementa a través de nuestras manos para que todos tengan lo que comer….

SHABBAT SHALOM


Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.