Enlace Judío – El primer ministro Naftali Bennett dio este domingo su aprobación a un plan elaborado por los ministerios de Educación, Salud, Defensa y la Oficina del Primer Ministro para ir adelante con el nuevo año escolar en medio del actual rebrote de COVID-19, informó The Times of Israel.
Los 1.6 millones de niños en jardines de niños y de los grados 1° a 6° se someterán a una prueba serológica para verificar si tienen anticuerpos contra COVID-19.
Las pruebas comenzarán en el sector jaredí, donde las escuelas reabrirán el lunes y luego se extenderán al resto de la población. El Ministerio de Educación de Israel estima que se descubrirá que entre el 20 y el 30% de los estudiantes se han recuperado de la enfermedad y, por lo tanto, recibirán un “pase verde” que los exima de cuarentenas si se exponen a contagiados.
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Las familias de 1.9 millones de niños en jardines de niños y de los grados 1° a 9° recibirán un kit de prueba casera rápida de COVID-19 dentro de las 48 horas posteriores al inicio del año escolar, y se les pedirá que examinen a sus hijos antes de que lleguen a clase.
Si un estudiante da positivo por COVID-19, ese estudiante entrará en cuarentena y toda su clase deberá hacerse una prueba de detección.
Aquellos que den positivo también entrarán en cuarentena, y aquellos que den negativo pueden permanecer en clase siempre y cuando se hagan la prueba todos los días durante 7 días. Aquellos que se nieguen a hacerse la prueba a diario deberán entrar en cuarentena domiciliaria.
Los estudiantes de las escuelas en localidades que se encuentren en naranja o rojo del semáforo epidemiológico de Israel deberán someterse a una prueba de coronavirus una vez a la semana.
La cadena israelí Kan reportó que Bennett presentó al gabinete un documento que indica que si los pasos actuales para contener el brote de coronavirus no ayudan, Israel podría dirigirse a un nuevo confinamiento durante las Fiestas Mayores de septiembre.
Según el documento, se podrían imponer “restricciones más severas, incluido un confinamiento” a partir de Rosh Hashaná, que comienza el 6 de septiembre. Varios ministros del gabinete han expresado públicamente su objeción a cualquier plan de confinamiento.
Mientras tanto, la jefa del sindicato magisterial de Israel, Yaffa Ben-David, quien había amenazado con una huelga la semana pasada si se aprobaba el plan escolar, rechazó su amenaza en una entrevista con el Canal 13 israelí.
“No convocaremos una huelga en el sistema educativo, solo estamos pidiendo un marco que sea claro tanto para los padres como para el personal educativo”, dijo Ben-David. “Para que esto funcione, necesitamos personal, y todavía no lo tenemos”.
Señaló que el plan aprobado aún deja algunas preguntas sin respuesta.
“Cuando un niño da positivo, ¿quién irá con [los demás] a hacerse las pruebas diarias durante una semana?”, ella preguntó. “Obviamente, los profesores no harán eso”.
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