Enlace Judío México e Israel – El Baal Shem Tob contó la siguiente parábola: Un rey contrató a una mujer de la calle para que sedujese a su hijo, el futuro monarca, para comprobar su fortaleza moral. Esa mujer hacía lo posible por hacer tropezar al joven, pero deseaba que él no cayese en el pecado pues al fin y al cabo era una súbdita del rey y sólo quería llevar a cabo la misión que le había impuesto, pero no que el príncipe pecase.

Cuando el muchacho se percató de que una bella mujer estaba siempre cerca de él, como al acecho, empezó a reflexionar: “¿Cómo es posible que esa mujer esté siempre cerca de mí? Mi padre controla todo, seguramente él le permitió acercarse a mí para probarme…”

De la misma manera debe pensar el Yehudí: “Si tengo tantas dificultades en esta relación o en este asunto o en tal situación es porque D-os espera algo de mí”.

Si la persona recuerda que el Creador dispone todo, entenderá que tiene que pasar alguna prueba, no es casualidad de que se encuentra en una relación difícil, no es casualidad que tenga los hijos que tiene, el socio que tiene…. La vida está diseñada de manera que el individuo tenga que pasar pruebas. Así como a un mejor soldado se le pone pruebas más duras que a un soldado común, al individuo con más potencial el Omnisciente le pone pruebas más duras.

Así como el soldado sabe que está siendo “exprimido” para dar lo mejor de sí, la persona debe saber que D-os la pone a prueba para que dé lo mejor de sí y que no se rinda.

Por lo tanto, a pesar de que no es fácil, el individuo debe tratar de entender que todo son pruebas. Todo está conducido desde el Cielo. Y todo puede cambiar con la fuerza del rezo.

Ampliado de las palabras de Rab Shimón Semp.


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