Enlace Judío México e Israel – El 40 aniversario del ataque terrorista de 1981 contra la sinagoga Seitenstettengasse de Viena por dos terroristas árabes palestinos se conmemoró el domingo 29 de agosto.

Líderes de la comunidad judía de Viena, funcionarios municipales y federales, representantes de la sociedad civil y otros se reunieron en la plaza Desider Friedmann para honrar a las víctimas del ataque, informó ORF.

Elvira Gluck, quien era una estudiante de 20 años que trabajaba como guardia de seguridad a tiempo parcial ese día en la sinagoga, habló en el evento. Ella contó lo ocurrido de acuerdo al reporte de Arutz Sheva.

Dijo que los guardias de seguridad no estaban armados. Escuchó disparos y vio a uno de los terroristas arrojar algo. Al principio pensó que era una pelota, pero resultó ser una granada.

“Instintivamente, cerré la puerta. Cuarenta años después, todavía siento las secuelas del ataque”, señaló Gluck.

Juwal Grauss también habló en el memorial. Tenía 11 años durante el ataque en el que los terroristas le dispararon. Recordó haber fingido estar muerto.

Aunque estaba gravemente herido, cuando se dio cuenta de que lo habían colocado en la misma ambulancia que uno de los terroristas, saltó.

Señaló que si bien el trauma duradero del ataque lo acompañó durante muchos años, también “[me convirtió] en un judío sionista fuerte y seguro de mí mismo en Austria”.

El ataque ocurrió el 29 de agosto de 1981. Dos terroristas de la Organización Abu Nidal cometieron un tiroteo masivo y un ataque con granadas que mató a dos feligreses e hirió a otros 18 durante un bar mitzvah.

Los dos atacantes pudieron ingresar a la sinagoga de 155 años disfrazados de judíos. Después de que comenzó el tiroteo, el terrorista inició un tiroteo con dos policías heridos.

Más tarde, el guardaespaldas de un empresario judío corrió a la sinagoga, disparó contra uno de los terroristas y superó al otro. La policía llegó y realizó un registro casa por casa por temor a más cómplices y bombas ocultas.

Las dos víctimas que murieron en el ataque fueron Nathan Fried y Ulrike Sarah Kohut. Ambos se conmemoran con una placa conmemorativa.

Kohut murió cuando colocó su cuerpo sobre el del hijo de tres años de su amiga, Markus Kohn, protegiéndolo de los disparos.

En el evento, Kohn citó del Talmud: “A una persona que salva una vida humana se le atribuye haber salvado al mundo entero.

“Así es también como ella hizo posible que yo formara una familia más tarde”, dijo Kohn, quien nombró a su hija Sarah en honor a Kohut.

Oskar Deutsch, el presidente de la comunidad judía de Viena, habló de su tristeza y enfado, pero también de una sensación de triunfo por el hecho de que tantas personas hubieran sobrevivido al ataque y estuvieran presentes en el monumento.

“No dejar que te deprimiera”, comentó Deutsch.

Sin embargo, lamentó que hoy la vida judía en Austría solo sea posible con seguridad fuertemente armada. El evento tuvo que realizarse con un gran contingente de policías armados.

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