Enlace Judío México e Israel- Los ataques del 11-09-2001 fueron el primer acontecimiento histórico importante del siglo XXI y uno de los más terribles en su impactante dimensión.

NATALIO STEINER, DIRECTOR DE COMUNIDADES PLUS

El enorme ataque terrorista, que millones de seres humanos pudieron ver en vivo en todo el mundo, se representó en la conciencia colectiva como un evento que cambió la realidad y el mundo. Un grupo de 19 terroristas islamistas, al servicio de una misteriosa organización terrorista que pocos en el mundo conocían, logró atacar el corazón de la gran superpotencia mundial y destrozar algunos de sus grandes símbolos de poder. En cuatro ataques coordinados, utilizando aviones de pasajeros secuestrados como “bombas voladoras”, los terroristas de al-Qaeda mataron a casi 3,000 civiles estadounidenses, dejando al mundo atónito.

Los ataques del 11-09 no solo fueron el ataque más mortífero en suelo estadounidense, sino también una llamada de atención para una lucha internacional contra el terrorismo. Por mucho tiempo, la organización Al Qaeda se presentó como una organización amorfa, difusa, descentralizada pero de importante gravitación.

La guerra entre los valores occidentales y los del Islam radical y el terrorismo islámico tuvo lugar en casi todos los rincones del mundo, definiendo más que nada el panorama político del nuevo siglo. En contraste con la lucha entre bloques, como lo fue la Guerra Fría, y el miedo a una guerra mundial nuclear que caracterizó la segunda mitad del siglo XX, el miedo al terror despiadado de al-Qaeda capturó la imaginación del siglo XXI.

La propia Al Qaeda ha operado en diferentes países con diferentes nombres, y su carismático líder, Osama bin Laden, fue eliminado en Pakistán por Estados Unidos en 2011. Pero los métodos brutales y la visión distorsionada esbozados por Bin Laden y sus terroristas siguen siendo un oasis para su sucesores, y una pesadilla que acecha al mundo.

El triunfo de los talibán en EE.UU. abre angustiantes interrogantes. Allí anidó y planeó Al Qaeda los feroces y precisos ataques que pudieron ser más devastadores. Hoy, los talibán se enfrentan a un Isis que eclipsa su violencia y espanto. ¿Será Afganistán nuevamente el nido que engendre otras formas de brutal terrorismo? Es temprano para decirlo pero no podemos dejar de considerarlo.

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