Enlace Judío – El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, ofreció este lunes su discurso en la sesión anual de la Asamblea General de la ONU.

Al inicio de su discurso, que se extendió por más de 20 minutos, Bennett afirmó que Israel es “un faro en un mar tormentoso, un faro de la democracia, diverso por diseño, innovativo por naturaleza y ansioso por contribuir al mundo a pesar de estar en el vecindario más duro del muro”.

El mandatario pasó a destacar los logros del sionismo en la tierra de Israel, a los que calificó como “un milagro de la sobrevivencia judía” y aseguró que el Estado de Israel ha sido por muchos años definido por guerras con los países árabes, pero que “esto no es el Estado de Israel, esto no es el pueblo de Israel“.

“Los israelíes no se despiertan en la mañana pensando sobre el conflicto, los israelíes como todos, queremos vivir una buena vida, queremos cuidar de sus familias y construir un mejor mundo para nuestros hijos. Pero eso significa que, de vez en cuando, tengamos que dejar nuestros trabajos, decirle adiós a nuestras familias y correr al campo de batalla a defender a nuestro país”, expresó.

Pese a ello, enfatizó que los israelíes “no deberían ser juzgados por esto”. “Los israelíes recuerdan los oscuros horrores de nuestro pasado, pero siguen determinados a ver adelante y construir un futuro más claro”.

Según Bennett, por el momento existen 2 plagas que abruman a la sociedad de Israel al punto de que pueden ser devastadoras en su contra en este momento: uno, el COVID-19, y otro, la polarización política.

“En lugar de aceptarlas como una fuerza de la naturaleza, le hacemos frente, tomamos acción y ahora podemos observar ya el horizonte”.

La polarización política, indicó Bennett en clara alusión a Israel, solo ha llevado a que las divisiones entre derecha e izquierda terminen en sus propias cámaras de eco y se genere odio entre ambos grupos. “Los países que se rompen desde adentro, no van a ningún lado”, dijo.

En ese momento, Bennett advirtió que en Israel existe el riesgo de potenciales quintas elecciones en el país luego de las 4 últimas que se han presentado en los pasados 2 años, pero que los israelíes continúan buscando “un antídoto” para ello y lograr la “normalidad política”.

Bennett aseguró que él y sus aliados que conforman la actual coalición de gobierno en Israel, “el más diverso” en la historia del país, acotó, pusieron un freno a la inestabilidad política y han conducido al país a un entorno más seguro.

“Lo que empezó como un accidente político ahora puede convertirse en un propósito, y ese propósito es unidad”, destacó. “Nosotros portamos un mensaje: las cosas pueden ser diferentes. A pesar de que tenemos muy, muy diferentes opiniones políticas, nos sentamos juntos para el bien de nuestra nación”.

“Lo que hemos probado en Israel es que aún en la época de las redes sociales, podemos debatir sin odio”.

Sobre la amenaza del COVID-19, Bennett abogó a ir por nuevos descubrimientos y logros para poder vencerlo. “Todo comienza con la búsqueda del conocimiento y el Estado de Israel está al frente de esta búsqueda de conocimiento”.

Al referirse a las medidas que su gobierno ha tomado contra la pandemia en Israel, el primer ministro subrayó la importancia de 3 decisiones de su administración.

La primera de ellas, mantener abierto al país y evitar todo tipo de confinamientos o duras restricciones de distanciamiento social. “Los confinamientos, las restricciones, no son el camino, no son sostenibles a largo plazo”.

Bennett afirmó que su gobierno ha cambiado de mantener a los israelíes en estado pasivo a un estado activo en la lucha contra el coronavirus. Para ejemplo de ello, mencionó la entrega de pruebas de detección de COVID-19 a todos los padres de familia de niños en educación básica, lo que ha mantenido las escuelas abiertas.

La segunda de las medidas, es la campaña de Israel para aplicar la tercera dosis de la vacuna contra COVID-19, que aseguró que funciona y a lo que calificó como una “decisión difícil” debido a que la FDA para entonces aún no había aprobado los lineamientos al respecto.

Israel está en curso de escapar de la cuarta ola sin un confinamiento, sin más daño a la economía”, se jactó.

Mientras que la tercera de las medidas es la de “adaptarse y moverse rápido“, a lo que describió como la voluntad de su gobierno de dejar atrás tardanzas burocráticas y tomar decisiones al momento.

Bennett dijo que el combate al coronavirus no puede basarse solo en darle peso a la salud, sino también darle énfasis a todo lo que afecta consigo, especialmente, el trabajo y la educación, ante lo que su gobierno le ha dado a los israelíes las herramientas necesarias para protegerse.

“El Talmud dice: quien salva una vida es como si salvara a todo el mundo. Y eso es a lo que aspiramos”, expresó.

Bennett pasó a hablar de las amenazas que enfrenta Israel en el Medio Oriente, destacando a Hezbolá, las milicias chiitas, la Yihad Islámica, Hamás e Irán.

“Todos quieren destruir mi país. Y todos están respaldados por Irán. Obtienen su financiamiento de Irán, su entrenamiento de Irán y sus armas de Irán. El gran objetivo de Irán es muy claro para cualquiera que quiera abrir los ojos: Irán busca dominar la región y busca hacerlo bajo un paraguas nuclear”, aseguró.

Bennett acusó a Irán de solo llevar hambre, sufrimiento y economías colapsadas ahí a donde ha llegado con sus incursiones como Líbano, Irak, Siria, Yemen y Gaza, a lo que llamó “el toque del mulá”.

Asimismo, señaló a Teherán de poner en funcionamiento drones cargados con armas letales para realizar ataques en la región del Medio Oriente y recordó el oscuro pasado del actual presidente iraní Ebrahim Raisi, a quien de nuevo llamó “el carnicero de Teherán“.

Irán, sostuvo Bennett, ha avanzando en sus intenciones nucleares en los últimos años y afirmó que “el programa de armas nucleares de Irán se encuentra en su punto crítico. Todas las líneas rojas se han cruzado”.

Señaló a Irán de violar los lineamientos del Organismo Internacional para la Energía Atómica y de enriquecer uranio al 60%, “un paso menos al material apto para las armas”.

“El programa nuclear de Irán ha marcado un hito. Y también nuestra tolerancia. Las palabras no impiden que las centrifugadoras giren”, advirtió. “No permitiremos que Irán adquiera un arma nuclear“.

En seguida, Bennett se refirió brevemente a los Acuerdos de Abraham, a lo que llamó “rayos de luz” en el Medio Oriente fuera de la amenaza de Irán, y aseguró que “más está por venir” respecto a los procesos de normalización.

“A una edad madura de 73 años, cada vez más naciones comprenden el valor de Israel y su lugar único en el mundo”, expresó el mandatario en la parte final de sus declaraciones.

Destacó el fuerte apoyo de EE. UU. a Israel, las nuevas alianzas en Medio Oriente y el respaldo que consiguió Israel para el boicot de la conferencia de Durban por parte de más de 30 países. “Agradezco a los 38 países que eligieron la verdad sobre las mentiras y evadieron la conferencia”.

“Y a aquellos países que decidieron participar en esta farsa, les digo: atacar a Israel no los hace moralmente superiores. Luchar contra la única democracia en el Medio Oriente no te hace woke. Adoptar clichés sobre Israel sin molestarse en aprender los hechos básicos, bueno, eso es simplemente perezoso”, lamentó.

“Durante los últimos 73 años, el Estado de Israel, el pueblo de Israel, ha logrado tanto frente a tanto. Y, sin embargo, puedo decir con total confianza: nuestros mejores días están por delante.

“Israel es una nación de gran esperanza, una nación que ha dado vida a la herencia de la Torá en el Israel actual, una nación de espíritu inquebrantable. Meat Min Haor Dojé Harbei Min Hajoshej. Un poco de luz disipa mucha oscuridad. El faro entre el mar tormentoso se erige alto, se mantiene fuerte. Y su luz brilla más que nunca”, concluyó.

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