Enlace Judío – El primer ministro Naftali Bennett utilizó su reunión del lunes con el secretario general de la ONU, António Guterres, en Nueva York para criticar a la institución internacional por su “discriminación” contra Israel, de acuerdo con The Times of Israel.

El primer ministro dijo que si la ONU quiere que los israelíes se tomen en serio sus instituciones, sus miembros deben comenzar a tratar al Estado judío como un socio igualitario, en lugar de atacarlo de manera desproporcionada, dijo un funcionario diplomático después de la reunión.

La información oficial de las oficinas de los 2 fueron ligeras en los detalles, y Bennett solo indicó que la reunión tuvo lugar, mientras que Guterres dijo que “Bennett informó al secretario general sobre la situación en Israel. Intercambiaron puntos de vista sobre los desarrollos regionales, incluido el proceso de paz de Medio Oriente“.

En su reunión posterior con la embajadora de EE. UU. en la ONU, Linda Thomas-Greenfield, Bennett le dijo: “Creo que el regreso de EE. UU. a las instituciones internacionales es una buena oportunidad para equilibrar estas instituciones con respecto a Israel“.

“Muchas veces sentimos que estas instituciones son sesgadas y, a veces, injustas y creo que el nuevo espíritu entre EE. UU. e Israel puede aplicarse y podemos hacer grandes cosas juntos”, dijo Bennett, según un comunicado de su oficina publicado el martes.

La administración Biden se ha movido para regresar a EE. UU. al Consejo de Derechos Humanos de la ONU y a la Organización Mundial de la Salud, que la administración del expresidente estadounidense Donald Trump abandonó debido a disputas sobre Israel y China.

La administración anterior también recortó sustancialmente la financiación de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, que el presidente estadounidense Joe Biden ha restituido en gran medida.

Washington también enfrenta llamadas para regresar a la UNESCO, que Trump abandonó en 2018, también citando prejuicios anti-israelíes.

Al buscar reincorporarse a las instituciones de la ONU, la administración Biden ha argumentado que pierde la capacidad de influir en ellas cuando no tiene un asiento en la mesa.

En sus reuniones con Guterres y Thomas-Greenfield, Bennett planteó la difícil situación de los civiles israelíes Avera Mengistu e Hisham al Sayed junto con los cuerpos de los soldados caídos Hadar Goldin y Oron Shaul, retenidos por Hamás en Gaza.

Reportes indicaron que Bennett enfatizó a Guterres que Mengistu y al Sayed padecen una enfermedad mental y que Goldin fue secuestrado por Hamás durante un alto el fuego negociado por la ONU. “Estos son casos claramente humanitarios”, dijo el funcionario, enfatizó Bennett.

Bennett instó a Thomas-Greenfield a “continuar planteando el tema en varios foros, como lo ha hecho desde que conoció a Leah Goldin“, dijo la Oficina del Primer Ministro.

Thomas-Greenfield conoció a la madre de Hadar Goldin durante el verano, cuando esta última acompañó al entonces presidente Reuven Rivlin durante su visita de despedida en EE. UU.

“La primera ministra agradeció a la embajadora por su actividad en nombre del Estado de Israel en la ONU y por el apoyo inquebrantable de EE. UU. a Israel, y la invitó a visitar Israel“, dijo la oficina del mandatario.

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