Enlace Judío.- El compostador más grande de Israel se inauguró el martes en el Centro Dizengoff de Tel Aviv con la asistencia de la ministra de Protección Ambiental, Tamar Zandberg.

Un compostador de desechos gigante en el Centro Dizengoff fue inaugurado en una ceremonia de celebración el martes que contó con la ministra de Protección del Medio Ambiente, Tamar Zandberg (Meretz).

El compostador, llamado Ecodrum, es único porque permite que una empresa privada convierta sus propios desechos orgánicos en compost. Una prueba piloto en Dizengoff Center terminó con éxito recientemente, y la máquina ahora estará estacionada allí de forma permanente, informó The Jerusalem Post.

El proyecto fue realizado conjuntamente por la cadena de supermercados Mega, el municipio de Tel Aviv, la ONG ambientalista Zalul (pronunciado Tzalul) y la Ecocity Green Company.

El compostador tiene 10 metros de largo, 22.000 litros y pesa cuatro toneladas. Puede reciclar desde media tonelada hasta una tonelada de desechos orgánicos todos los días. Los residuos de la máquina en Dizengoff los proporciona el supermercado Mega y los restaurantes de sus instalaciones, mientras que el municipio de Tel Aviv suministrará los recortes de madera. Los dos ingredientes crean abono de calidad cuando se mezclan, que luego será utilizado por el municipio de Tel Aviv y sus residentes.

El proceso localizado de conversión de desechos a compost hace que el transporte de desechos a los lugares de enterramiento sea innecesario y reduce las emisiones de gas metano, los cuales son peligrosos para el medio ambiente.

El Centro Dizengoff el día de las elecciones, marzo de 2021 (credito: AVSHALOM SASSONI / MAARIV)

“El Estado de Israel hoy entierra el 80% de sus desechos, y tengo la intención de introducir legislación e instalaciones para cambiar esto”, dijo Zandberg.

Dizengoff Center tiene como objetivo reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero a cero neto para 2028, según el CEO y copropietario Dan Filtz. El Ecodrum ahorrará al público entre 200.000 y 300.000 NIS al año, dijo.

“Creemos que el movimiento innovador del Centro Dizengoff demostrará que la acción climática responsable es buena no solo para la salud humana y de la naturaleza, sino que también es económicamente eficiente y ahorra una gran cantidad de recursos”, según la directora de Zalul, Maya Jacobs.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío