Enlace Judío – Científicos de la Universidad Bar-Ilan han desarrollado un nuevo método molecular para tratar cánceres hematológicos, informó Ynet.

El método fue desarrollado por la profesora Mira Barda-Saad y su equipo de investigación en la Facultad de Ciencias de la Vida Mina y Everard Goodman de la Universidad Bar-Ilan.

El nuevo enfoque consiste en atacar la proteína del citoesqueleto, llamada WASp, que tiene una condición estructural única en las células cancerosas hematológicas activas, sin dañar las células sanas.

El equipo de Bar-Ilan se centró en la destrucción de WASp en las células malignas y demostró que la degradación de WASp ayuda a destruirlas. Sus hallazgos se publicaron recientemente en la revista científica Nature Communications.

Hasta la fecha, no se ha entendido del todo la participación de WASp en el cáncer, pero se sabe que se encuentra en las células en una estructura “abierta” única que permite su identificación y manipulación.

A fin de dañar el citoesqueleto de la célula maligna, el equipo de investigación realizó un cribado para identificar los compuestos de moléculas pequeñas que degradan el compuesto WASp en su estado estructural “abierto”.

Los científicos utilizaron tecnologías de bioconvergencia, que combinan la biología con diversas tecnologías de ingeniería, en este caso la inteligencia artificial y el aprendizaje automático.

Mediante un dispositivo desarrollado por el profesor Yanai Ofran, también de Bar-Ilan, se identificaron en el laboratorio de la profesora Barda-Saad pequeñas moléculas que dañan las células cancerosas sin poner en riesgo a las células sanas, ofreciendo un tratamiento para la mayoría de los tipos de cánceres hematológicos. Algunos ejemplos de cánceres hematológicos son la leucemia, el linfoma y el mieloma múltiple. La investigación se centra principalmente en el linfoma no Hodgkin.

El estudio, que se lleva a cabo desde 2015 con financiación de la Autoridad de Innovación de Israel, podría dar respuesta a tipos de cánceres hematológicos para los que aún no se ha encontrado tratamiento.

“El proceso es largo y tedioso porque requiere un conocimiento profundo del funcionamiento de las células y de las diferencias entre las células cancerosas y las normales. En esta investigación, hemos utilizado el vasto conocimiento que hemos adquirido para diseñar una estrategia que se pueda poner en práctica”, concluyó Barda-Saad.

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