Enlace Judío – El Instituto Nacional de Seguros de Israel reconoció esta semana dos enfermedades debilitantes como incapacidad, la fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica. Las personas con las afecciones podrán recibir subvenciones, informó The Times of Israel.

Be’er Sheva, en el sur de Israel, es un reconocido centro de investigación de la fibromialgia porque los ataques con cohetes desde Gaza han desencadenado altos índices de esta enfermedad. Los expertos sostienen que la iniciativa de Israel contribuirá a lograr avances a nivel internacional.

“Se trata de un avance pionero que enviará un mensaje a otros países occidentales”, afirmó el reumatólogo Dan Buskila del Centro Médico Soroka en Be’er Sheva, uno de los principales investigadores de esta enfermedad.

“Es un gran avance para una enfermedad que no tiene marcadores biológicos claros y que, por tanto, es desestimada por algunos en la comunidad médica”.

La historia de Hillel Abrahams es típica de muchos israelíes que acogen con entusiasmo la decisión de Israel sobre ambas enfermedades. Durante muchos años vivió con fuertes dolores musculares que ningún médico podía explicar. Muchos incluso se mostraban indiferentes. “Cuando la enfermedad no se ajustaba a su perfil de enfermedad, me decían que todo estaba en mi cabeza”, recuerda.

Ahora, pasa el día con la ayuda de opioides y otros fármacos, después de que hace dos años le diagnosticaran síndrome de fatiga crónica, y ya que algunos síntomas también reflejan los de la fibromialgia, espera tener pronto un diagnóstico para ambas enfermedades.

Afirmó que la nueva medida otorga el apoyo que personas como él necesitaban desde hace tiempo. La ausencia de síntomas físicos claros confunde a los demás y puede despertar escepticismo, dijo.

“La gente puede parecer normal durante horas”, dijo Abrahams, residente de Beit Shemesh, cerca de Jerusalén. “Puedes salir, hacer algo, volver y estar agotado durante horas y horas. El agotamiento es tal que no puedes levantarte de la cama”.

“No puedo pensar con claridad. Tengo neblina cerebral y puedo olvidar nombres. Tengo fuertes dolores de cabeza y de cuello. A veces siento que me estoy muriendo. Es difícil trabajar porque no puedes pensar con claridad y no puedes funcionar. Es como tener el peor caso posible de gripe pero sin fiebre”, comentó.

Abrahams cree que la iniciativa ayudará a romper el estigma en torno al síndrome de fatiga crónica, la fibromialgia y otras enfermedades que no tienen manifestaciones físicas claras.

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