Enlace Judío – Un día antes de partir a Glasgow, Escocia para participar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el primer ministro de Israel, Naftali Bennett detalló los objetivos de su país: cero emisiones de gases de efecto invernadero para 2050 y un cese gradual del uso de carbón que comenzará en los próximos tres años.

En una entrevista al periódico británico Times, el mandatario sugirió que Israel podría liderar el desarrollo de tecnologías para resolver la crisis climática mundial y como una forma de avanzar en sus políticas en Oriente Medio, recogió The Times of Israel.

Aunque Israel es un país pequeño y su compromiso de alcanzar neutralidad de carbono para 2050 representará una diferencia relativamente pequeña a nivel mundial, Bennett afirmó que el sector tecnológico del país podría tener un gran impacto.

“Para que el mundo alcance cero emisiones para 2050, nuestro cambio de comportamiento hará menos de la mitad del trabajo. La otra mitad vendrá de la tecnología que aún no se ha desarrollado. Ahí es donde Israel puede liderar”, dijo.

Sin embargo, Bennett reconoció que la crisis climática no es una prioridad para la comunidad tecnológica de Israel e instó a encontrar la manera de que “los empresarios israelíes pasen de desarrollar aplicaciones geniales a trabajar en algo relevante al cambio climático”.

El primer ministro señaló que uno de los problemas es que las soluciones para el cambio climático no representan un éxito inmediato para los emprendedores como otros desarrollos tecnológicos, y agregó que hay demasiados obstáculos burocráticos en el camino.

Bennett dijo al rotativo que el gobierno tendría que igualar a las empresas de capital riesgo en la financiación de tecnología verde para “compartir el riesgo mientras ellos disfrutan de los beneficios”.

El primer ministro también dijo que la tecnología verde es una forma de proporcionar estabilidad regional y de que los países vecinos trabajen juntos.

“Tenemos un enorme potencial en la región para crear asociaciones en el campo de la energía. Israel es un país muy pequeño, en espacio territorial. El agua es escasa y a la mayoría de nuestros vecinos no les falta espacio vacío en el desierto. En 2021, ese espacio significa energía. Y la energía significa agua”, dijo.

Israel ya es líder mundial en proyectos de desalinización. Cinco plantas en la costa mediterránea suministran el 75% del agua potable e industrial del país.

Bennett expresó la esperanza de forjar colaboraciones regionales que incluyan enormes campos para la producción de energía solar que a su vez alimentarán más plantas de desalinización.

“Es un modelo económico que no teníamos hace 20 años, pero hoy, gracias a la tecnología, podemos mejorar la producción de energía renovable y aumentar el suministro de agua”, explicó.

Bennett dijo que ha iniciado conversaciones sobre posibles proyectos con países de la región.

“Nos interesa que la paz que tenemos con Jordania y Egipto tenga beneficios para los consumidores, de modo que sientan literalmente los frutos de la paz. Hasta ahora, la paz con nuestros vecinos se ha quedado en el plano diplomático-político, pero los frutos no se filtraron hacia abajo”, concluyó.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico