Enlace Judío –  El mes que apenas terminó se caracterizó por señales encontradas, tanto en las economías globales como en la controversia política creada por los movimientos a la izquierda en la mayoría de los países, la salida en Alemania de Angela Merkel y la parálisis en el Congreso de los EE. UU.

Antes de meternos en detalles y como referencia histórica, el número de infectados por COVID en el mundo llegó a 245 millones, oficialmente más de 5 millones de personas han muerto, aunque la cantidad real creo es mucho mayor y se han aplicado 6.5 billones de vacunas.

En EE. UU. la agenda del presidente Biden no ha progresado, ya que su proyecto de infraestructura real de 1.1 trillones de dólares y que cuenta con el apoyo de los republicanos, fue vinculado por los llamados progresistas, el bloque de izquierda del Congreso, al paquete de “infraestructura humana” que incluía universidad gratuita, cuidado de menores gratis para todos, aumento de seguro de oculista y dentista al programa Medicare de salud y muchas otras cosas.

Para lograr la aprobación de este paquete el presidente primero tenía que eliminar uno de los bastiones de la democracia llamado blockbuster que requiere que 60 de los 100 senadores aprueben una iniciativa mayor. Si este requisito se elimina, se le da el poder casi absoluto al partido que tenga la mayoría si todos sus senadores votan a favor de la iniciativa.

Hoy en día, 2 de 50 senadores demócratas, Manchin de West Virginia y Sinema de Arizona, no están de acuerdo con Biden pues consideran que el programa es demasiado caro y lleno de excesos. Para seguir negociando cada día le recortan programas, lo cual ya no es aceptable para la izquierda quien dice que entonces boicoteará ambos programas.

Aunado a esto se volvía una reforma fiscal fuerte para tener parte de los recursos necesarios y esta también está atorada. Esta reforma incluía aumento a la tasa sobre las utilidades empresariales y un intento de grabar las utilidades de los mas ricos aun antes de realizarlas, es decir, que si una acción sube de valor y aun no se vende se tiene que pagar el impuesto por esa apreciación aun sin haber realizado la ganancia.

La popularidad del presidente Biden está en 37%, el punto más bajo en la historia para un presidente en la primera mitad de su gestión inicial. En las encuestas se nota el descontento del pueblo con el manejo de la política exterior (Afganistán, el pleito con Francia por los submarinos australianos, China, etc.) y de la política interna (manejo de la crisis fronteriza, etc.) pero sobre todo, con la economía donde la inflación esta muy fuerte y hay escasez de muchos productos.

Ya que hablamos de inflación le voy a dedicar unas líneas a este creciente problema. El FED cree que el aumento de precios reportado de 5.4% se debe a la afectación temporal en la cadena de suministro y que esto se normalizará en unos meses, terminando el año en alrededor del 4%, con la expectativa de 3% en el 2022 y una estabilización en 2.5% a futuro. Esta visión es consistente con su deseo de promediar 2% en 20 años, apoyándose en que la década anterior los precios aumentaron 1.6% al año.

Parte de su forma de pensar hace sentido, ya que los productores pensaron al iniciar la crisis en marzo del 2020, que la recesión duraría cuando menos un año (el promedio histórico es de 51 meses con un rango de 11 a 117 meses). En esta ocasión, oficialmente, solo duró 2 meses, ayudado por la enorme inyección de recursos de los gobiernos globales (con la excepción de México) que decidieron evitar una crisis mayor a base de subsidios e incremento de liquidez.

Los fabricantes cerraron fabricas viejas, no produjeron mucho, se dedicaron a ordenar equipos nuevos más productivos, y mandaron a la gente a sus casas, y cuando la oferta regresó muy rápido no tenían suficiente producto para vender.

Con la gente en casa, recibiendo el mismo ingreso y muchas veces más de lo que obtenían trabajando y sin gastar mucho, ya que suspendieron viajes, salidas, compra de ropa nueva, etc., al grado que el ahorro en EE. UU. subió 2 trillones de dólares, la demanda insatisfecha fue muy grande y en cuanto se acabó el encerrón comenzó la demanda de bienes y servicios.

Aunado a esto hay una escasez de personal habiendo más ofertas de trabajo que personas sin empleo (no se puede balancear por diferente localización geográficas, habilidades y experiencia, etc.) al grado que en octubre 4.2 millones de personas renunciaron a su trabajo en busca de mejores oportunidades.

Yo en lo personal creo que, al haber más gente vacunada, los niños de regreso a clases, y la vida más o menos normal, la cadena productiva se va a normalizar, aunque no veo el incremento de precios muy por abajo del 3% en los próximos 10 años, sobre todo si los países emergentes como China e India siguen manteniendo una política de austeridad con crecimientos de su PIB de menos del 5% anual.

EE. UU. tuvo su discusión perene del aumento de la deuda soberana cuyo limite tiene que ser aprobado por el Senado y después de sus politiquillas internas, pospusieron la decisión hasta diciembre. Todos sabemos que van a llegar a un arreglo, pues nunca dejarían de pagar ni detendrían las actividades cotidianas del gobierno.

De acuerdo a los pronósticos del Fondo Monetario Internacional, el PIB del mundo terminará con un incremento del 5.9% en 2021 y 4.9% en 2022, dependiendo mucho de lo que crezca China y de que no vaya a surgir una nueva ola de un COVID diferente. Hay que ver que el PIB en EE. UU. solo se incrementó 0.5% en el ultimo trimestre, sobre todo por la falta de insumos.

Vale la pena observar que en EE. UU. la deuda como % del PIB se fue de 50% a 125% en los últimos 20 años, y a pesar de esto, el servicio de la deuda bajó 19% como consecuencia de la caída de los intereses.

La riqueza del pueblo americano llegó a $141.7 trillones de dólares, $5.9 T más que el año anterior por el aumento en el valor de las casas y el alza en los mercados accionarios.

En Europa ha habido muchos cambios, como la salida del premier austriaco, un joven de 33 años de derecha, acusado de corrupción, el inminente cambio en Alemania a una coalición de izquierda moderada, el liderazgo tomado por Putin en materia de suministro y precio de energéticos y los tradicionales problemas económicos de las economías del sur del continente así como los problemas políticos de los países que estaban en el núcleo comunista de la vieja URSS, lo cual ha sacudido la marcha favorable que llevaba antes de la pandemia.

Por otro lado, el Banco Central Europeo ratificó su política de dinero barato y fácil por un año más. Esto mantendrá la tasa negativa en los bonos de los países fuertes.

En México continúa la incertidumbre generada por la difícil de entender reforma eléctrica de AMLO, misma que resultará una prueba interesante para ver si el presidente consigue los 2/3 de los votos necesarios para su aprobación. Será representativo ver como votan los legisladores del PRI, y vale la pena hacer notar, que es el primer país del mundo donde el partido ecologista votará en contra de la energía limpia renovable.

La entrada del gobierno federal a la distribución de gas ha creado mucha controversia y la oposición del gremio ha hecho que este producto vital escasee y se encarezca.

Es interesante observar que la Suprema Corte siga dando señales de independencia, rechazando propuestas de otras dependencias como la de cárcel preventiva por presuntos delitos fiscales, los cambios propuestos para el INE y la primera pasada de la ley eléctrica.

Los resultados de PEMEX para el ultimo año fueron terribles, aunque un poco mejores que los del año anterior. Es difícil entender bien los números, ya que incluye como gasto todos los impuestos pagados al gobierno, y que no están vinculados a sus resultados operativos.

Muy interesante el comentario del Secretario de Hacienda que la deuda de PEMEX es deuda del gobierno federal, haciendo estas obligaciones más explicitas. Anteriormente la garantía era solo implícito, haciendo el diferencial de rendimiento de los bonos de PEMEX y los UMS más difícil de comprender.

El anuncio de que las oficinas de PEMEX se van a Ciudad del Carmen no hace mucho sentido, ya que no hay suficiente infraestructura para recibir a tanta gente. Creo que vamos a terminar con oficinas en dos lugares y con las decisiones principales tomadas en CDMX.

Una publicación del World Justice Product, el organismo que saca una lista de la corrupción en los diferentes países y cuyos números hay que tomar con cuidado y sin mucha validación de terceros, pone a México en el lugar 135 de 139 países totales, con solo Uganda, Camerún, Cambodia y el Congo peor que México. Los dos primeros lugares los ocupan Noruega y Dinamarca.

Cifras de México muestran algunos resultados positivos como el índice de confianza del consumidor y el primer mes en los últimos 7, de entrada, de flujos a los merados de capital, pero también algunas estadísticas negativas, como el haber llegado a 326,000 muertos por COVID (cifras del gobierno), caída del 0.2% del PIB en el último mes y la mayor inflación anualizada desde abril de este año (7.09%),

En Israel el comité de finanzas del Knéset aprobó el presupuesto para 2021, lo cual evitó la disolución del parlamento y representa la primera vez en 3½ años que hay un presupuesto aprobado.

Esta semana se recortó el déficit proyectado a 5.6% del 6.8% anterior, ya que la recuperación de la economía generó una mejor recolección de impuestos. El estimado del déficit para 2022 es del 3.9% y el crecimiento para 2021 del 7% después de la contracción del 2.2% en 2020.

El presupuesto para la lucha contra la pandemia es de 179.8 billones en 2022 después de un gasto de 191.2 billones en 2021.

Durante octubre los mercados accionarios registraron su máximo histórico, reponiéndose la caída de fines de septiembre. Los bonos no tuvieron un buen mes, ya que el retorno total entre intereses cobrados y precio fue ligeramente negativo, y el dólar sufrió una pequeña baja frente a las monedas fuertes.

El peso tuvo una caída de 2.2% pero sigue en la banda de $19.50-$21.50 que habíamos pronosticado.

Brasil sigue con problemas económicos fuertes y aunque no hay elecciones hasta 2022, Lula se ve cada vez más fuerte y la gente le ha perdido confianza a Bolsonaro, con el real y la bolsa sufriendo caídas de más del 5%.

El oro sigue rondando los $1,800 pero no ha reaccionado a los temores inflacionarios, lo cual nos hace pensar que ya no es la protección tradicional contra el aumento de precios.

Como siempre les envío un abrazo y un afectuoso saludo.

 


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