Enlace Judío.- Según los informes, el primer ministro Naftali Bennett reiteró a los miembros demócratas del Congreso de Estados Unidos que no permitiría que Washington reabriera el consulado estadounidense.
Según los informes, el primer ministro reconoce la promesa de campaña de Biden y las sensibilidades internas, pero dice que su gobierno considera que la reapertura de la misión a los palestinos es “inaceptable”.
La administración del presidente estadounidense Joe Biden ha dicho que reabrirá la misión diplomática históricamente responsable de los asuntos palestinos. El consulado fue cerrado por el entonces presidente de los EE. UU., Donald Trump, en 2019 y su personal fue trasladado a la embajada de EE. UU., que se había trasladado de Tel Aviv a Jerusalén un año antes, en lo que los palestinos vieron como una degradación de sus lazos con EE. UU..
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La misión tenía su base en la calle Agron de Jerusalén, en Jerusalén Occidental, y tenía una oficina de servicios consulares en Jerusalén Oriental, que los palestinos reclaman como la capital de su futuro estado.
Israel debe acreditar al cónsul general que Estados Unidos envía a Jerusalén, según el protocolo diplomático.
Bennett calificó la medida planeada como “inaceptable”, aunque reconoció las sensibilidades políticas internas dentro del Partido Demócrata y la promesa electoral de Biden a sus votantes, informó el miércoles el sitio de noticias Axios, citando a un funcionario israelí anónimo, publicó The Times of Israel.
“No voy a… tratar de ganar puntos políticos sobre este tema, pero la posición del gobierno es que la reapertura del consulado es inaceptable”, dijo a la delegación del Congreso visitante, según el informe.
La delegación demócrata, patrocinada por la organización J Street, está encabezada por la representante Rosa DeLauro e incluye a los representantes Mark Pocan, Barbara Lee, Melania Stansbury y Jamaal Bowman. Esa delegación también se reunió con el canciller Yair Lapid.
Bennett también se reunió el martes con una delegación estadounidense bipartidista separada, que también se reunió con el ministro de Defensa Benny Gantz y viajó a Ramallah para reunirse con el primer ministro de la Autoridad Palestina, Mohammed Shtayyeh.
“El tema del consulado surgió en cada una de nuestras reuniones”, dijo el jefe de la delegación, el senador demócrata Chris Coons, y destacó que “es importante que Estados Unidos continúe teniendo un diálogo abierto con la Autoridad Palestina“.
Bennett dijo a los periodistas el sábado que “no hay lugar para otro consulado estadounidense en Jerusalén”, y dijo claramente que su gobierno se resistiría a los movimientos de Washington para restaurar la misión palestina. Bennett es un halcón que se opone al estado palestino.
El ministro de Relaciones Exteriores, Yair Lapid, dijo en la misma conferencia de prensa que Israel no tendría objeciones a que Estados Unidos abriera una misión en Ramallah, la sede del poder de la Autoridad Palestina.
Shtayyeh afirmó el miércoles que Estados Unidos no necesita el “permiso” de Israel para reabrir su consulado, e instó a Washington a cumplir sus promesas diplomáticas.
Sin embargo, un alto funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos reconoció recientemente que se necesitaría el permiso de Israel antes de que Estados Unidos pudiera reabrir el consulado.
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