Adolfo Hitler es uno de los hombres más odiados de la historia de la humanidad. Por lo tanto, no es sorpresa que varias personas hayan intentado terminar con su vida. Nadia Cattan, nuestra increíble reportera, nos platica cómo se desarrollo el mayor intento de asesinato a Adolfo Hitler, el Tercer Reich, y por qué no tuvo éxito.

1944, la guerra para la Alemania nazi, está perdida. Las tropas aliadas avanzan implacablemente en un efecto de pinza, franceses, estadounidenses, canadienses y británicos avanzan por el frente occidental, mientras que los soviéticos en una enfurecida contraofensiva se abren paso a lo largo de toda Europa oriental.

No hay escapatoria para Hitler y sus tropas de asesinos, los aliados están convencidos, firmemente convencidos de que se debe acabar con la tiranía y la crueldad que por tantos años ha provocado el nazismo.

Se rumora que Hitler, recibe fuertes dosis de fármacos que lo tienen fuera de sus facultades mentales, muchos nazis aseguran que el Fhürer ya enloqueció y que miles de soldados pagan las consecuencias de su histerismo y su frustración.

Diversos mariscales suplican a Hitler autorización para rendirse, quieren salvar su vida y la de miles de soldados que tienen bajo su cargo, pero las ordenen del más alto mando son claras: No hay permiso para la rendición, luchen hasta conseguir la victoria o la muerte, no cabe duda, Hitler perdió la piedad por su propia gente.

Cómo era de esperarse cientos de nazis no están de acuerdo con esta despiadada orden suicida, así que los intentos de asesinato comienzan, urge terminar con la vida de ese líder que está arrastrando a Alemania a una destrucción de proporciones inmensas.

El atentado que tuvo mayores posibilidades de éxito tuvo lugar en un pequeño cuartel conocido como la guarida del lobo en Prusia oriental. Era el 20 de julio de 1944 y el plan fue ideado y llevado a cabo por el oficial de la Wehrmacht Claus Von Stauffenberg, su tarea era colocar una bomba dentro del cuartel en donde se llevaría a cabo una reunión entre Hitler y otros oficiales de alto rango. Sin más tiempo que perder, el plan se puso en marcha.

A las 12:42 del día la bomba explotó, sin embargo, la bomba fue colocada debajo de una mesa y esta pesada mesa de madera absorbió en gran medida el impacto, Hitler sobrevivió. El Intento de asesinato a Adolfo Hitler falló.

Stauffenberg, el autor del atentado fue fusilado esa misma noche junto con 200 sospechosos más.

El pueblo alemán había llevado al poder a un lunático de ideas extremas, y ahora, era esa misma población alemana la que pagaba las consecuencias. Hitler continuaba con vida y se negaba a rendirse lo que provocaría que el pueblo alemán sufra más bombardeos, muerte y destrucción por un año más.


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