Enlace Judío – Los amigos de Eli Kay, asesinado por un terrorista de Hamás esta mañana, lo describen como sionista apasionado, dedicado al pueblo judío y a la Tierra de Israel.

Eli emigró a Israel desde Sudáfrica en 2016, estudió en una yeshivá de Jabad en Kiryat Gat y luego se alistó en las FDI.

Inicialmente, el ejército se negó a permitirle servir en una unidad de combate debido a cuestiones médicas, pero Eli insistió y finalmente logró unirse a la Brigada de Paracaidistas en una compañía para soldados ultraortodoxos, informó The Jerusalem Post.

Mijaya Beasley, comandante adjunto de la compañía de Eli, lo describió como totalmente confiable, poco complaciente y el soldado más trabajador de la unidad, que motivaba a sus compañeros y oficiales.

“Me decía ‘tenemos que hacer esto, hay gente que depende de nosotros’, nos obligaba a ser mejores”, expresó Beasley.

Los viernes por la noche, cuando la compañía servía en la frontera con Gaza, Eli decía a sus compañeros que miraran detrás de ellos a las comunidades y hogares israelíes de la zona. “Para ellos estamos aquí, para ellos hacemos esto”, afirmaba.

Al igual que otros que lo conocieron, Beasley habló de la apasionada devoción de Eli por “la realidad sionista”, como solía llamarla. “Decía que debemos apreciar este país, que es una realidad que hay que proteger constantemente, y ese era el objetivo de su servicio militar”.

“Sus prioridades eran la Tierra de Israel y el Pueblo de Israel, vivía según esos principios y todo lo que hacía estaba impulsado por esas dos cosas”, recalcó.

Eli estudió en una yeshiva ultraortodoxa, y aunque más tarde fue menos observante, escribió un poema en hebreo dirigido a Dios en el que decía que seguía estando seguro de que Dios estaba siempre a su lado.

Ariel, un compañero de la compañía de paracaidistas de Eli, habló de su devoción a la causa sionista como una de las características que lo definían y por las que era bien conocido durante su servicio militar.

Su devoción por Israel y el pueblo judío se reflejaba en su actitud hacia sus amigos, sus compañeros de armas y oficiales, dijo.

En una anécdota que contó Ariel, Eli y otros reclutas participaban en una carrera de obstáculos como parte de un ejercicio de entrenamiento cuando Eli se cayó y se lesionó la pierna y no podía moverse.

En lugar de aceptar la ayuda de sus amigos, que se detuvieron para ayudarle, los motivó a continuar para conseguir el mejor tiempo posible.

Tras su servicio militar, Eli se integró al Kibutz Nirim, en la región fronteriza de Gaza, donde se dedicó a la agricultura como una forma de conectarse con la Tierra de Israel, agregó Ariel.

Moshé Dassa, otro amigo y compañero de armas, dijo que Eli era muy querido por los soldados y comandantes. Lo describió como un soldado carismático que era “aceptado como un líder” por sus compañeros.

“Estaba lleno de vida, amaba a la gente, siempre quería estar entre amigos, su corazón siempre estaba abierto a sus amigos”, subrayó Dassa. “Es difícil encontrar personas como Eli, era único, una de las personas justas de este mundo, es imposible describirlo con palabras”.

Eli Kay Z”L será sepultado este lunes en el cementerio Har Menujot de Jerusalén.

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