Enlace Judío.- Cientos de dreidels con letras en chino mandarín fueron diseñados y producidos para judíos que residen en Kaifeng, China, así como para los 20 miembros de la comunidad que han hecho aliá a Israel.
Hechos por Shavei Israel, una organización sin fines de lucro con sede en Jerusalén, que también ayudó en el proceso de aliá para el grupo de judíos de Kaifeng, los dreidels dicen en mandarín: “Aquí sucedió un gran milagro”. Tradicionalmente, los trompos de cuatro lados con los que se juega durante Janucá están marcados con letras hebreas que representan esa frase o una variación, en referencia a los eventos marcados por la festividad, publicó The Algemeiner.
Se cree que los nuevos dreidels son los primeros escritos en chino, según Shavei Israel.
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Kaifeng, una de las antiguas capitales imperiales de China, se encuentra en la provincia central china de Henan, al suroeste de Beijing. Aproximadamente 1.000 descendientes de la floreciente comunidad judía de Kaifeng todavía viven en la ciudad, dijo Michael Freund, fundador de la organización.
“Los judíos chinos de Kaifeng son un vínculo vivo entre China y el pueblo judío“, agregó. “A pesar de las severas restricciones que les impuso el gobierno chino en los últimos años, los descendientes de judíos chinos están ansiosos por aprender más sobre la herencia de sus antepasados y esperamos que estos dreidels en chino que les hemos preparado les proporcionen una dosis de felicidad y luz durante Janucá“.
Los primeros judíos que se establecieron en Kaifeng fueron comerciantes judíos iraquíes o persas que viajaron por la Ruta de la Seda en el siglo VII u VIII, según Freund. La comunidad judía continuó expandiéndose posteriormente y en 1163 construyó una gran sinagoga, que fue renovada repetidamente a lo largo de los siglos.
“En su apogeo, durante la dinastía Ming, Kaifeng tuvo hasta 5.000 judíos”, dijo Freund.
Explicó además que debido a los matrimonios mixtos y la asimilación generalizados, así como a la muerte del último rabino de la comunidad a principios del siglo XIX, la comunidad judía disminuyó en número en los años siguientes. La sinagoga, que se mantuvo en pie durante 700 años, también fue destruida por una serie de inundaciones en Kaifeng a mediados del siglo XIX.
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