Enlace Judío – Una de las muchas revelaciones condenatorias de la denunciante de Facebook Frances Haugen durante su testimonio en el Congreso el 5 de octubre fue que la plataforma dedica el 87% de sus investigaciones y recursos a combatir la desinformación en contenidos en inglés, cuando sólo el 9% de sus usuarios son angloparlantes. La falta de control de los contenidos de odio en idiomas distintos al inglés ha contribuido a alimentar conflictos mundiales tales como la guerra civil en Etiopía.

Y parece ser que los esfuerzos de Facebook en español también son problemáticos. La Liga Antidifamación (ADL) ha encontrado contenido antisemita que viola claramente la política de discurso de odio de la plataforma. Un ejemplo de esto es un vídeo animado sobre la negación del Holocausto que lleva cinco años en línea. En una revisión superficial de las publicaciones en español en la plataforma, recogimos 25 publicaciones antisemitas en español publicadas por grupos con un total de 666.728 seguidores y 55.911 vistas. Estas sorprendentes cifras indican el perjudicial alcance de incluso un modesto número de publicaciones.

Aunque hay casi 500 millones de hispanohablantes en todo el mundo, debemos preguntarnos seriamente si Facebook y su empresa matriz, Meta, dedican suficientes recursos al control de contenidos en este idioma.

Las investigaciones demuestran que el control de los contenidos en español en Facebook es deficiente. La organización de derechos humanos Avaaz descubrió que Facebook aplicaba etiquetas de advertencia al 70% de la información errónea sobre el Covid-19 en inglés y solo al 30% en español. Los defensores del consumidor han presionado sin éxito a Facebook para que ofrezca transparencia sobre el tamaño y el alcance de sus equipos de control en español.

Facebook, al igual que la mayoría de las principales plataformas de redes sociales, prohíbe el acoso a las personas en función de sus características de identidad —incluyendo raza, etnia, origen nacional, religión, orientación sexual, identidad de género, etc. La política sobre discurso de odio de la compañía también prohíbe “las comparaciones, generalizaciones o declaraciones de comportamiento específicas deshumanizadas (en forma escrita o visual) que incluyan… judíos que dirigen el mundo o controlan instituciones importantes como las cadenas de medios de comunicación, la economía o el gobierno”. Facebook también prohíbe explícitamente la negación del Holocausto. El contenido recogido aquí incluye descarados ejemplos de teorías de conspiración sobre personas judías que dirigen camarillas globales, roban tierras y exigen indemnizaciones de los países para acumular dinero y poder.

La ADL ha documentado la inacción de Facebook contra el contenido antisemita a través del Boletín de Negación del Holocausto en línea y el Boletín de Antisemitismo en línea. En el primero, Facebook obtuvo una D —a pesar de su prohibición explícita del contenido de negación del Holocausto— y en el segundo recibió una C-. Se desconoce el alcance total del contenido antisemita en español en la plataforma pero, a juzgar por las publicaciones que la ADL encontró fácilmente, es otro ejemplo de que la mayor plataforma de comunicación del mundo no cumple con la debida diligencia su obligación de eliminar el discurso de odio.

Negación del Holocausto

Dos imágenes de un vídeo animado sobre la negación del Holocausto publicado en octubre de 2016. Crédito: Middle East Media Research Institute (MEMRI).

  • Este vídeo animado de casi siete minutos de duración se publicó por primera vez en octubre de 2016 y aún no ha sido retirado. Llama al Holocausto “Holocuento”, una ficción de los judíos con fines egoístas. El vídeo repite las afirmaciones que surgieron en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial según las cuales los judíos fabricaron pruebas de su genocidio para ganar simpatía, cobrar indemnizaciones y facilitar la supuesta adquisición ilegal de tierras palestinas para crear Israel. En el minuto 5:49, el vídeo muestra una vaca, con manchas que representan el mapa de Europa, cuya ubre está unida a una máquina de ordeñar adornada con la estrella de David. La máquina es manejada por un estereotípico hombre judío de nariz grande, traje negro y una kipá. La succionadora de la máquina tiene una esvástica y “Holocausto” escrito en letras mayúsculas, y literalmente drena la leche y la vida de la vaca. Se muestran múltiples escenas de hombres judíos inhalando Zyklon B –un pesticida a base de cianuro inventado en Alemania a principios de la década de 1920 que fue utilizado para asesinar a más de un millón de judíos en cámaras de gas– sin sufrir ningún efecto negativo. En el vídeo también hay una escena en la que un grupo de hombres judíos que sostienen un ataúd –marcado con la estrella de David y la palabra “Holocausto”, y equipado con cañones– disparan contra un pueblo en Palestina.

La negación del Holocausto es una desinformación odiosa, una distorsión deliberada del registro histórico. Perpetuar la mentira de que seis millones de personas judías no murieron a manos de los nazis es tan falso como decir que el Covid-19 es un engaño o que las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos fueron fraudulentas. Que este vídeo pueda seguir viéndose después de cinco años, es un ejemplo atroz del débil control de Facebook sobre los contenidos antisemitas.

  • Un vídeo de 50 minutos publicado en marzo de 2018 con el título “Auschwitz… La gran mentira” intenta desacreditar el hecho de que los judíos fueron asesinados sistemáticamente en cámaras de gas y posteriormente incinerados. El vídeo manipula los testimonios de los supervivientes y utiliza una animación por computador de las cámaras de gas para convencer al espectador de que lo que hicieron en el campo de concentración de Auschwitz fue un mito. La parte final del vídeo yuxtapone una imagen de Deborah Lipstadt, historiadora y candidata a Enviada Especial de Estados Unidos para vigilar y combatir el antisemitismo mundial, con un cartel de la película Denial con el fin de mostrar que a las personas que cuestionan el Holocausto se les viola el derecho a la libertad de expresión. La película es el relato de la batalla legal de cinco años que sostuvo Lipstadt contra un negacionista del Holocausto y en la que su equipo legal en Gran Bretaña tuvo que demostrar que el Holocausto sí ocurrió.

 “Israel no puede seguir utilizando el Holocausto para justificar sus crímenes en Palestina” Publicación de marzo de 2019.

  • Una publicación de marzo de 2019 muestra una foto de una persona que lleva una camiseta con la estrella de David en la manga y una tarjeta metida debajo. El pie de foto dice: “Israel no puede seguir utilizando el Holocausto para justificar sus crímenes en Palestina”, acusando a la nación de explotar el genocidio para jugar el papel de víctimas y avanzar una agenda colonial. La etiqueta o hashtag #Holocuento acompaña la publicación.
  • Al inicio de la pandemia de Covid-19, un usuario compara el número de italianos que murieron de coronavirus y fueron incinerados con el número de personas incineradas en Auschwitz durante el Holocausto. El usuario afirma que la cifra de Auschwitz es exagerada: a pesar de los avances tecnológicos, después de 70-75 años, la capacidad de incineración de cuerpos en Italia durante el año 2020 era de solo 400 cuerpos al día. Esto, según el usuario, es una cifra muy inferior a lo que se informó sobre Auschwitz durante la década de 1940 (4.756 al día). El usuario escribe: “Ahora te dejo pensar un rato, no te enojes conmigo, solo estoy presentándote números. Alguien miente y exagera y no soy yo”. Una vez más, la palabra “Holocuento” se utiliza para poner en duda el registro histórico y servir de medio para que otros usuarios antisemitas encuentren ese contenido.
  • Esta entrevista en vídeo publicada en agosto de 2018 con el negacionista del Holocausto Roger Guy-Dommergue afirma que el Holocausto es un engaño y aritméticamente imposible porque la población judía de Europa en el momento de la Segunda Guerra Mundial era de tres millones, no seis. Los subtítulos en español al final del vídeo afirman que la población judía era prácticamente la misma antes de la guerra y dos años después de que terminara. Además, afirma que los judíos fueron asesinados en cámaras de gas que nadie vio. Guy-Dommergue da a entender que se invierten millones de dólares en propaganda del Holocausto y que los judíos son mafiosos.
  • Un vídeo de julio de 2020, narrado en inglés con subtítulos en español, intenta desmentir el hecho de que seis millones de judíos murieron en el Holocausto. El vídeo muestra supuestos artículos de periódico de diferentes épocas que implican que la cifra ha sido utilizada por los judíos durante 100 años como herramienta de propaganda para presentarse como víctimas. La leyenda que el usuario publicó junto al vídeo dice: “La mentira de los seis millones de judíos. Pocos se tomarán el tiempo de aprender en qué mundo vivimos”.

En el minuto 0:38, el vídeo dice (en inglés con subtítulos en español): “Este video es una de las muchas evidencias que muestran el mito del Holocausto, aunque la ciencia haya demostrado que el Holocausto es mentira, aún existe gente que sigue creyendo este falso mito, comúnmente sin información sobre Adolf Hitler o su gobierno”.

Vídeo en inglés con subtítulos en español publicado en julio de 2020 en el que se afirma que el Holocausto es un mito.

Más adelante en el mismo vídeo, en el minuto 1:02: “En los siguientes periódicos diferentes países como Rusia, Polonia, Bulgaria, Rumania y Grecia son acusados de ‘Matar, perseguir, acosar, humillar, torturar, masacrar y dejar hambrientos’ a 6 millones de judíos en diferentes contextos y diferentes años. Nosotros entendemos ahora que el número 6 millones, es un número cabalista; la comunidad judía/sionista buscaba acusar de matar a 6 millones de judíos a cualquier país para acabar su plan. Ellos lo intentaron durante 100 años en diferentes frentes como en estos periódicos, pero no tuvieron éxito. Finalmente, con la derrota de Alemania, ellos acusaron de este ‘Plan de Propaganda’ mal llamado ‘Holocausto’ a Adolf Hitler y su gobierno”.

Plan Andinia

El Plan Andinia es una teoría de conspiración que afirma que los judíos quieren establecer un segundo estado judío y sionista en la región de la Patagonia, situada en Argentina y Chile. Este engaño se presenta como un “plan secreto” y, como muchas teorías de conspiración antisemitas, se apoya en el tema de que los judíos acaparan poder, dinero e influencia. La versión moderna del Plan sostiene que los turistas israelíes son soldados disfrazados que viajan a la Patagonia en misiones de reconocimiento para vigilar la tierra y dibujar mapas para un futuro segundo Estado de Israel. América del Sur es un destino popular entre los jóvenes mochileros israelíes cuando terminan su servicio obligatorio en las Fuerzas de Defensa de Israel. Su turismo refuerza el ficticio Plan.

Otros ejemplos de contenido del Plan Andinia en Facebook:

  • Una cuenta creada en 2013, con 7.500 seguidores, llamada No al Plan Andinia, un intento de impedir que los sionistas se apoderen de la Patagonia.
  • Documentales” falsos que narran esta teoría de conspiración y se reproducen en múltiples cuentas.
  • En marzo de 2021 se publicó un artículo de “investigación periodística” en una página con 146.000 seguidores en el que se afirmaba que los judíos, George Soros y los activistas sionistas internacionales intentaban apoderarse de la Patagonia
  • Un grupo con 1.800 usuarios, creado en 2018, para “alertar a la población sobre el robo de nuestra Patagonia en manos del sionismo-judío. Compartir debatir y crear una defensa ante la pasividad del ejército argentino”.

  • Un video de 5 minutos publicado en octubre de 2021 utiliza una imagen del Mercader Feliz preguntando: “¿Qué planea Israel en la Patagonia?”

Esta publicación de diciembre de 2015 pretende mostrar la imaginaria transformación del mapa de Chile (rojo) desde 1946 a un presente (azul) en el que es borrado por el Estado de Israel. La leyenda dice: “¿Cómo se sentiría usted? No está pasando aquí, ¡pero está pasando ahora!”.

Esta publicación del Plan Andinia de octubre de 2014 compara al Estado de Israel con el régimen nazi. Afirma que ambos son regímenes militares que se basan en ideologías religiosas, se autodenominan pueblo elegido, promueven la guerra, invadieron y ocuparon territorios, y exterminaron a un pueblo. 

George Soros, la familia Rothschild y otras conspiraciones

Un mito antisemita persistente es que los judíos poseen un poder extraordinario para perjudicar o controlar a personas ajenas a la comunidad judía. Se describe a los judíos como manipuladores de los gobiernos mundiales, las instituciones bancarias y financieras, y se dice que controlan los medios de comunicación y las industrias del entretenimiento. Un frecuente objetivo de este mito es el financiero y filántropo George Soros, de herencia judía húngara y el coco habitual de la extrema derecha. Los teóricos de la conspiración afirman que el Sr. Soros financia a Black Lives Matter, Antifa y las caravanas de inmigrantes para sembrar el caos.

Otras falsedades a menudo repetidas sobre los judíos que pujan por la dominación del mundo incluyen a los Rothschild y la Reserva Federal, el Gobierno de Ocupación Sionista (ZOG, por sus siglas en inglés), los Protocolos de los sabios de Sion y el control judío de Hollywood.

  • En esta publicación de agosto de 2021, el usuario publica un vídeo de una recopilación de entrevistas a George Soros. En el minuto 3:53, aparece la leyenda “George Soros: Elite Mundial, se cree Dios y afirma él tiene el control sobre el planeta” seguida de una serie de caricaturas de Soros. Por ejemplo, se lo representa sosteniendo al Vaticano y al Papa en sus manos. Una de las leyendas finales del vídeo dice: “George Soros es el verdadero Virus de la Sociedad”.
  • La leyenda de una publicación de julio de 2020 titulada “Los Rothschild quieren el Banco de Irán” dice “Hacerse con el control de la Banca de la República Islámica de Irán es una de las principales razones de que Irán esté en el punto de mira de los Estados Unidos. Irán es uno de los pocos países que quedan en el mundo cuyo sistema bancario no está bajo el control de los Rothschild. Antes del 11 de Septiembre eran siete: Afganistán, Irak, Sudán, Libia, Cuba, Corea del Norte, e Irán. Para el año 2003, sin embargo, Afganistán e Irak fueron engullidos por el pulpo Rothschild, y en 2011 Sudán y Libia también pasaron a su colección. En el caso de Libia, el banco Rothschild se estableció en Bengasi, mientras el país estaba en guerra.”
  • Un video publicado en 2016 (por el mismo usuario que publicó el ejemplo anterior), filmado en inglés con subtítulos en español, profundiza en un discurso de 1961 pronunciado por el conocido negador del Holocausto y antisemita Benjamin H. Freedman. El vídeo comienza con Freedman afirmando: “Todos supuestamente sabemos, que le hicieron los Alemanes a los Judíos, primero cabría preguntarse antes que hicieron los Judíos a los Alemanes y que nos están [h]asiendo ha [sic] nosotros también, en la Actualidad”.

El discurso repite los peores tropos antisemitas sobre el control judío del gobierno y de los medios de comunicación, al afirmar que los judíos representaban una pequeña minoría, solo el 2% de la población alemana, pero estaban sobrerrepresentados en los centros del poder: el 50% de la industria de los medios de comunicación estaba formada por judíos, el 70% de los jueces eran judíos, etc. Freedman también culpa a los judíos del colapso financiero de Alemania, llamándolos “gánsteres bancarios y especuladores judíos”. Además, afirma extravagantemente que los judíos introdujeron la inmoralidad en las artes y la cultura al mostrar la homosexualidad, el adulterio, la perversión sexual, el sadismo y el masoquismo. Freedman afirma falsamente que los intelectuales judíos escribieron libros que ridiculizan el cristianismo y a Jesús, lo que llevó al ascenso de Hitler al poder.

  • La ADL también encontró publicaciones en Facebook en las que se alega que los judíos controlan Hollywood, especialmente un vídeo que se emitió originalmente en HispanTV, un medio de comunicación español en Irán, en el que se afirma que “el dominio judío del entretenimiento apenas se discute en los medios de comunicación convencionales también dominados por judíos”. Otros contenidos incluyen un vídeo acompañado de la leyenda “Los judíos son los dueños de Hollywood“, publicado por un usuario con 170.782 seguidores, y un vídeo publicado en febrero de 2020 que sostiene que “Hollywood y los judíos la mentira más grande de la humanidad”.

Una publicación de octubre de 2019 en una página seguida por más de 190.000 personas afirma: “La agenda sionista del Sr. Soros. Rumbo al nuevo orden mundial”, retratando a Soros como un combatiente que pretende reducir la población a través de leyes sobre el feminismo, el Islam, el aborto, la pedofilia, LGBT y la eutanasia”.

Una publicación de octubre de 2021 intenta mostrar que Soros financia caravanas de inmigrantes [en Estados Unidos], causas LGBT, el separatismo en Cataluña, el tráfico de personas y las clínicas de abortos en el Reino Unido. Por esta y otras razones, dice la publicación, Soros tiene prohibida la entrada a su Hungría natal.

En una publicación de noviembre de 2021, una foto de lo que parece ser el Congreso de Estados Unidos muestra una bandera israelí rodeada de pancartas de empresas mundiales, entre ellas Rothschild & Co. La leyenda dice: “Esto es lo que se vería si el gobierno fuera realmente transparente”. La imagen representa el tropo antisemita del control judío de las finanzas, el gobierno y los medios de comunicación.

Protocolos de los sabios de Sion

Los Protocolos son un documento conspiratorio que pretende ser el acta confidencial de un cónclave judío que se reunió durante el siglo XIX. Fue elaborado por la Policía Secreta del Zar para “demostrar” que los judíos planeaban dominar el mundo.

Más de 122.600 personas siguen la página de Facebook de Nuevo Orden Mundial en la que aparece un vídeo publicado en 2019. Una de las imágenes iniciales, en el minuto 0:28, muestra a un hombre con una estrella de David de fondo que dice: “Imaginaos una sociedad secreta cuyos miembros se reúnen periódicamente tras trazar un oscuro plan cuyo objetivo final no sería otro que la conquista del mundo. Si estos conspiradores pusieran por escrito los pasos a seguir para conseguir su siniestra meta, lo que podríamos leer sería algo muy parecido al Protocolo de los sabios de Sion…”. El vídeo continúa hablando de los sionistas que conspiran para gobernar el mundo teniendo como telón de fondo unas marionetas, insinuando que los judíos son titiriteros.

Otra publicación de 2019 de la misma página de Facebook es un audiolibro de 10 minutos que sostiene que los Protocolos son una prueba de la dominación mundial judía, pero que la prensa judía impide que los escépticos sigan investigando. El narrador ofrece un “glosario” de términos, definiendo el sionismo como “el movimiento global para el avance y cuidado de los intereses políticos y económicos de los judíos”. La publicación también presenta una imagen del estereotípico “Mercader Feliz” con la estrella de David en la frente y devorando gente.

En marzo de 2019, la página “Nuevo Orden Mundial”, con más de 120.000 seguidores, publicó un vídeo titulado “Nuevo Orden Mundial” en el que se afirma que los Protocolos de los sabios de Sion están en el centro de los acontecimientos mundiales y que los judíos son titiriteros detrás de los medios de comunicación, la sociedad civil, el gobierno, la religión y la economía mundial.

La misma página “Nuevo Orden Mundial” publicó en enero de 2019 un audiolibro de los Protocolos aprendidos de los sabios de con una variación del Mercader Feliz con una estrella de David en la frente devorando a la gente.

Conclusión

La ADL no tuvo que esforzarse mucho para encontrar estos ejemplos de contenido claramente antisemita en Facebook. Algunos contenidos se remontan a varios años atrás, lo que significa que un número incalculable de personas han estado potencialmente expuestas a mitos odiosos sobre el pueblo judío. La decisión de Facebook de dedicar la mayor parte de sus recursos al control de contenidos en inglés, refleja su ignorancia o indiferencia respecto a cómo el odio atraviesa los límites de las ciudades, los estados y las fronteras de los países. Los antisemitas que buscan evadir el control de contenidos pueden traducir sus mensajes de odio a otros idiomas para conseguir nuevas audiencias y reclutar nuevos seguidores. Tal y como están las cosas, las políticas de odio de Facebook en relación con el antisemitismo no proporcionan ninguna protección real a los judíos del mundo.

Recomendaciones

Hacer cumplir de forma coherente y a escala las políticas sobre antisemitismo y odio

Las políticas de la plataforma por sí solas no son suficientes; requieren una aplicación coherente en toda la plataforma social digital. La ADL recomienda que, especialmente para contenidos como la negación del Holocausto, las empresas tecnológicas designen suficientes recursos para el control de contenidos. Dar una formación adecuada a las personas encargadas del control, asignar un mayor número de moderadores humanos y ampliar el desarrollo de tecnologías automatizadas para cometer el menor número posible de errores a la hora de hacer cumplir las políticas sobre contenidos prohibidos, son inversiones que valen la pena.

Contratar más controladores de contenidos que dominen el español y contar con la experiencia de grupos de la sociedad civil que representen a las comunidades latinas

A pesar de las demandas de los grupos de la sociedad civil, Facebook no ha revelado la cantidad de recursos e investigación que dedica al control de contenidos en español. La ADL exhorta a Facebook a ser más transparente sobre sus esfuerzos en la plataforma en español. Dado que el 87% de sus recursos para combatir la desinformación se centran en los contenidos en inglés, es seguro asumir que la plataforma presta poca atención a la eliminación de contenidos de odio en español. Es muy dudoso que Facebook contrate suficientes controladores para cubrir la mayoría de las comunidades latinas e hispanas del mundo. Cientos de millones de personas hablan español, un idioma con muchos matices que pueden pasar desapercibidos para quienes no lo dominan. Incluso entre los países latinoamericanos (y dentro de ellos), hay muchas diferencias en el uso de coloquialismos o jergas, y grandes variaciones en los contextos culturales. Contratar a personas que hablen español con fluidez y a un número suficiente de personas de cada país donde se habla español ayudaría a garantizar que el control de contenidos tenga en cuenta la intención del usuario y el entorno sociopolítico más amplio del país en cuestión.

Las consecuencias de no tener suficientes controladores de contenidos en un idioma específico pueden ser mortales. Decenas de miles de musulmanes birmanos están desaparecidos y se presume que han muerto. Facebook desempeñó un papel en la incitación a la violencia genocida en Myanmar; la plataforma fue usada para difundir información errónea y promover el odio a los musulmanes. A principios de 2015, Facebook solo empleaba a dos controladores que hablaban birmano para cubrir a 18 millones de usuarios en el país. No había ninguna oficina ni personal ubicado en Myanmar.

Facebook debería aprovechar la experiencia de grupos de la sociedad civil que representen a los hispanohablantes para comprender mejor la cultura, la política y la vida de los usuarios hispanohablantes y así reforzar los equipos y las políticas de control de contenidos. La revisión por parte de expertos de los materiales de formación sobre control de contenidos en español puede ayudar a garantizar que tales personas tengan la formación adecuada para reconocer y abordar el antisemitismo. La ADL y otras organizaciones judías que representan a los hispanohablantes podrían servir como expertos para revisar dichos materiales.

Llevar a cabo una investigación interna sobre el discurso de odio y la desinformación en español y permitir auditorías de terceros en la plataforma

Facebook debe llevar a cabo una investigación interna sobre la prevalencia de contenidos de odio en español en su plataforma, así como permitir a terceros el acceso a su Interfaz de Programación de Aplicaciones (API, por sus siglas en inglés) para compartir sus datos e inspeccionar la plataforma. Su API debería devolver el contenido publicado y las decisiones de control, permitir búsquedas retroactivas de ese contenido y transmisiones proactivas, y garantizar que los límites de velocidad sean lo suficientemente altos para permitir el análisis de datos a escala. Esto permitirá a terceras partes determinar si los esfuerzos de Facebook para abordar el antisemitismo realmente funcionan.

 


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