Enlace Judío – El domingo 12 de diciembre se llevó a cabo el evento Kol Hakavod en la arena del CDI. El evento fue una culminación muy digna de toda la labor y el esfuerzo herculano que las diferentes instituciones de la comunidad judía en México realizaron para sacar adelante y enfrentar la emergencia de la pandemia que nos agarró por sorpresa y que cambió nuestra vida.
ELLEN BERENSTEIN
El significado de Kol Hakavod fue encapsulado por el magnífico esfuerzo del Sr. Mauricio Lulka en organizar un evento perfecto, aunado con el informe a detalle del Presidente de Comité Central, el Arq. Marcos Shabot, ante una audiencia de 400 personas que hicieron un evento inédito.
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Na’amat está orgullosa de haber recibido 2 certificados de Kol Hakavod. El primero por su extraordinaria recaudación a través del Proyecto “Apapacho Con Sentido”, donde se vendieron certificados de Arte del artista Ricardo Mazal, siendo la primera organización de la Comunidad en la pandemia de dirigir la recaudación hacia kits de protección sanitaria para personal médico. En los días más críticos, con la ayuda de CADENA, fue responsable de entregar 6,030 días de protección sanitaria en 7 hospitales de la república.
El segundo certificado se le entregó a la presidenta de Na’amat Ellen Berenstein, por apoyar y empujar el proyecto del grupo Tzair. Kol Hakavod!
Aunado a esto, Na’amat se sumó significativamente durante los dos años de pandemia a proyectos de Federación Femenina, en el donativo de comidas para familiares de pacientes con COVID afuera de los hospitales, cobijando a México a través de la donación de cobijas y ropa de frío en diferentes estados del país, y finalmente, continuó e incrementó con sus compromisos de ayuda con despensas a la Comunidad, así como a la Fundación D.B y a Fortín de las Flores Veracruz.
Cabe señalar que 70 instituciones de la Comunidad fueron galardonadas y 1,100 personas recibieron certificados en reconocimiento de su especial esfuerzo en tiempos totalmente extremos.
El video que duró 25 minutos esclareciendo todas las contribuciones de las diferentes instituciones, fue un testimonio al carácter sobresaliente de la comunidad judía y del poder de unión en tiempos adversos. Siempre hubo alguien dispuesto a ayudar: comunidades, médicos, JERUM, rabinos, profesionales y cientos de instituciones que trabajaron por el bien común.
Como en las palabras del Arq. Marcos Shabot, “se nos impuso la sana distancia, pero nuestros corazones nunca estuvieron tan cerca”.
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